Arquitectos sobresalientes
La Escuela T¨¦cnica Superior de Arquitectura presenta una muestra gr¨¢fica de los proyectos de fin de carrera m¨¢s destacados del ¨²ltimo a?o
"Est¨¢ usted en condiciones magn¨ªficas para dejar esta escuela", le dice el arquitecto Rafael Moneo a Tal¨ªa Dombriz Martialay. ?l es premio Pritzker; ella, hasta hoy, una m¨¢s de los 5.000 alumnos de la Escuela T¨¦cnica Superior de Arquitectura de Madrid. Tal¨ªa y cuatro compa?eros acaban de presentar ante un tribunal acad¨¦mico sus proyectos fin de carrera: dos f¨¢bricas de muebles en Segovia, dos campus en La Granja y un centro cultural en el centro de Madrid. Rafael Moneo participa, de forma excepcional, en este acontecimiento, que se repite cinco veces al a?o. Para los cinco flamantes arquitectos, calificados como sobresalientes, este momento es el punto y final de una larga historia educativa. La Escuela de Arquitectura inaugura esta semana una exposici¨®n con abundante material gr¨¢fico de los proyectos arquitect¨®nicos m¨¢s destacados del ¨²ltimo curso.La escalinata del vest¨ªbulo de la Escuela de Arquitectura, un edificio de gusto cl¨¢sico, luce tres o cuatro cuerpos de estudiantes en posici¨®n de descanso. En las columnas de entrada, un cartel anuncia una peregrinaci¨®n a Guadalupe con el lema Empezar de nuevo. Dentro no hay rastro de movilizaci¨®n, ni psicol¨®gica ni f¨ªsica. S¨®lo maquetas por el suelo, carteles anunciando ex¨¢menes y una pancarta del grupo teatral del lugar que se hace llamar Ca¨ªn. Pero hoy el drama no se representa en el hall, sino en la primera planta de este edificio, construido en las primeras d¨¦cadas del siglo por Pascual Bravo.
Casas y f¨¢bricas
Arriba est¨¢ reunido el tribunal que revisa los proyectos fin de carrera presentados hace unas semanas. Un centenar de trabajos para la construcci¨®n de casas, oficinas, f¨¢bricas. "Un proyecto es una investigaci¨®n espacial. Se valora que tenga verosimilitud, que haga pensar que se puede llegar a construir. Los edificios que se pueden proyectar son dispares, pero se evita lo demasiado profesionalista", aclara Gin¨¦s Garrido, docente y uno de los secretarios del tribunal de proyectos.Una veintena de alumnos descontentos con las calificaciones se agolpa ante una puerta con la esperanza de dar por concluida una carrera universitaria que implica unos ocho a?os de dedicaci¨®n. "Hay cierto atasco en este final de carrera, se acumulan los estudiantes", dice Garrido, "porque en los ¨²ltimos cursos consiguen trabajo en estudios y la presentaci¨®n del proyecto se dilata en el tiempo, lo cual produce un efecto tap¨®n". Y est¨¢n los que presentan su obra una y otra vez: "Hay quien repite y repite cada a?o. Y nada".
En el subsuelo, cinco alumnos han sido convocados para las 17.30 en el sal¨®n de actos. Ellos no protestan: han sido aprobados con la nota de sobresaliente. Y ahora van a defender en un acto abierto al p¨²blico sus ideas arquitect¨®nicas. Su objetivo, confirmar que merecen tan alta nota. El tribunal de proyectos fin de carrera lo forman Juan Miguel Hern¨¢ndez de Le¨®n, director de la Escuela de Arquitectura y del C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid; Gabriel Ruiz Cabrero, director del Departamento de Proyectos, y cuatro catedr¨¢ticos de dicho departamento: Manuel de las Casas, Javier Frechilla, Ignacio Vicens y Antonio Miranda. Pero esta vez, adem¨¢s, hay sorpresa: por primera vez un arquitecto invitado participa en el tribunal, con voz pero sin voto.
Y aparece Rafael Moneo, antiguo alumno y profesor de esta escuela, entre el revuelo de los convocados, de familiares y amigos. Los cinco proyectistas nada sab¨ªan de su presencia. Retienen la respiraci¨®n. El tribunal les pide brevedad en la exposici¨®n y Nerea Calvillo (madrile?a, de 26 a?os), menuda y decidida, sube al estrado para defender su campus universitario en La Granja de San Ildefonso. Habla del entorno, del clima, de la vegetaci¨®n, de su ubicaci¨®n, de recorridos internos... y usa la imagen de sombrero de El Principito para ilustrar la planta de su edificio. Los catedr¨¢ticos la despiden sin entusiasmo con el s¨ªmil del elefante y el sombrero, pero alaban sus ideas espaciales: "Es una soluci¨®n muy h¨¢bil, la cinta que se dobla en s¨ª misma, como la cinta de Moebius", dice De las Casas. Moneo afirma: "Este trabajo pone sobre la mesa muchas cuestiones acerca de la arquitectura". Y se entristece: "Pero su potencial se pierde un poco al elegir mal el sistema de construcci¨®n".
Durante las cinco exposiciones, el tribunal revisa planos, maquetas, desarrollos, fotograf¨ªas e incluso bonitos dibujos a l¨¢piz. Escucha explicaciones, razones y excusas; algunas parecen distendidas, otras son nerviosas o cargadas de tecnicismos. Juan Manuel S¨¢nchez la Chica (malague?o, de 26 a?os) es puro nervio. No para de moverse. Tambi¨¦n ha proyectado un campus. El tribunal da una de cal y otra de arena. Reconoce su esfuerzo, pero puntualiza. "Le felicito m¨¢s por la prudencia que por el arrojo", dice Ruiz Cabrero. "Es de alabar la soltura con la que maneja el lenguaje arquitect¨®nico, pero hay falta de riesgo. La escuela est¨¢ tambi¨¦n para explorar", le ri?e Moneo, que a continuaci¨®n habla de los materiales elegidos por La Chica. "La divinizaci¨®n del hormig¨®n es muy antigua. El hormig¨®n acaba el siglo XX como una esperanza que fue". Y le conmina: "Ya que no ha querido correr riesgos en la escuela, tendr¨¢ usted que correrlos en la calle".
Cinco veces al a?o, los primeros viernes de mes, se repite el proceso: unos cien alumnos entregan su criatura arquitect¨®nica, el Departamento de Proyectos eval¨²a, elige una veintena, se revisan, se reducen a cinco las elegidas como destacadas. As¨ª sucede, con variaciones, en las 10 escuelas de arquitectura que existen en Espa?a. "Sin el proyecto fin de carrera, los arquitectos no se pueden colegiar ni trabajar, aunque s¨ª puedan emplearse en estudios. Es decir, la titulaci¨®n se corresponde con la capacitaci¨®n legal para firmar proyectos, cosa que no sucede en otros pa¨ªses", comenta Ruiz Cabrero.
"Arquitecto", dice el nuevo diccionario de Manuel Seco: "Persona capacitada oficialmente para ejercer la arquitectura". Arquitectos oficialmente reconocidos por esta escuela son desde el mismo Moneo hasta Juan Navarro Baldeweg, Alberto Campo Baeza, Federico Soriano, Luis Moreno Mansilla, Emilio Tu?¨®n Alv¨¢rez, o Alejandro Zaera, por citar algunos. Y minutos le quedan a Pilar Garc¨ªa Arranz (madrile?a, de 27 a?os) para ser tambi¨¦n arquitecto con todas las de la ley. Su f¨¢brica de muebles en Segovia gusta, aunque el tribunal no la considera funcional: "Pongo en duda que sea un edificio eficaz, aunque sin duda es un edificio para la contemplaci¨®n", afirma Frechilla. Rafael Moneo apunta: "?sta es una investigaci¨®n del mayor inter¨¦s: es musical, muy justa en la escala, se recrea en investigar la condici¨®n t¨¢ctil, sensorial, atmosf¨¦rica".
En Chamber¨ª
La aparici¨®n de Nathalie Gidron S¨¢nchez (de 27 a?os, de Madrid) sirve a los catedr¨¢ticos para detenerse en la arquitectura madrile?a: "Esta ciudad hecha sin arquitectura de calidad, s¨®lo con dos o tres ordenanzas", dice alguien. Nathalie presenta un centro cultural en la embajada brit¨¢nica en Chamber¨ª. "Si el anterior proyecto era atmosf¨¦rico, un Turner, ¨¦ste es m¨¢s naturaleza muerta de un pintor cubista", comenta Moneo, "muestra el talento del arquitecto en el dibujo, en la visi¨®n muy lineal; es un proyecto inspirado, ligero". De las Casas a?ade: "En escala no hay mucha investigaci¨®n aqu¨ª, pero no pasa nada, porque las piezas encajan"."Arte y t¨¦cnica de proyectar y construir edificios y monumentos", eso es arquitectura seg¨²n el diccionario citado. La f¨¢brica de muebles que ha proyectado Dombriz Martialay (Madrid, de 28 a?os) rebosa arte y t¨¦cnica, a juicio de los docentes. Tal¨ªa se atraganta y sufre visiblemente. Apenas se entiende lo que dice. Pero llega la conclusi¨®n: "Para un profesor no hay mayor premio que ver c¨®mo los proyectos llegan al fin de carrera con la madurez que se ha visto en el suyo", dice Ruiz Cabrero. "Aunque estaba m¨¢s inspirada en otros", le recrimina luego. "Lo que agradezco en este trabajo es que habla mucho de lo importante que es ver la arquitectura desde el interior", termina Moneo. Y vaticina: "Est¨¢ usted preparada para hacer una brillante carrera profesional". El tribunal se despide con felicitaciones: de forma excepcional, los cinco mantienen el sobresaliente.
Proyectos sobresalientes, desde el 19 de noviembre, Escuela T¨¦cnica Superior de Arquitectura de Madrid. Juan de Herrera, 4. Ciudad Universitaria.
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