El 93% del cine europeo no logra traspasar las fronteras nacionales
Representantes del sector preparan el documento a presentar en Seattle
El cine europeo, reunido en Estrasburgo, hace recuento de sus fuerzas y sus debilidades antes de afrontar, a partir del 30 de noviembre, en Seattle, la negociaci¨®n de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC). Las cartas ganadoras de los europeos son una frecuentaci¨®n al alza continuadamente, pues, si en 1989 hubo en los pa¨ªses de la UE 594 millones de espectadores, en 1998 fueron 814 millones. Pero las debilidades son tambi¨¦n evidentes: el 93% de los filmes europeos no logra cruzar las fronteras de su mercado nacional.
El europeo es un mercado atractivo, rico y con potencial de crecimiento. Pero no s¨®lo eso. La producci¨®n del viejo continente es importante, y tambi¨¦n crece: en 1993, el n¨²mero de largometrajes en la UE fue de 495, mientras que en 1998 se han producido 550 t¨ªtulos. En ese mismo lapso de tiempo la fluctuaci¨®n americana ha oscilado entre los 440 filmes y los 490. Eso s¨ª, el n¨²mero de pantallas, que en Europa es de 21.672 y ha crecido un 5,6% respecto el a?o anterior, en EEUU es de 34.800 y ha progresado un 8% si comparamos con 1997. El ¨ªndice de frecuentaci¨®n del cine por ciudadano y a?o en Europa ha pasado de 1,72 veces a 2,23, muy lejos de las 5,5 veces de EEUU.Las debilidades del gigante europeo se hacen evidentes enseguida, sobre todo ante las dificultades de controlar el propio mercado. El 93% de los filmes europeos no logra cruzar las fronteras de su mercado nacional. Los franceses no ven pel¨ªculas alemanas, los alemanes no saben nada de lo que ruedan los italianos, los italianos no estrenan cintas espa?olas y los espa?oles somos ajenos a los ¨¦xitos de los cineastas suecos. Los vecinos no se conocen. El 70,2% del mercado de la UE est¨¢ dominado por t¨ªtulos fabricados en EEUU, y el primer pa¨ªs productor y consumidor de cine en Europa, que es Francia, s¨®lo atrae un 6,5% de los espectadores de la UE.
Para acudir a la OMC, el comisario europeo deber¨¢ tener muy claro que el d¨¦ficit de la balanza de pagos entre la UE y EEUU no cesa de crecer. En 1989 ese d¨¦ficit era, para la UE, de 2.729 millones de d¨®lares, y diez a?os m¨¢s tarde supera los 6.000 millones. El mercado americano s¨®lo acepta que los europeos se apoderen del 3% de un pastel que estiman como exclusivamente suyo y que protegen de diversas maneras.
Otra prueba de hasta qu¨¦ punto la UE es una colonia cinematogr¨¢fica de los estadounidenses lo encontramos en los porcentajes que se llevan las sociedades de distribuci¨®n americanas respecto a los distintos mercados nacionales. En Espa?a, entre UIP, Fox y Buena Vista Internacional, las tres sociedades ya se llevan el 49,5% de las recaudaciones, porcentaje que sube hasta el 60% en Alemania o el 68% en Holanda.
Los pa¨ªses m¨¢s cin¨¦filos en Europa son Islandia, Irlanda, Francia y Espa?a, y los que menos, Grecia, Finlandia y Holanda. El precio de la entrada, teniendo en cuenta el producto interior bruto, es m¨¢s caro en Grecia, Suecia, Finlandia, Islandia y Espa?a, en orden decreciente, y resulta barato sobre todo en Letonia, Noruega, Irlanda y Dinamarca, aunque menos siempre que en EE UU.
El pr¨®ximo martes, todos estos datos y muchos otros deber¨¢n ser asumidos por Viane Reading, comisaria europea para cuestiones culturales, que en el Parlamento de Estrasburgo recibir¨¢ a una comisi¨®n de cineastas continentales que le har¨¢n saber cu¨¢les son los principios irrenunciables de la acosada cinematograf¨ªa europea, cu¨¢les son las barreras proteccionistas que se quiere mantener para salvar el cine y las televisiones de la UE, ya sea en nombre de la "excepci¨®n cultural" o en defensa de la "diversidad de culturas".
Babelia
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