Cantaora a la intemperie
Lleno total en esta sesi¨®n que el ciclo A coraz¨®n abierto del Festival de Oto?o dedic¨® a Carmen Linares. La cantaora ha alcanzado ya hace tiempo ese privilegiado status de los ¨ªdolos incondicionales cuyo solo nombre tiene una importante capacidad de convocatoria. Es, sin duda, la voz femenina que en el flamenco de los noventa tiene una m¨¢s decisiva presencia, y ciertamente es una presencia fecunda, que ha contribuido a impulsar el cante de mujer en un arte que nunca estuvo sobrado de grandes cantaoras y que por a?adidura arrastr¨® tradicionalmente el sambenito de machista, me temo que totalmente justificado.La ¨²ltima grabaci¨®n de Carmen Linares, una antolog¨ªa del cante de mujer en dos vol¨²menes que ha tenido excelente acogida y notable divulgaci¨®n, ha sido la culminaci¨®n de un trabajo siempre muy profesional y bien hecho. Carmen se mostraba ah¨ª en plenitud de facultades y en posesi¨®n ya de un conocimiento y un saber de lo jondo realmente admirables.
A coraz¨®n abierto
Cante: Carmen Linares. Toque: Manolo Franco. Anfiteatro del Colegio de M¨¦dicos. Madrid, 5 de noviembre.
En el recital que nos ocupa, y como es costumbre en estos ciclos flamencos de cada oto?o, Carmen Linares tuvo que lidiar con un toro dif¨ªcil: el sonido directo, sin megafon¨ªa. Carmen no tiene una voz brillante, y cantar en estas condiciones le exige un esfuerzo superior. Que ella hizo, por supuesto, aunque los resultados no siempre la acompa?aran. Cantar a la intemperie de la falta de ampliaci¨®n de sonido ensordece la voz, de alguna manera se la hace m¨¢s peque?a.
Una voz flamenqu¨ªsima, aun en esas circunstancias. Con la opacidad caracter¨ªstica y ese velo como de "rozadura" que le da jondura. Tuvo temas con los que pele¨® a muerte y transmiti¨® emoci¨®n a un p¨²blico incondicionalmente entregado. La petenera, la siguiriya, la sole¨¢... En otros se alivi¨® leg¨ªtimamente, siempre dentro de unas pautas de correcci¨®n y dignidad.
Ser¨ªa injusto no subrayar el extraordinario acompa?amiento de Manolo Franco, quien mim¨® el cante destapando un tarro de esencias realmente fuera de lo com¨²n en estos menesteres.
Babelia
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