Hay que ser modernos

La velada ofrecida por estos dos grupos ciertamente se sit¨²a fuera de lo que el mercado declara como masivo, dando prioridad a una intenci¨®n vanguardista que, siempre con el riesgo como compa?ero, unas veces se manifiesta con m¨¢s claridad que otras. La actuaci¨®n de los teloneros, Pen¨¦lope y Carlo, les confirma como una salida est¨¦tica al esclerotizado pop patrio. Entretuvieron con su repertorio lleno de neo-bossanovas y laudatorias al ingenuo biquini. Su sonido va cogiendo cuerpo, aunque a¨²n les falta un bajista para rematar su jugada con rotundidad.Alaska apareci¨® en escena envuelta en velos de viuda para interpretar Cierra los ojos junto a sus tres compa?eros de esquem¨¢tica formaci¨®n: Nacho Canut en las m¨¢quinas, el vocalista Rafa Spunky y el guitarrista Chris Khoo. Con su clan de admiradores celebrando cada movimiento de su diosa, el concierto fue bueno y modern¨ªsimo, quiz¨¢ contempor¨¢neo fuera la palabra que lo defina con mayor exactitud. Aunque no es menos cierto que transcurri¨® por ciertos par¨¢metros de frialdad. En cuanto al repertorio, brillaron las canciones del nuevo disco del grupo, Una temporada en el infierno, aunque tambi¨¦n se produjo la recuperaci¨®n de temas que el grupo no tocaba desde hac¨ªa a?os, como Hagamos algo superficial y vulgar o Carne, huesos y t¨². Pues eso, una vez m¨¢s Alaska y Nacho cumplieron el precepto del poeta y fueron absolutamente modernos. Como siempre.