La pol¨¦mica sobre la "lista del KGB" amenaza al Gobierno italiano

?Se apoya el Gobierno presidido por Massimo D"Alema en los votos de un ex esp¨ªa sovi¨¦tico, en un enemigo del Estado italiano? ?sta es la pregunta, de momento sin respuesta, que pesa sobre el Ejecutivo nacido hace un a?o, tras la ca¨ªda del presidido por Romano Prodi. Un interrogante que surge de la oposici¨®n, pero que ha encontrado eco en sectores de la pol¨ªtica y la intelectualidad del pa¨ªs a ra¨ªz del esc¨¢ndalo desatado por el dosier italiano de los archivos Mitrokhin, entregado a Italia por el Foreign Office brit¨¢nico.Un material explosivo en el que figuran 261 nombres de periodistas, pol¨ªticos, empresarios y magistrados italianos que, entre 1979 y 1984, habr¨ªan colaborado con el KGB, el servicio secreto sovi¨¦tico. Pero la espoleta que ha hecho estallar el esc¨¢ndalo que amenaza ahora la credibilidad del Gobierno ha sido la admisi¨®n, por parte del ex ministro de Defensa Beniamino Andreatta de que el grueso del informe fue entregado al Gobierno italiano hace tres a?os. Tiempos en los que Prodi, hoy presidente de la Comisi¨®n Europea, ocupaba el Palazzo Chigi (sede del Gobierno). Desde Bruselas, Prodi ha contestado que jam¨¢s supo de la existencia de estos documentos. M¨¢s tarde ha precisado que s¨®lo le fue referido el hecho sin m¨¢s datos.

Los ¨²ltimos documentos sobre los topos del KGB en Italia, en manos del MI6 (servicios secretos brit¨¢nicos), llegaron a Roma en febrero y marzo pasados sin que el Ejecutivo comunicara una palabra a la oposici¨®n o al Parlamento. D"Alema los envi¨® a la Fiscal¨ªa de Roma. Frente a las demandas de la oposici¨®n y de diversos sectores de la mayor¨ªa de Gobierno que piden con insistencia que se hagan p¨²blicos los nombres citados en los informes, el primer ministro se ha atrincherado en la legalidad. Pero la presi¨®n de los ¨²ltimos d¨ªas ha sido tan fuerte que ayer el viceprimer ministro, Sergio Matarella, anunci¨® que la documentaci¨®n pasar¨¢ hoy al Parlamento.

Las sospechas de la oposici¨®n

Con ellos se trata de mitigar las sospechas del centroderecha, convencido de que entre los 261 nombres anotados por Vasilj Mitrokhin -documentalista del KGB que huy¨® a Londres con material acumulado de 1972 a 1992- figura en primer t¨¦rmino el de Armando Cossutta, presidente del Partido de los Comunistas Italianos, creado hace un a?o en medio de la crisis que derrib¨® a Prodi y cuyos votos son vitales ahora para la supervivencia de D"Alema."Cuando se publiquen estos datos quiz¨¢s nos enteremos de que el Gobierno se apoya en un ladr¨®n de votos [en referencia a Clemente Mastella, que se pas¨® con varios diputados democristianos del Polo al Olivo hace un a?o] y en un esp¨ªa [Cossuta]", ha declarado el presidente de la derechista Alianza Nacional, Gianfranco Fini. Pero no es s¨®lo la oposici¨®n de derechas la que reclama transparencia. El secretario general del Partido de Refundaci¨®n Comunista, Fausto Bertinotti, se ha sumado a la petici¨®n de Fini y del jefe de la oposici¨®n, Silvio Berlusconi, para que se haga p¨²blico el dossier Mitrokhin.