El PP exige al alcalde de M¨®stoles que se someta a una moci¨®n de confianza
La fuga de dos ediles socialistas de M¨®stoles (195.300 habitantes) al grupo mixto ha desencadenado una polvareda de reacciones y c¨¢balas. El presidente del PP local, Fernando Bastarreche, pidi¨® ayer al alcalde, Jos¨¦ Mar¨ªa Arteta, del PSOE, que se someta a una moci¨®n de confianza "para que ¨¦l mismo compruebe los apoyos con los que cuenta". Fuentes cercanas a los dos tr¨¢nsfugas interpretan que el objetivo de Mariano Bonilla y Carlos Gallo es "barrer al secretario general en la agrupaci¨®n local y al alcalde" por viejas luchas de poder y rencillas.
Una inc¨®gnita corroe la corporaci¨®n municipal desde el viernes pasado: el porvenir del equipo de gobierno de M¨®stoles, una ciudad situada entre las 20 m¨¢s importantes de Espa?a por su n¨²mero de habitantes. El ejecutivo local, formado por el PSOE (11 concejales) e Izquierda Unida (tres), se qued¨® en minor¨ªa tras la fuga de dos ediles socialistas, Mariano Bonilla y Carlos Gallo, al grupo mixto.El desenlace m¨¢s dr¨¢stico ser¨ªa la moci¨®n de censura, pero ni el gobierno ni la oposici¨®n quieren o¨ªr hablar "de momento" de esa opci¨®n. El presidente del PP en el Ayuntamiento, Fernando Bastarreche, ve otra alternativa "inmediata": la moci¨®n de confianza. Esta medida, que tiene que ser convocada por el propio alcalde, implica la reuni¨®n del pleno municipal y el sometimiento a votaci¨®n de la confianza de los concejales en el regidor. En caso negativo, no implica la p¨¦rdida del poder, aunque s¨ª del cr¨¦dito pol¨ªtico.
A juicio de Bastarreche, la moci¨®n de confianza resulta ineludible. "Hemos sido respetuosos durante mucho tiempo con lo que parec¨ªa un problema interno del PSOE mostole?o, pero, desde el instante en que ese enfrentamiento ha tocado de lleno al gobierno local, debemos pedirle a su m¨¢ximo representante que sea responsable y nos demuestre si sigue contando con el apoyo de su equipo", manifest¨®. "El municipio est¨¢ desgobernado, y Arteta, desautorizado, porque en junio arrebat¨® el gobierno de M¨®stoles a la lista m¨¢s votada , arrog¨¢ndose una mayor¨ªa absoluta, y ahora queremos saber si la mantiene", a?adi¨®.
Junto a la cuesti¨®n de confianza, otros pol¨ªticos mostole?os manejan la posibilidad de la moci¨®n de censura o el pacto del equipo de gobierno con los dos concejales del grupo mixto, tal y como ocurri¨® en el mandato pasado con un edil que abandon¨® las filas de Izquierda Unida. Para que triunfe la moci¨®n de censura hace falta una mayor¨ªa absoluta de proponentes; es decir, que 14 de los 27 concejales de M¨®stoles le retiren su apoyo al actual alcalde y suscriban un recambio. Para ello ser¨ªa imprescindible que al menos uno de los dos tr¨¢nsfugas del PSOE votara con los 13 ediles del PP. El presidente de los populares en Madrid, P¨ªo Garc¨ªa Escudero, record¨® el s¨¢bado que en principio no estaba dispuesto a suscribir una moci¨®n de censura, "y menos con dos tr¨¢nsfugas del PSOE", pero todo depender¨ªa "de la situaci¨®n de gobernabilidad en que quedase el municipio de M¨®stoles".
Pormenores
Hoy est¨¢ previsto que Mariano Bonilla y Carlos Gallo revelen los pormenores de su marcha del grupo socialista municipal. Entretanto se han tomado el fin de semana para reflexionar en solitario y no se han comunicado siquiera con el alcalde, que a ¨²ltima hora de ayer segu¨ªa esperando "razones" con el tel¨¦fono m¨®vil encendido. Una fuente pr¨®xima a ambos concejales sostiene que la pretensi¨®n es desbancar al secretario general del PSOE de M¨®stoles, Antonio Mac¨ªas (tambi¨¦n edil de Promoci¨®n Econ¨®mica), y al regidor "por luchas de poder y rencillas personales". En principio, y seg¨²n esta misma fuente, el edil ofreci¨® su apoyo y el de sus adl¨¢teres a Antonio Mac¨ªas, del que ya fue aliado en las elecciones a la presidencia del comit¨¦ local. Pero la alianza no cuaj¨® para las primarias y Bonilla decidi¨® entonces tentar al regidor, que acept¨®, gan¨® y coloc¨® al hoy edil tr¨¢nsfuga como n¨²mero dos de la candidatura socialista a las elecciones del 13 de junio. "Bonilla ha criticado siempre a Mac¨ªas por su gesti¨®n en la agrupaci¨®n y por eso quiere que se vaya", remata la fuente.
Por su parte, el regidor volvi¨® a insistir ayer en que desconoce por completo los motivos del portazo de los ediles d¨ªscolos. Mientras, la ejecutiva del PSOE local tambi¨¦n se sacude cualquier responsabilidad asegurando que "el problema no es del partido". El secretario de pol¨ªtica institucional de la agrupaci¨®n mostole?a, Fernando Mart¨ªnez, trat¨® ayer de transmitir sosiego. "Apoyamos un¨¢nimemente al grupo de concejales del PSOE y al alcalde, y hemos trasladado el problema al comit¨¦ regional del partido", coment¨®.
En lo referente a si los asuntos del partido o del gobierno han motivado la fuga de Bonilla y Gallo al grupo mixto, el secretario general de la Federaci¨®n Socialista Madrile?a, Jaime Lissavetzky, fue contundente: "No se puede confundir un debate dentro del PSOE con la obligaci¨®n de gobernar que asumen las personas que son elegidas por los ciudadanos". "Como militante, se puede debatir internamente en el sentido que a uno le parezca m¨¢s oportuno, pero hay que mostrar absoluto respeto por la instituci¨®n municipal una vez que eres elegido concejal", recalc¨®.
Entrega del acta
La comisi¨®n permanente de la FSM se reunir¨¢ esta tarde para proponer al Comit¨¦ Federal que expulse del partido a Bonilla y Gallo si ambos no vuelven hoy mismo a la disciplina del partido. Asimismo se les pedir¨¢ que entreguen su acta de concejal porque, seg¨²n Lissavetzki, "se han conseguido gracias a los votos que recibi¨® el PSOE en M¨®stoles".
Mandatos convulsos
El gobierno de M¨®stoles, en manos del PSOE desde 1979, nunca se ha enfrentado a una moci¨®n de censura. Ni siquiera en el mandato pasado, cuando el grupo socialista toc¨® fondo consiguiendo s¨®lo ocho sillones (de los 27 que tiene la corporaci¨®n) y tuvo que valerse de los seis ediles de IU para mantener el poder. Lejos quedaba el periodo de 1983 a 1987, en el que el PSOE gobern¨® con la superioridad que otorgan 20 concejales. La etapa m¨¢s convulsa lleg¨® en 1991, cuando el grupo socialista se dividi¨® en dos bandos irreconciliables. El regidor, Jos¨¦ Baigorri, no aguant¨® la presi¨®n y dimiti¨®, pero altos responsables del partido le obligaron a volver. La armon¨ªa dur¨® poco, porque el regidor, al final, hizo las maletas. As¨ª y todo, el PSOE apur¨® ese mandato y volvi¨® a gobernar en 1995. Con estos antecedentes, la crisis actual no sorprende a los m¨¢s veteranos de un equipo lleno de supervivientes: el propio alcalde fue edil de Urbanismo en 1983.
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