Deuda externa: en el buen camino
La cumbre del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que ha tenido lugar hace unos d¨ªas en Washington, ha puesto, de nuevo, el tema de la deuda externa en las primeras p¨¢ginas de los medios de comunicaci¨®n. En esta ocasi¨®n, sin echar las campanas al vuelo, es para felicitarnos por las decisiones anunciadas por los m¨¢ximos dirigentes de los organismos econ¨®micos mundiales y por los gobiernos de algunos pa¨ªses, entre ellos el de Espa?a. Las cantidades anunciadas por el Vicepresidente del Gobierno y Ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, van en la l¨ªnea de los compromisos adquiridos por el gobierno espa?ol con las instituciones internacionales, despu¨¦s de la cumbre del G-7 celebrada el pasado junio en Colonia. As¨ª pues, nuestro gobierno, contempla la cancelaci¨®n del 60% del total de la deuda externa de la que Espa?a es acreedor de los llamados pa¨ªses m¨¢s pobres y altamente endeudados (PPAE), al mismo tiempo que propone la participaci¨®n de las ONG y de sus contrapartes en el Sur, en la labor de orientar las cantidades destinadas; por ¨²ltimo se abre las puertas para la constituci¨®n de "fondos de contravalor", con los que se asegura la conversi¨®n de la deuda en proyectos de desarrollo en terrenos b¨¢sicos: Sanidad, Educaci¨®n, Acci¨®n Social o Medio Ambiente. Estas propuestas entroncan con los objetivos expresados por las m¨¢s de 300 organizaciones sociales y humanitarias de todo el estado espa?ol que est¨¢n llevando adelante la campa?a: "Deuda externa ?Deuda eterna?". Ahora lo importante ser¨¢ que se definan claramente los montos, plazos y pa¨ªses. En la misma l¨ªnea, tambi¨¦n es una buena noticia la constituci¨®n en el Senado Espa?ol de la "Subcomisi¨®n para el an¨¢lisis de la deuda externa", promovida por Carles Campuzano, diputado de CiU, y en la que comparecer¨¢n representantes de los ministerios de Asuntos Exteriores y de Econom¨ªa, adem¨¢s de miembros de ONG integrantes de la campa?a "Deuda Externa ?Deuda Eterna?".Resulta a todas luces evidente que los dirigentes de los organismos financieros mundiales y los gobernantes de los pa¨ªses m¨¢s ricos no pueden ignorar ni mantenerse ajenos a la presi¨®n de las movilizaciones ciudadanas. Las campa?as de sensibilizaci¨®n, aunque a priori nos puedan parecer ut¨®picas e ineficaces, sin embargo sabemos que tienen su efecto y su eficacia. Lo importante es la convicci¨®n, la constancia y la paciencia. Las decisiones de estos d¨ªas en Washington, iniciadas en la cumbre de Colonia, no obedecen ni mucho menos a la generosidad de los gobernantes de los pa¨ªses m¨¢s poderosos del mundo. El ¨¦xito es de los 17 millones de firmantes contra la deuda del mundo entero, entre las que se cuentan las m¨¢s de 600.000 recogidas en todo el Estado Espa?ol, y las casi ya 70.000 de nuestra Comunidad Valenciana. Ahora sabemos que los gobernantes ir¨¢n m¨¢s lejos si se lo pedimos m¨¢s personas. En Colonia m¨¢s de 60.000 voces gritaron que es inaceptable que se emplee un solo d¨®lar en pagar la deuda externa en pa¨ªses en que mueren miles de seres humanos de enfermedades curables o no hay un acceso universal a la educaci¨®n. Esto lo escucharon los presidentes de los pa¨ªses del G-7. Por eso, las decisiones que se han tomado en Washington est¨¢n en el buen camino, pero tenemos que continuar, ya que a algunos pa¨ªses pobres y altamente endeudados no les alcanzar¨¢n estas medidas. Adem¨¢s hemos de pedir una soluci¨®n duradera y definitiva, no parches. Sabiendo que como dice Gra?a Machel, premio Principe de Asturias de Cooperaci¨®n 1998: "Mientras exista deuda externa estamos estructuralmente condenados a la miseria, ya que significa desviar durante d¨¦cadas un dinero que es vital para la educaci¨®n y el desarrollo". Es terrible el dato econ¨®mico que nos recuerda el Secretario general de la ONU, Kofi Annan: "Creo que los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo deben ser liberados de esa carga que es la deuda externa, que representa en algunos casos m¨¢s de la mitad del presupuesto anual". Pero sobre todo hemos de exigir claridad y transparencia en la toda esta gesti¨®n de la deuda, para evitar que se aprovechen los gobiernos corruptos que provocaron e incrementaron las deudas, hundiendo en la miseria a sus ciudadanos. Aunque tampoco podemos olvidar que muchos pa¨ªses pobres y altamente endeudados contin¨²an pagando la deuda a costa de sangre, sudor y l¨¢grimas. La deuda de muchos pa¨ªses ya ha sido pagada con creces, y la actual es impagable. Por eso no es el momento de relajarse, y mucho menos ahora que se acerca el fin del milenio. Debemos conseguir traspasar la l¨ªnea del 2000 sin el insoportable lastre de una deuda odiosa. Es importante que nuestros representantes pol¨ªticos muestren mayor sensibilidad por las causas del sufrimiento de mil millones de hombres y mujeres que viven en los pa¨ªses endeudados. Es inmoral aplazar para ma?ana las decisiones que se tienen que tomar hoy. En este caso el tiempo est¨¢ lleno de contenido moral y ¨¦tico, as¨ª como el silencio o la ausencia. Esperamos la adhesi¨®n institucional del Parlamento de la Comunidad Valenciana, como expresi¨®n de la calidad solidaria de los ciudadanos de nuestra Comunidad.
Jos¨¦ Luis Ferrando Lada es coordinador de la Campa?a Deuda Externa ?Deuda Eterna?
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