Apresto californiano
Basta escucharle dos notas a Mark Isham para saber que Miles Davis es la influencia m¨¢s determinante en su vida. Y siempre es un gesto de buen disc¨ªpulo reconocer deudas est¨¦ticas, como la que ahora intenta satisfacer el trompetista a trav¨¦s de Miles remembered, The silent way project, ambicioso montaje ya llevado al disco que se concentra en la etapa el¨¦ctrica de los a?os setenta, particularmente controvertida en la carrera de Davis.Todo es pulcritud y alta profesionalidad en esta mirada retrospectiva que se complace en el seguimiento preciso de contornos y contenidos. Isham, un neoyorquino que ha triunfado a lo grande en el Hollywood cinematogr¨¢fico, propone as¨ª un Miles de car¨¢cter casi documental: su tributo resulta tan sincero, respetuoso y de buen gusto que incluso se dir¨ªa que encuentra parte de su originalidad en una asepsia voluntaria y asumida. Despu¨¦s de pasar por los instrumentos de su grupo, la m¨²sica de Davis emerge lavada, aclarada y centrifugada a conciencia, impoluta y con su pizca de almid¨®n para presumir de genuino apresto californiano. Despu¨¦s de este tratamiento de limpieza casi industrial da gusto verla ondear al sol, un lugar donde el propio Miles dif¨ªcilmente hubiera sospechado encontrarla.
The silent way project
Mark Isham (trompeta y sampler), Nels Cline y Steve C¨¢rdenas (guitarra), Keith Jones (bajo el¨¦ctrico) y Mark Barsimanto (bater¨ªa). Teatro del Centro Cultural. Galapagar (Madrid), 13 de noviembre.
Pero all¨ª estaba esa peculiar r¨¦plica del original como protagonista del tercer concierto del estupendo ciclo Jazz en Galapagar, divirtiendo y hasta emocionando, en parte por pura nostalgia de Miles y en parte porque todo son¨® de manera rotunda y equilibrada. Los dos guitarristas defendieron sus respectivas parcelas, la psicod¨¦lica y la intelectual, con imaginativo rigor, mientras bajo y bater¨ªa supieron mantener la obsesi¨®n r¨ªtmica sin perjudicar los dr¨¢sticos contrastes din¨¢micos que tambi¨¦n les exig¨ªa su funci¨®n. Por su parte, Isham dej¨® constancia de su notable calidad como trompetista y se movi¨® del desenfreno a la cautela y del grito al susurro sin distraerse en el camino. El repertorio se bas¨® en piezas bien conocidas del periodo en que se centra la idea, con alguna incursi¨®n en otras etapas.
Babelia
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