Operaci¨®n "cepillo"

Los designios del Se?or son inescrutables. Esta m¨¢xima cristiana se cumpli¨® como pocas veces, el jueves, en la figura de un sacerdote al que la polic¨ªa de Alicante debe el esclarecimiento de una oleada de robos que en las ¨²ltimas semanas han sufrido varios templos religiosos de la ciudad, profanados en persecuci¨®n de la recaudaci¨®n obtenida en concepto de limosnas y hasta ¨®rganos u otros elementos de valor de los templos. Quiso el destino, que no la diosa fortuna, que eso es cosa de paganos, que el p¨¢rroco de la iglesia de la calle del Arquitecto Jover de la capital estuviera presente cuando un joven intentaba desvalijar de nuevo su cepillo. Metido en artes policiales que no le son propias, el cl¨¦rigo solvent¨® en unos segundos una operaci¨®n, con dispositivo de vigilancia incluido, que llevaba de cabeza a la polic¨ªa de la ciudad. El sacerdote retuvo al delincuente, y no lo solt¨® hasta que lleg¨® la patrulla. El joven, menor de edad, confes¨® su participaci¨®n en otros robos similares, e inform¨® al p¨¢rroco de que su anhelado ¨®rgano ya lo hab¨ªa vendido en un barrio del norte, sin aportar m¨¢s datos que puedan ayudar a recuperar la pieza.El modus operandi de los desvalijamientos era siempre el mismo: forzar la puerta de entrada a la iglesia, vaciar los cepillos y emprenderla con el sagrario. Los pecados del muchacho est¨¢n ahora en manos del fiscal de menores.