Resaca post-electoral y crisis
Lo que ha ocurrido tras el reciente congreso del PSPV-PSOE nos emplaza a ir m¨¢s all¨¢ de la simple an¨¦cdota informativa. El resultado tal vez previsible ha sido inevitable, y por lo menos lo podemos calificar de "fuerte" o "muy fuerte". Por un lado, la resaca electoral, traducida en la p¨¦rdida de posibilidades personales y de partido, es decir de parcelas de poder, con el alejamiento de la recuperaci¨®n de la Generalitat, ha acelerado la tensi¨®n y los problemas, en un partido que se ha convertido cada vez m¨¢s en un estadio para el quehacer profesional pol¨ªtico. En l¨ªneas generales podemos citar la definici¨®n que nos facilitaba Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n cuando indicaba "el pol¨ªtico actual es un profesional y un t¨¦cnico, con intereses de identidad y superviviencia que le llevan a la instalaci¨®n en el poder cueste lo que cueste y desde la l¨®gica cerrada de secta". Pues bien, esa situaci¨®n de p¨¦rdida por m¨¢s tiempo del poder, el institucional para entendernos, y el atar las cosas a trav¨¦s del aparato interno, explican en gran medida las luchas, las cuales quedan definidas en t¨¦rminos personales y no de ideas. La terapia que se ha tomado para corregir los entuertos no es m¨¢s que un golpe burocr¨¢tico-administrativo, adem¨¢s de una imposici¨®n desde el centro. Lo cierto es que la crisis no parece haber tocado fondo, o al menos creo que quedan por abordarse los problemas de base. Como no soy qui¨¦n para dar lecciones a los compa?eros y compa?eras del PSPV-PSOE no voy a insistir, creo m¨¢s oportuno considerar aquello que nos afecta de esa crisis y, sobre todo, plantear el tema de las dolencias que afectan al conjunto de la izquierda valenciana. Muchas de esas dolencias son aut¨¦nticas patolog¨ªas que se contagian, o reproducen; la profesionalidad, la permanencia, la supervivencia pol¨ªtica tambi¨¦n, existen, en mayor o menor medida, en otras opciones. El efecto de la resaca electoral, igualmente se ve en las otras opciones de izquierda y progresistas (Bloc, EUPV, Verds). Hay pues que hablar de estas cosas pensando en nuestra propia realidad m¨¢s inmediata, y eso por una simple raz¨®n, las dolencias, o disfunciones, o se tratan, o, por el contrario, cuando aparecen surgen las crisis. En este orden de cosas, tras las elecciones, con la victoria de la derecha a nivel auton¨®mico, y los cambios municipales, son muchas las personas que han dejado de tener cargos, o, en su caso no han tenido la posibilidad de obtenerlo por no ir en listas, o ir en lugares no de salida... Los sentimientos que de ah¨ª han nacido contin¨²an en muchos casos en alto, en concreto en Esquerra Unida del Pa¨ªs Valenci¨¤. En nuestro caso pues no podemos hablar de crisis, pero s¨ª de tensi¨®n continuada. El aspecto m¨¢s espec¨ªfico de la cuesti¨®n se da en el papel de los comunistas, del conocido como "el partido"; nadie niega el peso y su mayor¨ªa, acentuada tras la salida del sector renovador o de Nova Esquerra, ahora bien, un proyecto que aspira a ser movimiento plural no puede plantearse las cosas en t¨¦rminos de hegemon¨ªa, porque los efectos externos e internos acaban cuestionando la viabilidad del proyecto y la sinceridad de sus planteamientos. En estas ¨²ltimas elecciones, el hegemonismo a la hora de confeccionar listas, y hoy a la hora por ejemplo de seleccionar asesores, ha sido m¨¢s que patente. Por citar un ejemplo claro y manifiesto pondr¨ªamos el caso de la lista municipal de la ciudad de Valencia. Siempre he sostenido que aquello que importa son las ideas y las propuestas, y no las personas, sin embargo, hay que reconocer otros factores, y m¨¢s en un proyecto plural. Sin ir m¨¢s lejos: la capacidad, el saber hacer, la participaci¨®n, individual y de las diversas corrientes y sensibilidades. Por eso me veo en dificultades para convencer de eso a quienes se sienten marginados o desplazados, tal es el caso de alguna gente de mi sensibilidad nacionalista. Igualmente, me veo en dificultades para hacer ver a los compa?eros y compa?eras del pec¨¦ la conveniencia de no imponer su mayor¨ªa, no sea que al final sean tan mayoritarios que est¨¦n solos, lo cual ser¨ªa negativo. Dicho todo esto, que podr¨ªa parecer una pl¨¢tica piadosa, considero que de situaciones como la presente nunca se ha beneficiado la izquierda, la tentaci¨®n de creer que de la crisis, puede nacer otra opci¨®n o partido, con posibilidades me parece ahist¨®rico. Los espacios electorales y de encuadramiento est¨¢n muy definidos, ocupados, eso s¨ª, con las oscilaciones que recoge la sociolog¨ªa. La tarea del momento es aprender de los errores y corregir, de los propios y los ajenos por si acaso. Como tel¨®n de fondo, est¨¢ la perspectiva de la recuperaci¨®n y del posible entendimiento para colaborar m¨¢s y m¨¢s, desde las diferencias y las identidades, ideol¨®gicas, as¨ª como desde una visi¨®n de pa¨ªs, de pueblo.
Vicent ?lvarez es miembro del Consell Valenci¨¤ de Cultura.
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