Los farmac¨¦uticos piden un pacto de Estado para controlar el gasto en medicamentos
Los boticarios consideran insuficiente el decreto de reducci¨®n de precios de los f¨¢rmacos
Los farmac¨¦uticos tampoco se creen ya que el gasto en medicamentos pueda ser controlado por el Gobierno. El reciente decreto por el que se rebajaba el precio de las medicinas en un 6% de media, "es pan para hoy y hambre para ma?ana", seg¨²n Jos¨¦ Luis P¨¦rez Marthos, presidente de la Confederaci¨®n Empresarial de Oficinas de Farmacia de Andaluc¨ªa (CEOFA). Esta organizaci¨®n, junto a los farmac¨¦uticos de Madrid y Barcelona y empresas distribuidoras, ha suscrito un documento por el que reclama un pacto de Estado, similar al de las pensiones, para controlar el gasto farmac¨¦utico.
Como a los usuarios de la sanidad p¨²blica, tambi¨¦n a los distribuidores mayoristas de medicamentos y a las farmacias, el Gobierno, desde hace dos a?os, les viene recortando los beneficios. No as¨ª a la industria farmac¨¦utica, que en los primeros cinco meses de 1999 factur¨® 344.125 millones de pesetas, un 12,1% m¨¢s que en el mismo per¨ªodo del a?o anterior; medio punto m¨¢s de lo que se increment¨® el gasto nacional en farmacia, que lo hizo un 11,32% en los seis primeros meses de este a?o y muy lejos de ese 6% que anhela alcanzar el Gobierno.Con estos datos, la CEOFA, junto a los farmac¨¦uticos de Madrid y Barcelona, y varias empresas mayoristas del sector de la distribuci¨®n de medicamentos, han suscrito un documento por el que reclaman un pacto de Estado, similar al que se ha establecido para las Pensiones. Los farmac¨¦uticos han llegado al convencimiento de que para atajar el problema del crecimiento del gasto, a la industria no le queda m¨¢s remedio que autorregularse.
Bajo el t¨ªtulo Bases para un pacto de Estado sobre armonizaci¨®n del gasto farmac¨¦utico p¨²blico, los propietarios de las oficinas de farmacia proponen una serie de medidas encaminadas a evitar que el precio de los medicamentos siga subiendo. "Debe ser el propio sector el que tome la iniciativa de ejercer una autorregulaci¨®n responsable, ofreciendo soluciones para un problema que afecta gravemente a toda la colectividad", se dice en el primer punto de las conclusiones.
Desde CEOFA sugieren que sea Farmaindustria la que "durante un n¨²mero determinado de a?os", controle su crecimiento para que el gasto farmac¨¦utico p¨²blico no sobrepase 1,5 puntos el PIB nominal (PIB en valores constantes, m¨¢s el incremento del IPC). As¨ª se facilitar¨ªa que la convergencia de precios de los medicamentos espa?oles con los de la Uni¨®n Europea, -m¨¢s baratos ahora en Espa?a-, fuera progresiva, consigui¨¦ndose a cambio un mayor equilibrio macroecon¨®mico y un crecimiento tolerable del gasto sanitario.
Los due?os de las farmacias aseguran que la ¨²nica f¨®rmula que existe para controlar a largo plazo el crecimiento del gasto farmac¨¦utico es que la industria del sector se comprometa a "moderar el registro de nuevas mol¨¦culas" y a hacer una promoci¨®n menos agresiva de las mismas.
Con frecuencia, la industria lanza al mercado medicamentos con una presentaci¨®n novedosa, pero con el mismo valor terap¨¦utico que los existentes. Su principal objetivo es incrementar su precio. Por ejemplo, en el Estudio Somergen de 1994 se se?ala, que, de las 45 nuevas especialidades farmac¨¦uticas introducidas en el mercado espa?ol durante los a?os 1991, 1992 y parte de 1993, s¨®lo 3 pose¨ªan ventajas terap¨¦uticas importantes.
El precio medio por receta, se asegura en el informe de CEOFA, es la variable que m¨¢s influye en el incremento del gasto sanitario. En lo que va de a?o ¨¦ste ha aumentado un 12,36%. Y la factura farmac¨¦utica de la sanidad p¨²blica sobrepasar¨¢ en 1999, por primera vez, el bill¨®n de pesetas (en 1998 fue de 916.778 millones, un 10,2% m¨¢s que el a?o anterior); algunas previsiones apuntan a que el incremento en el presente ejercicio ser¨¢ superior al 13%. Todo esto le sirve a los farmac¨¦uticos para criticar las medidas gubernamentales tomadas en los ¨²ltimos a?os. Ni el ya casi olvidado medicamentazo, del que afirman "que ha sido un rotundo fracaso", ni los precios de referencia, ni la promoci¨®n de gen¨¦ricos, que apenas tienen repercusi¨®n, sirven, seg¨²n ellos, para ejercer un control eficaz sobre el gasto.
Propuestas como la participaci¨®n econ¨®mica directa de los usuarios del Sistema Nacional de Salud, (en los ¨²ltimos 10 a?os ha pasado de un 12,70% en 1988 a un 8,02% en 1998), tampoco son razones, ni argumentos, "suficientes ni eficaces", seg¨²n los farmac¨¦uticos, para contener el gasto. Como no lo son, insisten, la reducci¨®n de los m¨¢rgenes comerciales de los distribuidores, que han pasado del 12 al 9,5% en dos a?os. Tambi¨¦n ellos, se?alan, se han visto perjudicados por el crecimiento desorbitado del gasto farmac¨¦utico: las farmacias han perdido dos puntos en su margen de beneficio pasando del 29,9 al 27,9% en este per¨ªodo.
Los farmac¨¦uticos no desean que este tema se convierta en argumento pol¨ªtico de las pr¨®ximas citas electorales, pero s¨ª abogan por implicar al m¨¢ximo a toda la sociedad.
Por su parte, Marciano S¨¢nchez Bayle, presidente de la Federaci¨®n de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad P¨²blica asegura que "el acuerdo es posible, pero los intereses contrapuestos lo hacen muy dif¨ªcil". S¨¢nchez Bayle les recuerda a los farmac¨¦uticos que "ellos tambi¨¦n deber¨ªan renunciar a la actitud proteccionista que mantienen".
A la industria, se concluye en el documento elaborado por los farmac¨¦uticos, no le queda otra alternativa que autorregular su crecimiento. "Si no lo hace ella, lo har¨¢n los poderes p¨²blicos como ya lo estamos viendo", subraya P¨¦rez Matheos.
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