"Yeltsin se deshizo de m¨ª para proteger a su familia"
Yuri Skur¨¢tov, el fiscal general suspendido por el presidente Bor¨ªs Yeltsin hace medio a?o, es un personaje contradictorio. A sus 47 a?os, unos lo consideran un h¨¦roe embarcado en la lucha contra la corrupci¨®n del Kremlin; otros, un caradura, que incluso despu¨¦s de que se mostrara un v¨ªdeo, falso seg¨²n ¨¦l, en el que aparace desnudo en una cama con dos prostitutas, y de que se haya publicado la transcripci¨®n de su conversaci¨®n con una de ellas, todav¨ªa tiene la desfachatez de hablar de moral.Sea como fuere, Skur¨¢tov abri¨® una causa criminal contra Mabetex que ha llegado a salpicar a la familia de Yeltsin. Mabetex consigui¨® jugosos contratos en Rusia, aparentemente pagando millones de d¨®lares en sobornos. Se han descubierto tarjetas de cr¨¦dito usadas por el presidente y sus dos hijas, as¨ª como la cuenta millonaria Dean, de la que, junto con el presidente de Mabetex, eran titulares P¨¢vel Borodin, jefe del Directorio de Bienes del Kremlin, y su hija. Indudablemente el v¨ªdeo es una filtraci¨®n organizada por los servicios secretos rusos para lograr la destituci¨®n de Skur¨¢tov, cosa que hasta la fecha no han conseguido.
El Consejo de la Federaci¨®n (C¨¢mara alta) ha rechazado en dos ocasiones la destituci¨®n del fiscal general, que est¨¢ suspendido de funciones por Yeltsin desde que la fiscal¨ªa moscovita encontr¨® un pretexto para encausarlo. Skur¨¢tov recibi¨® a EL PA?S en su destierro de la casa de descanso Arj¨¢nguelskoye, en las afueras al suroeste de Mosc¨².
Pregunta.?Considera que Yeltsin debe dimitir?
Respuesta.Si su salud empeora y no puede cumplir con un m¨ªnimo de sus funciones, s¨ª. Pero, si la situaci¨®n sigue como ahora, podr¨ªa continuar en su puesto. Cuando tenemos una crisis en el C¨¢ucaso y la atm¨®sfera en el pa¨ªs es inquietante, su renuncia podr¨ªa agudizar la situaci¨®n. Su permanencia, en cambio, es un factor de estabilizaci¨®n, aunque m¨ªnimo.
P.?Cree usted que Yeltsin est¨¢ relacionado con la corrupci¨®n?
R.Yeltsin es responsable de haber permitido que personas cercanas a ¨¦l se vieran mezcladas en la corrupci¨®n, pero no se trata de una responsabilidad jur¨ªdica, sino de una pol¨ªtica y moral.
P.Cuando usted habla de lo que Yeltsin permiti¨® a su familia, ?se refiere a las tarjetas de cr¨¦dito usadas por sus hijas y pagadas por la firma Mabetex?
R.S¨ª, a ellas tambi¨¦n. Indudablemente que la direcci¨®n de Mabetex realiz¨® actividades criminales y as¨ª consigui¨® que se le encargara renovar el Kremlin, la sede del Gobierno, el Consejo de la Federaci¨®n y otros edificios estatales. Y todo esto se hac¨ªa en una estructura presidencial (el Directorio de Bienes), que est¨¢ subordinada a Yeltsin.
P.?Cree que los documentos sobre el uso de las tarjetas por parte de la familia presidencial son aut¨¦nticos?
R.La Fiscal¨ªa suiza me inform¨® de ello en dos ocasiones, en enero y, ya con m¨¢s detalles, en marzo pasados. Adem¨¢s, Chugl¨¢zov declar¨® que el 98% de lo que hab¨ªa escrito la prensa era verdad. Y nadie lo ha desmentido. Por eso creo que los documentos son aut¨¦nticos. Debo decir, no obstante, que la tarjeta del presidente no debe ser considerada delito ni prueba de su corrupci¨®n, teniendo en cuenta la peque?a suma que figura y la financiaci¨®n que el presidente recibe en sus viajes. Pero las tarjetas de sus hijas s¨ª que son cosa seria.
P.Las sumas gastadas por ellas son grandes, especialmente las de Tatiana. ?Se puede calificar estos hechos de corrupci¨®n?R. Hay que investigar el asunto, y creo que el presidente deber¨ªa estar interesado en que as¨ª se hiciera. No excluyo que puedan dar una explicaci¨®n razonable.
P.?Y que piensa de P¨¢vel Borodin, jefe del Directorio de Bienes? Se ha dicho que usted lo ha acusado de corrupci¨®n.
R.No, no. Soy ante todo un jurista. Como hombre de la calle puedo tener una opini¨®n al respecto, pero sigo siendo fiscal general, y como tal debo decir que todav¨ªa no se le ha presentado a nadie ninguna acusaci¨®n oficial relacionada con el caso Mabetex. El tener o no tener cuentas no es delito, y existe la presunci¨®n de inocencia. En el curso de las investigaciones debe determinarse objetivamente si Borodin es culpable o no. No se le puede enlodar, afirmar que sea un vulgar estafador o un ladr¨®n. Otra cosa es que muchas de las facultades que tiene el Directorio de Bienes, a m¨ª, como fiscal general, me parezcan dudosas. Por ejemplo, es un organismo estatal al que al mismo tiempo le est¨¢ permitido tener actividades comerciales.
P.Ahora, paralelamente a Mabetex, figura Mercata, otra firma que ha obtenido jugosos contratos en Rusia utilizando pr¨¢cticamente el mismo esquema de sobornos. Curiosamente la encabeza un dirigente de Nuestra Casa es Rusia, el partido del ex primer ministro V¨ªktor Chernomirdin. As¨ª es que su nombre tambi¨¦n puede sonar otra vez en relaci¨®n a los esc¨¢ndalos, ?no?
R.Eso es una cosa que no se puede excluir, pero que tampoco se puede afirmar al cien por cien. Pero es algo que hay que investigar. El pueblo tiene derecho a saber cu¨¢l es la verdadera cara de cada pol¨ªtico.
P.Usted contin¨²a siendo, al menos oficialmente, fiscal general. Pero dos veces present¨® su renuncia. ?Por qu¨¦ lo hizo?
R.Mi primera carta de renuncia fue producto del chantaje que se me hizo. Confiaba en que, teniendo en cuenta nuestras buenas relaciones, me citar¨ªa y que podr¨ªa explicarle todos los motivos por los que quieren mi dimisi¨®n. Pero no hubo encuentro antes de la votaci¨®n. Despu¨¦s de ella, fui al Kremlin contento porque en el Consejo de la Federaci¨®n obtuve 117 votos a mi favor y pensaba que, junto con el presidente, buscar¨ªamos una salida a la situaci¨®n creada. Pero el encuentro no fue a solas. Junto al presidente estaba Putin y Primakov, lo que ya imped¨ªa tener una conversaci¨®n abierta. M¨¢s a¨²n cuando yo quer¨ªa contarle cosas que estaban directamente relacionadas con ¨¦l y mostrarle ad¨®nde pod¨ªa conducir el esc¨¢ndalo, las consecuencias para el pa¨ªs y para su prestigio. Por supuesto, no toqu¨¦ el tema, es decir, que no hubo una conversaci¨®n franca.
P.Cuando dice que quer¨ªa decirle a Yeltsin las consecuencias que podr¨ªa tener el esc¨¢ndalo, ?a qu¨¦ se refer¨ªa usted?
R.A la informaci¨®n que ten¨ªa de que con Mabetex estaba relacionada su familia. Ahora est¨¢ claro que al desembarazarse de m¨ª no actuaba en inter¨¦s del Estado, sino en sus propios intereses individuales, ya que en mis investigaciones figuraba su familia. El problema es que ¨²ltimamente Yeltsin no controla la situaci¨®n real, eso es lo tr¨¢gico.
P.Hay muchas teor¨ªas sobre las recientes explosiones en viviendas, desde unas que culpan al Kremlin de estar detr¨¢s de ellas hasta las que consideran que son obra de los extremistas isl¨¢micos. ?Qu¨¦ piensa usted?
R.Creo que la huella cauc¨¢sica, la relaci¨®n con los acontecimientos en Daguest¨¢n y Chechenia, est¨¢ clara. Pero tambi¨¦n creo que el papel desempe?ado por los servicios especiales en este asunto debe ser estudiado detalladamente, aunque excluyo que ellos hayan sido los ejecutores directos de esos actos terroristas.
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