Los precandidatos del PRI denuncian que el aparato del partido apoya a Labastida
Tres de los cuatro precandidatos del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia de M¨¦xico denunciaron que la campa?a previa a las primarias de este domingo no fue equitativa, ya que el favorito, Francisco Labastida, ex ministro del Interior del actual presidente, Ernesto Zedillo, recibi¨® apoyos fundamentales del aparato del partido. Ninguno, sin embargo, amenaz¨® con una escisi¨®n en el partido, que por primera vez en su historia elegir¨¢ por sufragio universal a su candidato presidencial del 2000.
Labastida y el ex gobernador de Tabasco Roberto Madrazo han recibido el mayor n¨²mero de votos en los sondeos del proceso contra el dedazo, la antidemocr¨¢tica pr¨¢ctica ejercida por los presidentes de M¨¦xico en los ¨²ltimos 70 a?os, todos del PRI. El cancidato ser¨¢ designado por todos los electores, con independencia de su pertenencia o no al PRI.Los discursos de los cuatro magn¨ªficos en el cierre de campa?a, las promesas de Labastida, Madrazo, Manuel Bartlett, cuyo ¨²ltimo cargo fue gobernador de Puebla, y Humberto Roque, ex presidente del PRI, constituyeron de hecho una enumeraci¨®n de las principales calamidades nacionales: la pobreza, la inseguridad, la corrupci¨®n o la impunidad. Todos se alejaron del "neoliberalismo" y se comprometieron con la justicia social.
"La voz colectiva demanda un cambio. Se trata de votar por los mismos de siempre o por el cambio", declar¨® Madrazo, la revelaci¨®n, militante desde que calzaba pantalones cortos, a quien se acus¨® de haber utilizado en la promoci¨®n de su imagen fondos de la gobernaci¨®n de Tabasco y otros de ignorado origen. La trayectoria de los otros tres candidatos tambi¨¦n es org¨¢nica desde sus inicios: han sido ministros, gobernadores, coordinadores parlamentarios o altos funcionarios.
El cierre de campa?a no fue un debate, porque el objetivo fue presentar un mensaje de unidad dentro de la discrepancia. Los cuatro candidatos, en presencia de la direcci¨®n del partido y de invitados pri¨ªstas, leyeron sendos discursos, cargados de ret¨®rica en algunos tramos, y coincidieron en que, por encima de todo, hay que salvar la unidad del PRI, favorito en las elecciones generales del 2000 despu¨¦s del fracaso del proceso encaminado a forjar una coalici¨®n opositora.
Cicatrizar heridas
No hubo foto oficial de los cuatro contrariamente al arranque de la campa?a durante la que se dijeron p¨²blica, y privadamente, cosas fuertes. "Vamos a tardar en cicatrizar al partido, porque la herida es muy profunda", admiti¨® Roque.Contrariamente a lo previsible, las cr¨ªticas a las supuestas intromisiones del partido a favor de Labastida fueron m¨¢s duras por parte de Bartlett que de Madrazo, quien se limit¨® se?alar que las primarias fueron desvirtuadas con "f¨®rmulas agotadas por el tiempo". "Madrazo ya ha negociado algo", adivinaba ayer un observador. El dinosaurio Bartlett fue m¨¢s furibundo: "No debemos cerrar los ojos y volver al silencio. No ha habido competencia acorde a las reglas. Los gastos han sido escandalosos y han rebasado los topes acordados. La cargada [el apoyo del aparato del partido y de los gobernadores] ha sido avasalladora y no se ha retirado. La desviaci¨®n de recursos ha sido denunciada en vano". Los suyos le aplaudieron a rabiar.
Labastida defendi¨® la decencia de su conducta en las primarias: "Actu¨¦ con rectitud, ofrec¨ª lo que puedo dar: honestidad, trabajo, soluciones y buenos resultados". Seg¨²n el ex ministro del Interior, el proceso marca un cambio irreversible en el PRI y de ahora en adelante su poder emanar¨¢ de las bases, no del dedo presidencial. "El PRI, al que neciamente insisten en anticiparle responsos y celebrarle novenarios, no s¨®lo goza de buena salud, sino que hoy tiene mayor vigor, mayor ¨ªmpetu y mayor confianza en su presente y en su futuro". Los cuatro reiteraron que responder¨¢n a los anhelos del pueblo mexicano, que exige menos ofrecimientos huecos y m¨¢s hechos.
La lectura de las primarias del opositor Felipe Calder¨®n Hinojosa, que fue presidente del conservador Partido de Acci¨®n Nacional (PAN), era ¨¦sta: "Lo que sabe respecto del sistema al que pertenece es un salvoconducto para que nadie act¨²e en su contra. Su lealtad poselectoral puede ser premiada con una vuelta al Gabinete". "?Cu¨¢ntos millones de d¨®lares se gastaron en su campa?a y qui¨¦n los pag¨®? Son preguntas que se efect¨²an en todas las partes, especialmente en el equipo de Labastida", prosigue Calder¨®n. "Probablemente tengan la respuesta en sus propios escritorios, pero hacerla conocer significar¨ªa romper una regla de impunidad del sistema al que pertenecen".
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