El Ej¨¦rcito ruso espera tan s¨®lo la orden del Gobierno para atacar la capital de Chechenia
Los militares rusos han cumplido la orden del primer ministro, Vlad¨ªmir Putin, de ocupar el tercio de Chechenia al norte del r¨ªo Terek y tomar posiciones estrat¨¦gicas al sur. La siguiente l¨ªnea del frente se sit¨²a en Grozni, capital de la rep¨²blica independentista del C¨¢ucaso Norte. El mando militar espera la orden de ataque, y el pol¨ªtico medita si debe darla o no. El recuerdo de la humillaci¨®n sufrida en la primera guerra (1994-1996) aconseja prudencia. El deseo de tomarse la revancha alienta, sin embargo, a los partidarios de resolver la cuesti¨®n chechena de una vez y para siempre.
La batalla propagand¨ªstica con la que ambos bandos acompa?an sus acciones militares no impide constatar que, por el momento, las fuerzas rusas llevan la iniciativa, consolidan su control del norte y van cerrando el cerco sobre Grozni, aunque la ruta hacia la capital no se halla tan expedita como hace cinco a?os.No se trata de una victoria en toda regla, ya que las milicias chechenas rechazan el enfrentamiento abierto que les supondr¨ªa un alto n¨²mero de bajas. Por eso, utilizan t¨¢cticas guerrilleras, efect¨²an incursiones tras las l¨ªneas enemigas y se repliegan cuando el terreno o la proporci¨®n de fuerzas les resultan desfavorables. La estrategia tambi¨¦n le da resultados y, en todo caso, dilata el triunfo militar de Mosc¨².
El jefe de las tropas rusas del C¨¢ucaso, general V¨ªktor Kaz¨¢ntsev, sostiene que el asalto a Grozni, que ya est¨¢ a tiro de ca?¨®n, "depender¨¢ de la situaci¨®n". Un alto cargo del Ministerio de Defensa, el general Vlad¨ªmir Kulakov, asegura por su parte que la m¨¢quina de guerra invasora se halla a unos 20 kil¨®metros de la capital chechena. La cadena de televisi¨®n independiente NTV indica, finalmente, que una divisi¨®n de carros de combate se ha desplegado a siete kil¨®metros de Grozni, aunque sin emprender de momento ninguna acci¨®n ofensiva contra la ciudad.
Seg¨²n fuentes rusas, la aviaci¨®n sigue machacando bases rebeldes en diversas localidades de los alrededores de Grozni y en otras m¨¢s alejadas como Bamut, cerca de la frontera con Ingushetia. Un portavoz del Ministerio de Defensa afirm¨® ayer de que la artiller¨ªa rusa ha bombardeado, adem¨¢s de Bamut, Gazuni, Shal¨ª, Chechenaul, Sovietskaya y Chaderi, nombres muchos de ellos de hondas resonancias de la pasada guerra de 1994.
El general Kulakov sostiene que "ni un solo avi¨®n, ni un solo lanzamisiles, ni un solo ca?¨®n" dispara contra zonas residenciales, sino ¨²nicamente contra bases y arsenales de "bandidos y pistoleros". Seg¨²n ¨¦l, es mentira que se mate a civiles, una afirmaci¨®n que contrasta con la destrucci¨®n que han podido ver periodistas independientes en varias localidades chechenas y los testimonios que han recogido.
La temida segunda fase
Todo est¨¢ a punto para la segunda fase. Objetivo: Grozni. Si llega la orden, lo m¨¢s probable es que se lance, probablemente durante varias semanas, una intensa campa?a de bombardeos sobre una ciudad que ya no es sino el esqueleto de la metr¨®polis de 400.000 habitantes que era antes de diciembre de 1994. S¨®lo despu¨¦s se arriesgar¨ªan los rusos a volver a lanzar sus blindados para ocuparla, sin caer en el mismo error de la tr¨¢gica Nochevieja de hace cinco a?os. Entonces, sin el apoyo de la infanter¨ªa, los tanques rusos fueron destruidos a centenares en luchas callejeras, y sus tripulaciones exterminadas casi sin posibilidad de defensa. Centenares de cad¨¢veres de soldados quedaron durante semanas para pasto de perros, gatos y ratas en la capital de Chechenia.
El presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, se reuni¨® ayer con Putin para estudiar la situaci¨®n. Con toda seguridad, hablaron del siguiente paso a dar, y de si es posible lograr el objetivo de limpiar Chechenia de "terroristas" sin lanzar una ofensiva a gran escala que suponga la ocupaci¨®n total de la Rep¨²blica. Esta ¨²ltima opci¨®n se antoja casi imposible, habida cuenta de que, aunque pierdan Grozni, las milicias tienen en el sur monta?oso un terreno especialmente propicio para mantener una resistencia a ultranza durante un largo periodo de tiempo.
El mando ruso est¨¢ cayendo en un triunfalismo que parece olvidar las lecciones del pasado y que se basa en que el empleo masivo de la artiller¨ªa y la aviaci¨®n est¨¢ reduciendo al m¨ªnimo las bajas propias. Esa limpieza quir¨²rgica, similar a la de la OTAN en el conflicto de Kosovo, no da importancia a los devastadores efectos colaterales sobre la poblaci¨®n civil chechena.
Lo importante, desde la perspectiva de Mosc¨², es que las madres de los soldados no est¨¢n recibiendo, como en 1995, las siniestras bolsas con los cad¨¢veres de sus hijos. Eso, y el clima antichecheno suscitado fuera del C¨¢ucaso, explica el espectacular aumento de popularidad de Putin desde que comenz¨® el conflicto.
Llamamiento a los refugiados para que vuelvan al norte
"No hay nada que temer. Ahora reinan aqu¨ª la ley y el orden". El general Vlad¨ªmir Kulakov intent¨® ayer con estas palabras convencer a los miles de personas que huyeron del norte de Chechenia cuando entraron las tropas rusas que pueden volver libremente a sus hogares. Algunos de ellos abandonaron la rep¨²blica y se dirigieron a Ingushetia. Otros siguen cerca del r¨ªo Terek.Rusia intenta demostrar que es capaz de implantar una administraci¨®n modelo en la zona bajo su control, y quiere presentarla como contraste del caos que existe en el resto de Chechenia, donde, a falta de un poder central efectivo, las milicias act¨²an de forma independiente y campan bajo la ley del miedo.
Bor¨ªs Yeltsin ha nombrado incluso un nuevo viceprimer ministro, Nikol¨¢i Koshman, que tendr¨¢ a su cargo la reconstrucci¨®n de la zona y la vuelta a la normalidad de escuelas, hospitales y otros servicios esenciales.
Seg¨²n el general Kulakov, el Ministerio de Defensa ha enviado ya 1.500 toneladas de ayuda humanitaria, consistente sobre todo en comida, ropa y calzado. El jefe militar llega a decir, con escaso sentido de la medida, que en el territorio "liberado" se aprecian las huellas del "genocidio perpetrado por los terroristas y g¨¢nsteres contra su propio pueblo".
Por su parte, Viacheslav Mijailov, ministro ruso para las Nacionalidades, declar¨® ayer que, desde el comienzo de las hostilidades, han abandonado Chechenia unas 180.000 personas. El 90%, aproximadamente, ha elegido Ingushetia como punto de destino, una rep¨²blica que apenas si tiene 320.000 habitantes y que es una de las m¨¢s pobres de Rusia. Seg¨²n Mijailov, quedan en Chechenia entre 340.000 y 360.000 personas. D¨ªas antes, el ministro de Defensa, ?gor Sergu¨¦yev, hab¨ªa dado una cifra mucho menor: 160.000. En 1993, antes de la primera guerra, la poblaci¨®n chechena era de 1.200.000.
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