Louise Bourgeois expone su memoria convertida en formas de arquitectura
El Museo Nacional Reina Sof¨ªa monta una retrospectiva de 90 piezas sobre la escultora
La artista estadounidense de origen franc¨¦s Louise Bourgeois, de 88 a?os, viaja s¨®lo a trav¨¦s del tiempo. Residente en Nueva York desde 1938, no se desplaz¨® ayer a Madrid para presentar en el Museo Nacional Reina Sof¨ªa la mayor retrospectiva de su obra, con 90 piezas, desde los a?os cuarenta hasta las obras m¨¢s recientes. Los comisarios, Daniela Tilkin y Jerry Gorovoy, han planteado el montaje de Memoria y arquitectura como un recorrido desde el presente por la biograf¨ªa de la escultora a trav¨¦s de sus personajes, c¨¦lulas y celdas, guaridas y casas fr¨¢giles.
La primera imagen de la exposici¨®n de Louise Bourgeois es una fotograf¨ªa de la artista dentro de la instalaci¨®n Guarida articulada y un texto: "La arquitectura tiene que ser un objeto de nuestra memoria. Cuando evocamos, cuando conjuramos la memoria para hacerla m¨¢s clara, apilamos asociaciones de la misma manera que apilamos ladrillos para construir un edificio. La memoria es una forma de arquitectura".Los comisarios, Jerry Gorovoy y Daniela Tilkin, proponen un recorrido por la memoria de la artista desde el presente, con las ¨²ltimas obras, de 1998, una serie de hologramas en torno a la silla y el espejo, hasta terminar con sus personajes de los a?os cuarenta, que enlazan con su primera exposici¨®n, y los grabados y cuadros donde asocia la figura humana y la arquitectura.
"Es una de las m¨¢s grandes exposiciones sobre su obra, que a trav¨¦s de la memoria y la arquitectura enfoca tambi¨¦n otros aspectos, como el biogr¨¢fico, el cuerpo humano y la parte m¨¢s emocional", declar¨® ayer Jerry Gorovoy. Desde hace 20 a?os, Gorovoy ha conocido el proceso de creaci¨®n de las piezas de Bourgeois, que ahora se han reconstruido en Madrid. "Las relaciones entre pasado y futuro, amor y odio, son flexibles, y todo est¨¢ abierto al cambio, con un lenguaje a la vista".
Para Daniela Tilkin, la retrospectiva presenta "la arqueolog¨ªa de su memoria y la arquitectura de su mundo imaginario", donde aparecen con frecuencia motivos sobre el cuerpo y los cinco sentidos y el paso del tiempo, que adquieren formas de c¨¦lulas o celdas, guaridas, mujer casa o casa fr¨¢giles. "Sus estructuras se convierten en parte activa de estrategias de autoconocimiento, protecci¨®n, supervivencia y seducci¨®n".
El montaje, dise?ado por Luis Enguita y la coordinaci¨®n de Luc¨ªa Ybarra, coloca en la mejor sala del museo las grandes instalaciones, como El desaf¨ªo, Pasaje peligroso, Guarida articulada, Ara?a, L¨ªquidos preciosos y varias versiones de sus c¨¦lulas. Junto a ellas, peque?as esculturas en el suelo o colgadas, con todo tipo de materiales, desde m¨¢rmol hasta goma.
La biograf¨ªa, sobre todo su infancia, est¨¢ dentro de las obras, como las Piernas o los trozos de tapices (sus padres ten¨ªan en Francia un taller de tapices antiguos). Tiene m¨¢s relieve su madre (la ara?a es la imagen de su madre, antigua tejedora, la que da protecci¨®n) frente a la relaci¨®n con el padre (una pieza incluye los pu?os de sus camisas). La artista reconoce la importancia de su madre y de la amante de su padre, una institutriz, impulsora de gran parte de sus obras, seg¨²n Tilkin. "Mi infancia nunca ha perdido su magia, ni su misterio, ni su car¨¢cter dram¨¢tico".
En la exposici¨®n, abierta hasta el 14 de febrero -est¨¢ en estudio su traslado a la Lonja de Palma de Mallorca-, figura una pieza de la Junta de Andaluc¨ªa, y el Reina Sof¨ªa compr¨® en 1996 una ara?a por 50 millones de pesetas. Bourgeois sigue trabajando en su estudio de Brooklyn, lleno de materiales de desecho. Prepara una ara?a de 12 metros para la ampliaci¨®n de la Tate Gallery de Londres, y una fuente en una plaza de Pittsburgh, cerca de un teatro del arquitecto Michel Graves.
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