Un mundo m¨¢gico
Ten¨ªan al p¨²blico entregado, no como el pasado a?o, cuando el Cirque du Soleil hizo su primera aparici¨®n en Espa?a, que se presentaron aqu¨ª con mucho m¨¢rketing y mucha oficina de promoci¨®n, pero sin padrinos ni fama ni perro que les ladrara. Pero esta vez los del Soleil y su esperado espect¨¢culo Quidam contaban con una clac innumerable. La que acudi¨® anoche al estreno de su primera representaci¨®n en Espa?a antes de ir a Barcelona, Valencia y Bilbao se person¨® en las proximidades del estadio Vicente Calder¨®n, de Madrid, donde estar¨¢n hasta finales de mes. Eran s¨®lo 2.500, pero, eso s¨ª, muy selectos; vamos, de los que no pagan. Entre ellos no faltaba el que estaba pero que muy dispuesto a formar parte, si alg¨²n trastornado se lo propon¨ªa, de la extravagante troupe canadiense, como ocurr¨ªa anta?o, que en toda familia que se preciara hab¨ªa alguien que en alg¨²n momento se hab¨ªa fugado con un circo. No es broma. Lina Morgan o Ra¨²l Sender dec¨ªan que para ellos ser¨ªa una aventura m¨¢gica poder hacer una peque?a gira con este circo. Algunos, como Pedro Almod¨®var, se ofrec¨ªan de "payasas"; el director manchego, que calificaba a los miembros del Cirque du Soleil de virtuosos, confesaba que se ir¨ªa con ellos: "As¨ª aprovechaba para ponerme a dieta". Otros, en cambio, como Miguel ?ngel Cort¨¦s, secretario de Estado de Cultura, conclu¨ªan que ni aunque le cuadruplicasen el mejor sueldo que pudiera so?ar se incorporar¨ªa con estos n¨®madas contempor¨¢neos.Eran muchos m¨¢s los famosos: Eduardo ?rculo, media familia Bos¨¦-Domingu¨ªn, Jos¨¦ Luis Moreno, Ouka Lele, Paco Valladares, Jes¨²s del Pozo, Modesto Lomba o Fernando Schwartz, este ¨²ltimo dulcemente obligado a subir al escenario, o Manuel Vicent, al que sin moverse de su silla le regalaron un estramb¨®tico flequillo para lucir en su famosa calva. Ya lo rezaba el cartel: "Es un espect¨¢culo para todos los p¨²blicos". Adem¨¢s, para todas las edades; de hecho, alg¨²n famoso, como Wyoming, acudi¨® con sus v¨¢stagos.
Tras el espect¨¢culo, que cubri¨® todas las expectativas que los espectadores hab¨ªan puesto en ¨¦l, jolgorio, juerga, canap¨¦s y petardeo. Y alg¨²n a?adido por parte de los artistas, que no escatimaron sus buenos oficios y animaron al p¨²blico con actuaciones supuestamente improvisadas.
El Cirque du Soleil, de origen y factura canadiense y poseedor de una elogiada orquesta en directo, demostr¨® ser una peque?a Babel contempor¨¢nea, en la que sus habitantes provienen de los m¨¢s rec¨®nditos pa¨ªses de los cinco continentes, entre los que se encuentran profesionales que no hace tanto participaban en Juegos Ol¨ªmpicos y competiciones mundiales de atletismo y gimnasia.
Los 20.000 metros cuadrados de la ciudad rodante en la que se ha instalado este circo anoche se quedaron peque?os. Y los incondicionales fans, que parec¨ªan negarse a que la noche se acabara, aparec¨ªan por todos los rincones de las tres grandes carpas que acogen el escenario y otras numerosas instalaciones de este m¨¢gico mundo que nadie como el Cirque du Soleil ha sabido extraer del mundo de la literatura fant¨¢stica para darle corporeidad.
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