ETA endurece las condiciones para reunirse con el Gobierno y nombra interlocutores a tres presos

La organizaci¨®n terrorista ETA anunci¨® ayer su disposici¨®n a reanudar las conversaciones con el Gobierno espa?ol, que la banda declar¨® rotas el pasado 28 de agosto cuando s¨®lo se hab¨ªa celebrado un ¨²nico contacto, el 19 de mayo anterior. Pero el temario y los interlocutores que fija -en el noveno comunicado desde la declaraci¨®n de la tregua indefinida el 16 de septiembre de 1998- para la nueva reuni¨®n suponen un notable endurecimiento de las condiciones para el di¨¢logo, que dificulta su aceptaci¨®n por el Gobierno. ?ste se?al¨® ayer mismo, en una medida nota, que no ha recibido a¨²n la "carta oficial" difundida por ETA, que interpreta su contenido como puramente propagand¨ªstico y de consumo "interno", y que sigue dispuesto a continuar el di¨¢logo con la organizaci¨®n terrorista en los t¨¦rminos planteados antes de su "suspensi¨®n unilateral". Desde otra perspectiva, las fuerzas nacionalistas, el PNV y EA, tambi¨¦n se esforzaron por rebajar la dureza de la "nota de prensa" de ETA y la valoraron como otro movimiento en el pulso de imagen establecido entre la banda y el Gobierno de Aznar. Para IU supone una involuci¨®n y desde el PSOE Manuel Chaves la tild¨® de chantaje y provocaci¨®n. M¨¢s all¨¢ de las reacciones, la misiva remitida el s¨¢bado a los diarios Gara y Egunkaria es considerada "muy preocupante" en medios pol¨ªticos vascos, tanto por el tono y el contenido de la misma como por el momento en el que llega. En este sentido, expresaron su temor de que suponga una maniobra de la organizaci¨®n terrorista para dejar sin margen de maniobra al Gobierno e ir construyendo motivos sobre los que poder argumentar m¨¢s tarde una eventual ruptura de la tregua. Esta inquietud es compartida en privado por pol¨ªticos nacionalistas y por miembros del propio Ejecutivo del PP. El contexto aparece dibujado por un profundo estancamiento del proceso de Lizarra, que propici¨® la tregua, y una absoluta incomunicaci¨®n entre las fuerzas nacionalistas y los partidos de ¨¢mbito estatal, y entre el Gobierno de Aznar y el PNV. A esto se a?ade la alarma causada por el asalto al polvor¨ªn de Breta?a y la decisi¨®n de HB de no participar y propugnar la "abstenci¨®n activa" en las pr¨®ximas elecciones generales. La agenda que propone ETA para la nueva reuni¨®n adquiere el car¨¢cter de un emplazamiento. Le plantea al Gobierno, en tono perentorio, que en ella responda a cuatro cuestiones: si est¨¢ dispuesto a "respetar los acuerdos y la voluntad que libremente expresar¨¢ Euskal Herria" -en otras palabras, el llamado "¨¢mbito vasco de decisi¨®n"-, y de qu¨¦ forma y "con qu¨¦ garant¨ªas" va a hacerlo. As¨ª mismo, le requiere precisiones sobre "cu¨¢ndo y c¨®mo" se producir¨¢ la "puesta en libertad de todos los presos pol¨ªticos vascos" y "la salida de las fuerzas armadas extranjeras espa?olas". Con este planteamiento, la organizaci¨®n desborda el esquema en el que ha querido situar el Gobierno sus conversaciones directas: calibrar la sinceridad de su abandono de la violencia y estudiar a cambio la liberaci¨®n de sus presos y el regreso de los huidos. Aunque la misiva contiene por primera vez una referencia a los presos, ¨¦sta aparece en t¨¦rminos no negociables y dentro de un contexto en el que se reafirma el papel de ETA como guardi¨¢n y garante de ese difuso proceso por el que "Euskal Herria [Euskadi, Navarra y el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s] expresar¨ªa libremente su voluntad". La fijaci¨®n de ese temario preciso y cerrado representa un obst¨¢culo objetivo para que se produzca la segunda reuni¨®n con los representantes del Gobierno, si bien los medios pol¨ªticos consultados estiman que puede responder a la "escenograf¨ªa" que envuelve toda negociaci¨®n. M¨¢s trascendencia le otorgan a los representantes que designa ETA y las condiciones que establece para la nueva reuni¨®n.

Los tres comisionados designados por el presidente Aznar -Ricardo Mart¨ª Flux¨¤, Javier Zarzalejos y Pedro Arriola- no tendr¨ªan enfrente a la c¨²pula de la organizaci¨®n, como sucedi¨® en la primera cita del 19 de mayo, en Zurich -acudi¨® el jefe del aparato pol¨ªtico Mikel Albizu, Antza, y la hist¨®rica militante Bel¨¦n Gonz¨¢lez Pe?alba, quien ya particip¨® en las conversaciones de Argel, en 1989-. El Gobierno, por el contrario, tendr¨ªa que aceptar como interlocutores a tres presos -Antton L¨®pez Ruiz, Kubati, el asesino de Yoyes, el veterano ex dirigente Josu Urrutikoetxea, Josu Ternera, y Jos¨¦ Javier Arizkuren, Kantauri, jefe militar de ETA durante la sangrienta ofensiva contra los cargos locales del PP, detenido el pasado 9 de marzo en Par¨ªs-, con lo que ello implica de desaf¨ªo a su sensibilidad. "Se trata pura y llanamente de una provocaci¨®n con la que se busca que el Gobierno d¨¦ un portazo a hablar en tales condiciones", opin¨® una personalidad vasca que ha realizado tareas de mediaci¨®n antes del Acuerdo de Lizarra. Pero no s¨®lo la identidad de sus representantes y la reducci¨®n de su capacidad negociadora representa un serio obst¨¢culo de partida para restablecer una negociaci¨®n operativa. Hay otros no menos importantes: el hecho de que uno de los tres, Kantauri, se encuentre preso en Francia, o la pretensi¨®n de ETA de que la pr¨®xima reuni¨®n se celebre en un escenario "neutral" que sit¨²a en Euskal Herria, con rechazo expreso de "Espa?a" y "el territorio franc¨¦s". Es ¨¦sta una pretensi¨®n sorprendente por cuanto el ¨²nico contacto admitido por ambas parte no se celebr¨® ni en Espa?a ni en Francia, sino en la neutral Suiza. Adem¨¢s, el cumplimiento de esas exigencias ser¨ªa incompatible con la discreci¨®n que la organizaci¨®n ha exigido hasta ahora. De hecho, el motivo principal aducido en agosto para interrumpir el di¨¢logo fue que el Gobierno espa?ol "no ha tenido ni el m¨¢s m¨ªnimo sentido de la discreci¨®n exigible sobre los contactos celebrados". Momento delicado Apegada a su gusto por dar golpes de efecto en circunstancias se?aladas, ETA ha dado a conocer su misiva en un momento muy delicado de la pol¨ªtica vasca. La pol¨¦mica sobre la celebraci¨®n del vig¨¦simo aniversario de la aprobaci¨®n del Estatuto de Gernika, que se cumple hoy, ha ahondado la sima abierta con el Acuerdo de Lizarra entre las fuerzas soberanistas (PNV y EA) y los partidos autonomistas (PSE y PP), y ha marcado el distanciamiento expreso del nacionalismo democr¨¢tico de la v¨ªa estatutaria. En sus sucesivos comunicados, la organizaci¨®n terrorista ha supeditado el mantenimiento de la suspensi¨®n de los atentados no a lo que haga el Gobierno espa?ol, sino a que PNV y EA profundicen en su apuesta por la "construcci¨®n nacional" de Euskal Herria y rompan sus amarras con "Espa?a". Con la carta de ayer, sin embargo, ETA vuelve a situar al Gobierno y a s¨ª misma en un primer plano del proceso iniciado en Lizarra, en un momento en que ¨¦ste aparece estancado y no logra sumar nuevas adhesiones al "proyecto de soberan¨ªa" que deber¨ªa garantizar el Ejecutivo espa?ol.