"Fumar es una gran estupidez"
A sus 87 a?os y tras 40 de investigaci¨®n epidemiol¨®gica sobre los efectos del tabaco en la salud, sir Richard Doll, actualmente profesor em¨¦rito de la Universidad de Oxford (Reino Unido), es una de las personas que m¨¢s claro tiene en el mundo lo perjudicial que es el h¨¢bito de fumar."El tabaco produce m¨¢s de 40 enfermedades. Sabemos que los fumadores tienen el doble de riesgo de muerte que los no fumadores y que la mitad de las personas que fuman mueren por causas relacionadas con el tabaco. ?ste es responsable directo de m¨¢s de ocho tipos de c¨¢ncer, entre los que est¨¢n los de pulm¨®n, es¨®fago, p¨¢ncreas o vejiga, y de infarto de miocardio, enfermedades cerebrovasculares, enfisema pulmonar, bronquitis y otras muchas", afirma este epidemi¨®logo brit¨¢nico, que ha viajado a Madrid para asistir a una reuni¨®n internacional organizada por la Escuela Nacional de Sanidad, perteneciente al Instituto de Salud Carlos III.
Doll, ex fumador confeso y convicto y casado con una fumadora recalcitrante a la que tuvo que comprar hace a?os, como ¨¦l mismo declara bromeando, por 100 libras para conseguir que dejara de fumar, se muestra en contra de la prohibici¨®n del tabaco, convencido de que esta medida "no conseguir¨ªa los efectos perseguidos".
"Creo que lo mejor", sostiene, "es informar a la poblaci¨®n de lo malo que es el tabaco para la salud, puesto que hay sobradas evidencias cientificas que refrendan esa tesis. Luego, que cada cual, en el ejercicio de su libertad, decida lo que prefiera. Mi consejo personal es que no se fume porque es una gran estupidez".
Sir Richard Doll inici¨® en 1947 en la Universidad de Oxford, junto con Bradford Hill, que muri¨® hace cinco a?os a los 91, una investigaci¨®n que ha durado cuarenta a?os y cuyos primeros resultados se publicaron en 1950 en The British Medical Journal. Ambos fueron pioneros en demostrar la relaci¨®n directa entre el tabaquismo y el c¨¢ncer de pulm¨®n.
"Empezamos a trabajar en este campo", explica, "a partir de la observaci¨®n del incremento tan notable que se hab¨ªa producido en la prevalencia del tumor pulmonar con respecto a principios de siglo. En nuestra larga experiencia epidemiol¨®gica hemos visto que aproximadamente, cuando se llevan veinte a?os fumando empiezan a aparecer los efectos perjudiciales del tabaco, y a partir de este momento van surgiendo a un ritmo acelerado".
Esta investigaci¨®n, que en principio iba a durar cinco a?os, incluy¨® 40.000 m¨¦dicos, fumadores y no fumadores. Se eligi¨® a estos profesionales, seg¨²n Doll, por ser un grupo de f¨¢cil control y por su relaci¨®n directa con la salud. Durante este tiempo, los autores constataron que en el grupo de fumadores, adem¨¢s de ser mucho m¨¢s frecuente el c¨¢ncer de pulm¨®n, aparec¨ªan otros efectos colaterales debidos al tabaco. "Esta observaci¨®n nos llev¨® a continuar con el estudio y, por suerte, tuvo como consecuencia m¨¢s directa y pr¨¢ctica que la mayor¨ªa de los m¨¦dicos fumadores dejara el tabaco. Entre ellos me incluyo yo, aunque no fuese objeto de la investigaci¨®n", cuenta.
La trascendencia de su trabajo -por el que ha obentenido el t¨ªtulo de sir, que concede la Reina de Inglaterra- ha sido tal que actualmente el Reino Unido es el pa¨ªs con la tasa m¨¢s baja del mundo de poblaci¨®n m¨¦dica fumadora, un 10%.
Aunque ¨¦l mismo admite que el c¨¢ncer es "en gran medida una cuesti¨®n de suerte, ya que su mecanismo de aparici¨®n es sumamente complejo e intervienen tambi¨¦n factores gen¨¦ticos", est¨¢ sobradamente demostrado, seg¨²n subraya, que el tabaco condiciona notablemente esa suerte al actuar como "un potente desencadenante".
Ante los argumentos esgrimidos a favor del tabaco en cuanto que protege frente a ciertos procesos, como el Parkinson o el c¨¢ncer de endometrio, el epidemi¨®logo brit¨¢nico aduce que sucesivas investigaciones pueden rebatir esta afirmaci¨®n y, "en cualquier caso, esta protecci¨®n supondr¨ªa un 1% frente al 99% de efectos nocivos".
Del mismo modo, se?ala que la contaminaci¨®n ambiental, salvo en concentraciones muy elevadas, "no tiene, ni mucho menos, los mismos efectos perjudiciales sobre la salud que el tabaco".
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