LUIS ALBERTO DE CUENCA DIRECTOR DE LA BIBLIOTECA NACIONAL "El libro electr¨®nico me parece una delicia pero ser¨¢ un juguete"
Luis Alberto de Cuenca, eminente fil¨®logo y erudito, poeta indispensable en la n¨®mina l¨ªrica de los ¨²ltimos veinte a?os y actual director general de la Biblioteca Nacional, habl¨® en Vitoria la pasada semana de una de sus variadas aficiones: las joyas de la literatura mesopot¨¢mica. Su contacto con las culturas cl¨¢sicas no le impide creer que el desarrollo de todas las nuevas tecnolog¨ªas nunca pondr¨¢n en peligro el uso de libros convencionales.Pregunta. ?C¨®mo es el mundo de la gesti¨®n para quien se ha destacado por su labor po¨¦tica y filol¨®gica?
Respuesta. Creo que la gesti¨®n de una instituci¨®n no es para tanto. Poni¨¦ndonos un poco c¨®micos, un presidente de Gobierno y un presidente de una comunidad de vecinos se parecen mucho: es sobre todo una cuesti¨®n de sentido com¨²n. De ah¨ª que no me asustara la propuesta de dirigir la Biblioteca Nacional, ya hab¨ªa tenido cargos de direcci¨®n en el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas, aunque sab¨ªa que iba a tener que renunciar a algunas actividades. Es dif¨ªcil que un proyecto tan interesante y global no acabe navegando, si se le pone tes¨®n y trabajo.
P. Sin embargo, la Biblioteca Nacional contin¨²a en su tradicional sede de la madrile?a calle de Recoletos. ?No necesita la Biblioteca Nacional un edificio como el que han levantado en Par¨ªs?
R. S¨ª, la nueva Biblioteca de Francia es una aut¨¦ntica pir¨¢mide; una obra colosal, fara¨®nica, que ha costado 200.000 millones de pesetas. Hubo un momento, hace seis a?os, en que se pens¨® en cambiar de sede, porque evidentemente el de Recoletos, en el centro de Madrid, es un edificio emblem¨¢tico, pero se quedaba peque?o. De hecho los fondos de la Biblioteca Nacional son unos 13 ¨® 14 millones de vol¨²menes, de los que en Recoletos s¨®lo est¨¢n tres. El resto est¨¢n en unos maravillosos silos, torres inteligentes, ubicadas en el campus universitario de Alcal¨¢ de Henares, a 30 kil¨®metros de la capital. Esto quiere decir que fue una decisi¨®n acertada el conservar el edificio de Recoletos, porque es un emblema. Tendr¨¢n que pasar cientos de a?os para que el nuevo edificio de la Biblioteca Nacional de Francia alcance esta distinci¨®n. Adem¨¢s de que un edificio de esas dimensiones tiene problemas de personal o de orientaci¨®n para los usuarios.
P. Usted ha disertado en Vitoria sobre las tablillas babil¨®nicas, es experto en las literaturas cl¨¢sicas, ?c¨®mo ve la aparici¨®n en el mercado del libro electr¨®nico?
R. Es un momento important¨ªsimo. Las nuevas tecnolog¨ªas no se oponen en ning¨²n modo a las Humanidades o a una visi¨®n human¨ªstica de la vida, sino que nos facilitan el acceso a la informaci¨®n y nos hacen m¨¢s felices. Luego hay maravillosas pel¨ªculas como The Matrix que muestran una visi¨®n pesimista del asunto, pero esto no deja de ser ciencia-ficci¨®n. Porque, por ejemplo, Estados Unidos es el pa¨ªs con mayor porcentaje de internautas y tambi¨¦n el primero en cuanto a edici¨®n de libros. As¨ª que no creo que peligre el soporte libro, ni que el libro electr¨®nico vaya a sepultar al libro convencional. Por cierto, el libro electr¨®nico me parece una delicia, pero no pasar¨¢ de ser un buen juguete.
P. ?Cu¨¢l es el futuro de las bibliotecas?
R. Seguir¨¢n existiendo esos magn¨ªficos bancos de datos que son las bibliotecas, s¨®lo que cambiar¨¢ el usuario. El que va ahora a pedir una noticia concreta la va a tener digitalizada en pantalla en su hogar; a la biblioteca ir¨¢ el que quiera acariciar la primera edici¨®n de Valle-Incl¨¢n o Baroja porque tiene que realizar una edici¨®n cr¨ªtica. As¨ª, de 800 usuarios se quedar¨¢ en cuatro, pero los bibliotecarios seguir¨¢n trabajando una barbaridad porque la biblioteca ser¨¢ el centro principal para la canalizaci¨®n de la informaci¨®n.
P. ?Deja tiempo la gesti¨®n de la Biblioteca Nacional para la poes¨ªa?
R. La poes¨ªa no es una actividad que exija un tremendo gasto diario; por naturaleza, es algo breve: yo no escribo poemas ¨¦picos, me limito a la l¨ªrica. Ahora mismo ya he terminado un libro, titulado Fiebre alta, que saldr¨¢ primero en M¨¦xico.
P. ?Y si le propusieran renovar en su cargo de director?
R. Es una decisi¨®n complicada. Si digo que estoy muy cansado, dir¨ªa la verdad; y si digo que me encantar¨ªa ver c¨®mo finaliza la cuarta fase de obras que es la definitiva desde que se iniciaran con Juan Pablo Fusi, tambi¨¦n dir¨ªa la verdad.
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