EA prepara su congreso de refundaci¨®n en un clima de enfrentamiento y tensi¨®n Problemas personales y pol¨ªticos dificultan el refuerzo de su identidad
Las tensiones en Eusko Alkartasuna siguen aflorando en las semanas previas al congreso. Junto a las inc¨®gnitas sobre la disposici¨®n del presidente, Carlos Garaikoetxea, a presentarse a la reelecci¨®n, y sobre la herida real que provoc¨® en la militancia la dimisi¨®n del secretario general, Inaxio Oliveri, la presentaci¨®n de una ponencia de organizaci¨®n alternativa a la oficial ha generado malestar en la direcci¨®n y preocupaci¨®n en las bases. EA afronta su congreso, el 20 y 21 de noviembre, necesitado de reforzar su propia identidad como partido, a pesar de que los problemas personales y pol¨ªticos son m¨¢s fuertes que nunca.
El m¨¢ximo responsable de EA, Carlos Garaikoetxea, no quiso revelar el viernes en el Parlamento vasco cu¨¢l ser¨¢ su futuro dentro de la organizaci¨®n pol¨ªtica que cre¨® en 1986, tras la escisi¨®n del PNV. "Lo anunciar¨¦ el d¨ªa 20", dijo, al m¨¢s puro estilo Felipe Gonz¨¢lez. El partido ha llegado a un momento en el que, seg¨²n representativos miembros de su direcci¨®n, tiene que reafirmarse como proyecto para evitar seguir perdiendo votos y peso espec¨ªfico en la sociedad vasca, cosa que ha venido ocurriendo, elecci¨®n tras elecci¨®n, incluso cuando ha viajado en coalici¨®n con el PNV.Relegado ya a un papel secundario en el concierto pol¨ªtico y s¨®lo apuntalado por su presencia en el Gobierno vasco, el proyecto de EA ha evolucionado en el tiempo de la mano de Garaikoetxea, mir¨¢ndose en el espejo del PNV, pero con mayor independencia ideol¨®gica que los de Xabier Arzalluz.
Garaikoetxea ha conseguido que EA no se quede circunscrito a un fen¨®meno exclusivamente guipuzcoano, sobredimensionando un proyecto que en el nuevo panorama pol¨ªtico, con Euskal Herritarrok participando en las instituciones, tiene un dif¨ªcil hueco.
Pero, posiblemente, tambi¨¦n la propia figura de Garaikoetxea es la que encorseta a un proyecto "demasiado personalista" como se recoge en la ponencia alternativa de organizaci¨®n y estatutos, que demanda un proceso de aperturismo y mayor participaci¨®n de las bases.
En la nueva situaci¨®n pol¨ªtica de Euskadi las diferencias internas han aflorado. El viaje electoral junto al PNV en los comicios municipales y forales de junio fue una apuesta de uno de los sectores del partido, y los resultados no respaldaron la operaci¨®n. El precio personal de aquella apuesta fue el secretario general Inaxio Oliveri, cuya dimisi¨®n evidenci¨® el furor de un debate pol¨ªtico y personal que se inclinaba m¨¢s en algunos sectores de Vizcaya hacia los pactos y acuerdos con EH.
Estabilizados en torno a los 100.000 votos, cota a la que han llegado desde los 190.000 que consiguieron en junio de 1987, la ponencia pol¨ªtica de EA persigue el equilibrio entre esas dos tendencias y busca la equidistancia respecto del PNV y de EH, teniendo como referencia la declaraci¨®n de Lizarra. Ese acuerdo puede convertirse en el paraguas que facilite el remanso de paz interna a un debate ideol¨®gico crispado, al permitir una aproximaci¨®n equidistante a EH y al PNV, pero manteniendo las siglas al margen de coaliciones electorales.
EA tendr¨¢ que tomar una decisi¨®n sobre la posibilidad de repetir la coalici¨®n con el PNV, cuesti¨®n ¨¦sta que parece imposible, salvo que una acci¨®n conjunta de los nacionalistas aconseje tomar esa direcci¨®n estrat¨¦gica. En ese caso, la Asamblea Nacional podr¨ªa cambiar una decisi¨®n congresual siempre que se decida por dos tercios.
Sin embargo, m¨¢s all¨¢ del debate ideol¨®gico, la principal batalla se va a centrar en la ponencia de organizaci¨®n, en la que la actual direcci¨®n se ha encontrado con la oposici¨®n de una enmienda a la totalidad que presentan los cr¨ªticos. El actual aparato del partido quiere tener m¨¢s amarrados a los cargos significativos de las organizaciones provinciales. La ponencia de organizaci¨®n, cuyo redactor es el vicesecretario general Rafa Larreina, propone una estructura vertical entre la direcci¨®n nacional de EA y las ejecutivas provinciales, es decir, que el propio aparato del partido tenga un control suficiente de las secretar¨ªas de comunicaci¨®n, organizaci¨®n y finanzas.
En opini¨®n de los cr¨ªticos, esa maniobra es muy poco democr¨¢tica y menos participativa, ya que resta autonom¨ªa a los ¨®rganos provinciales, en beneficio de la organizaci¨®n nacional.
Curiosamente, el sector cr¨ªtico coincide con el colectivo m¨¢s fuerte de Guip¨²zcoa, donde EA obtiene sus mejores resultados. Pr¨®ximos a Inaxio Oliveri, y partidarios de un acercamiento al PNV, esperan que el congreso no sea "un instrumento para marginarnos", sino que se produzca un esfuerzo por ambas partes para "de verdad" intentar reforzar el proyecto de EA. "Nuestra postura no es ning¨²n ataque contra la ejecutiva nacional, sino una propuesta de debate", declaran.
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