T¨¢vora o el guardi¨¢n de las esencias
El se?or T¨¢vora se erige en guardi¨¢n de las esencias andaluzas, de una Andaluc¨ªa de sangre y pandereta que se obstina en defender al amparo de las subvenciones oficiales. Y a tal punto llega su soberbia que el mero hecho de ponerle los puntos sobre las ¨ªes, como ha sucedido en Catalu?a, es "atacar a Andaluc¨ªa".Afortunadamente, hay plumas de categor¨ªa, como Mu?oz Molina, Mendicutti, Manuel Vicent... que se han mostrado contrarias a esa sangr¨ªa-espect¨¢culo a la que ha puesto por nombre "Carmen". Bueno ser¨¢ recordarle que casi estamos en el siglo XXI y que la tortura no es arte... ni cultura.- Purificaci¨®n Gonz¨¢lez de la Blanca. Presidenta de Amigos de la Tierra-Andaluc¨ªa. C¨¢diz.
?Por qu¨¦ repican las campanas?
El ta?ido de las campanas en la lejan¨ªa, su sonido arm¨®nico, cadencioso, pausado, es algo tan grato a los o¨ªdos de cualquier mortal que proporciona una paz interior plena de pensamientos elevados y benevolentes.Por desgracia, no es ese el sonido que las campanas de la mezquita-catedral de C¨®rdoba emiten. Su estruendo atronador, carente de cualquier armon¨ªa y moderaci¨®n, muestra una tosquedad, prepotencia y falta de respeto hacia los desdichados vecinos de la catedral que logran el efecto contrario.
Por favor: ?no se podr¨ªa moderar un poco el sonido de esas campanas? Creemos que un toque menos largo y fuerte servir¨ªa igualmente y al mismo tiempo no molestar¨ªa tanto a los que vivimos cerca.- Humberto Mart¨ªnez S¨¢nchez y 15 firmas m¨¢s. C¨®rdoba.
Los problemas de la ense?anza concertada
Exponer, una vez m¨¢s, la situaci¨®n de discriminaci¨®n que existe entre el profesorado de la ense?anza concertada con la p¨²blica resultar¨ªa tan reiterativo como innecesario. Los medios de comunicaci¨®n han sido lo suficientemente expl¨ªcitos como para dudar de que quede alg¨²n ciudadano andaluz sin conocer su problem¨¢tica. Y con mucho m¨¢s motivo los implicados directos: profesorado, APAS y organizaciones empresariales.Lo que sorprende es la escasa, por no decir nula, participaci¨®n que han tenido y tienen las APAS y patronales, mientras, supongo, comentan los resultados de la contienda. Es decir que los unos se desentienden de un profesorado del que depende directamente la formaci¨®n de sus hijos, y los otros no relacionan la desmotivaci¨®n con la calidad educativa de sus empresas.
Como la mayor¨ªa de los colegios concertados pertenecen a congregaciones religiosas, la referida abulia sube escandalosamente de tono porque no he o¨ªdo ni le¨ªdo declaraci¨®n alguna de sus organizaciones. ?A qu¨¦ puede deberse su llamativo mutismo? ?C¨®mo pretenden que seamos comunidades educativas y cristianas si no practican la solidaridad con sus trabajadores? ?Qu¨¦ posibles intereses amordazan su compromiso por la justicia, valor humano y religioso por definici¨®n?- Manuel Filpo Cabana. Sevilla.
Los problemas de la ense?anza concertada
El pasado d¨ªa 22, la Plataforma por la Homologaci¨®n de Sevilla de los centros concertados de ense?anza all¨ª concentrada para defender sus derechos alcanzaba su mayor¨ªa de edad.Por primera vez, convocada un d¨ªa de huelga en el sector al margen del cielo protector de los sindicatos; imbuidos y ajenos ¨¦stos a los intereses de esta clase trabajadora, no ya tanto por los derechos que reclama (honorarios, jornada de secundaria, centros en crisis...), sino tambi¨¦n por quedar en evidencia nuestra dignidad profesional y sobre todo personal.
All¨ª estaban los compa?eros de los centros: Porta Coeli, Padres Blancos, Escuelas Francesas, Claret, Aljarafe, Esclavas, Salesianos..., concienciados todos de que nos enga?ar¨¢n en nuestros honorarios y horarios con respecto a la Ense?anza P¨²blica -por el momento-, pero que la dignidad, algo sagrado, se tiene y se defiende. De lo contrario, ?qu¨¦ mensajes podremos transmitir a nuestros educados?
Mientras, cada cual tomaba posiciones: los sindicatos, al socaire de los acontecimientos y mirando de soslayo, asumiendo, digo yo, que el paternalismo y la confusi¨®n no les vale como estrategia sindical ni pol¨ªtica. Craso error.
En cuanto a los pol¨ªticos, analizando, que no solucionando, los acontecimientos desde sus fr¨ªos y c¨®modos despachos.
De todas formas, queremos seguir siendo optimistas. Seguiremos creyendo en los sindicatos como tales, a pesar de ciertos sindicalistas fieles y serviles a la disciplina impuesta desde arriba. Seguiremos creyendo en los pol¨ªticos, a pesar de las actuaciones de algunos de ellos.
Dec¨ªa Eugenio Breaux: "La justicia es gratuita; lo que cuesta son los medios de llegar a ella". Sepan pues, que todo llegar¨¢, que mientras haya hombres y mujeres capaces, no cejaremos en nuestras reivindicaciones y que utilizaremos todos los medios a nuestro alcance, eso s¨ª, sin conculcar ley alguna, para diferenciarnos de otros. Seguiremos gritando ?homologaci¨®n! Como reza el lema de la Plataforma: ?Por derecho!- Fernando F. Prieto. Sevilla.
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