Los da?os en las nuevas viviendas estar¨¢n cubiertos hasta diez a?os por un seguro

Desde una gotera hasta los cimientos. Los da?os de un edificio de viviendas ser¨¢n reparados de forma autom¨¢tica y gratuita para su due?o hasta 10 a?os despu¨¦s de que el edificio haya sido terminado, seg¨²n la ley de edificaci¨®n aprobada ayer por el Congreso, y que en las pr¨®ximas semanas ser¨¢ publicada en el BOE. Los constructores y promotores deber¨¢n contratar tres seguros diferentes para ello, lo que encarecer¨¢ la vivienda entre un 0,6% y un 0,8%, seg¨²n el Ministerio de Fomento. El texto tambi¨¦n pone fin a la guerra profesional entre arquitectos e ingenieros industriales.

La Ley de Ordenaci¨®n de la Edificaci¨®n, que entrar¨¢ en vigor en mayo, nace con la pretensi¨®n de convertirse en la constituci¨®n del sector, pero "se queda corta", seg¨²n el diputado socialista V¨ªctor Morl¨¢n. Sus 20 art¨ªculos regulan todos los aspectos de la construcci¨®n de cualquier edificio y establecen una "gran garant¨ªa" para los compradores de vivienda nueva, en palabras del ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado.Esa garant¨ªa se traduce en en tres seguros distintos que deben contratar constructores y promotores, seg¨²n el caso, para cubrir posibles problemas provocados por una construcci¨®n defectuosa. Cada seguro corresponde a un tipo de da?o y tiene una duraci¨®n diferente.

As¨ª, estar¨¢n cubiertos durante 10 a?os los da?os relacionados con los cimientos, las vigas, los techos o cualquier otro elemento que afecte a la estructura del edificio. La rotura de una tuber¨ªa o cualquier otro problema que afecte a las condiciones de habitabilidad del piso estar¨¢n garantizados durante tres a?os. Y si se resquebraja la pintura o se produce cualquier otro defecto en el acabado de la obra por alg¨²n vicio oculto del edificio, la compa?¨ªa aseguradora abonar¨¢ el importe de la reparaci¨®n si el da?o tiene lugar durante el primer a?o de vida del edificio.

El seguro es autom¨¢tico, pero tanto la compa?¨ªa como el propietario podr¨¢n reclamar responsabilidades por incumplimiento de contrato.

La contrataci¨®n de estos seguros provocar¨¢ un incremento del precio de la vivienda de entre un 0,6% y un 0,8%, seg¨²n los c¨¢lculos del Ministerio de Fomento. Esto significa que un piso que hoy se vende por 20 millones de pesetas se encarecer¨ªa entre 120.000 y 160.000 pesetas. Las asociaciones de consumidores consideran "razonable" una subida de hasta el 0,5%, pero, incluso si se produce la calculada por el Gobierno, reconocen la importancia de la ley para el usuario.

Estas nuevas obligaciones sustituyen un panorama confuso en el que el constructor no tiene por qu¨¦ contratar un seguro, el propietario no sabe a qui¨¦n reclamar y no est¨¢n claras las responsabilidades.

El presidente de la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU), Jos¨¦ Mar¨ªa M¨²gica, subraya que los constructores no suelen estar dispuestos a solucionar el problema de forma amistosa, por ejemplo a trav¨¦s del arbitraje, por lo que los propietarios se ven obligados a llevar el asunto a los tribunales, lo que alarga el problema y no garantiza resultados. La mayor parte de las reclamaciones presentadas ante la OCU relacionadas con la vivienda responden a "vicios ocultos" del edificio.

El PSOE no comparte esta opini¨®n. Morl¨¢n asegura que el usuario tendr¨¢ dif¨ªcil reclamar ante los tribunales, ya que la ley "diluye las responsabilidades y demora el proceso". En este sentido, la norma establece que si un constructor, por ejemplo, es demandado por un comprador, ¨¦ste puede pedir que la demanda se notifique a todos los participantes en la edificaci¨®n (promotor, proyectista, director de obra y otros). El texto obliga al Gobierno a elaborar un c¨®digo t¨¦cnico que establecer¨¢ todas las exigencias que debe cumplir un edificio, como seguridad, repercusiones medioambientales y ruidos.

Ingenieros y arquitectos

El texto pone fin a la guerra profesional entre arquitectos e ingenieros industriales. Y da como vencedores a los primeros, que gozar¨¢n en exclusiva del derecho a construir edificios de oficinas, hospitales, iglesias, viviendas, colegios y centros culturales.

Los perdedores son los alrededor de 40.000 ingenieros industriales e ingenieros t¨¦cnicos industriales que durante meses han batallado para que el texto recogiera sus demandas en el tr¨¢mite parlamentario. No lo han conseguido, a pesar de las manifestaciones que sacaron a las calles de varias ciudades espa?olas a miles de estudiantes de esta especialidad en marzo.

El presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Industriales, ?ngel Llobet, subray¨® ayer que el colectivo que representa no descalifica por esta cuesti¨®n una "ley necesaria", pero critic¨® al Gobierno por no haber aprovechado su tramitaci¨®n para favorecer la competencia abierta entre profesionales, en lugar de dejar campos acotados. En el otro lado, los aparejadores y arquitecos se mostraron satisfechos.