La juez proh¨ªbe el uso de las bombas del marjal de Pego que lo desecan desde hace tres a?os

La titular del juzgado que instruye el caso del marjal Pego-Oliva, Esther Rojo, ha prohibido de forma "absoluta" el uso de los grupos de bombeo usados por el Consistorio desde hace tres a?os para la desecaci¨®n del marjal y ha encomendado su vigilancia al Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona). En un auto dictado esta semana, la juez permite que las bombas sean usadas para distribuir el agua "¨²nica y exclusivamente" en el caso del cultivo del arroz, contemplado en el Plan de Ordenaci¨®n de los Recursos Naturales (PORN) del parque natural.

Desde hace m¨¢s de tres a?os, el Ayuntamiento de Pego, dirigido por el independiente (antes de Uni¨®n Valenciana) Carlos Pascual, deseca d¨ªa y noche el parque natural del marjal Pego-Oliva mediante unas bombas pagadas por el Consistorio y alimentadas con gas¨®leo financiado con dinero municipal. Los reiterados autos de la juez que instruye una denuncia de la fiscal¨ªa del Medio Ambiente por la destrucci¨®n del espacio h¨²medo no han servido para paralizar la actividad de las bombas. Ahora, el auto establece que corresponder¨¢ al gobierno valenciano, en concreto a la Consejer¨ªa del Medio Ambiente, la regulaci¨®n "del modo" en que se va a utilizar el agua "as¨ª como del caudal preciso".En los fundamentos del auto firmado por la titular del Juzgado n¨²mero dos de D¨¦nia se indica que funcionan en el parque natural del marjal Pego-Oliva dos grupos de bombeo del agua -en las partidas Estalons y Magraner- "cuya acci¨®n provoca la disminuci¨®n del nivel fre¨¢tico". Por ello la juez atribuye al Seprona la funci¨®n de comprobar el uso que se hace de las bombas y establece que debe dar cuenta "de inmediato" al juzgado cuando tenga constancia fehaciente de que los grupos de bombeo se est¨¢n utilizando para desecar el parque, precint¨¢ndolos si fuese necesario.

La resoluci¨®n de la juez ha sido dictada tras el an¨¢lisis de los informes periciales y la comparecencia en el juzgado de sus autores, Eduardo Galante y Andr¨¦s Sendra, la semana pasada. Se tienen en cuenta igualmente los art¨ªculos 339 del C¨®digo Penal, 45 de la Constituci¨®n Espa?ola y 13 de la Ley de Enjuciamiento Criminal, as¨ª como el auto que firm¨® la misma Esther Rojo el 14 de marzo de 1997 prohibiendo cualquier transformaci¨®n en el marjal, que han pasado por alto en repetidas ocasiones los agricultores con el respaldo del Ayuntamiento.

Ante esta actitud, el abogado de la Generalitat valenciana hab¨ªa solicitado en el mes de diciembre de 1998 la adopci¨®n de nuevas medidas de protecci¨®n en el parque natural, como el precinto de las bombas extractoras de agua y la supresi¨®n de los terraplenes de contenci¨®n del r¨ªo Molinell y el r¨ªo Bullent, tambi¨¦n instalados por Pascual para destruir el marjal. El Ministerio Fiscal se pronunci¨® poco despu¨¦s, en el mes de enero, a favor de la petici¨®n, que consider¨® "necesaria y procedente".

El auto constituye as¨ª el en¨¦simo aviso al alcade de Pego y a los regantes de este municipio, que se empe?an desde hace a?os en desecar el humedal para implantar diversos regad¨ªos pese a que est¨¢ declarado espacio protegido desde enero de 1995. Los autos y ¨®rdenes expresas del Consell no han impedido los continuos incendios, aterramientos, desecaciones y cultivos il¨ªcitos en el parque.