El sector oficial y los cr¨ªticos de EA llegan al congreso de Pamplona sin haber acercado posturas
Eusko Alkartasuna inicia hoy en Pamplona su V Congreso en uno de los momentos m¨¢s delicados de su breve historia. Las dos tendencias definidas en el seno del partido llegan a la cita con las espadas en alto y se disponen a medir en ella su representaci¨®n y, si no se remedia un acuerdo de ¨²ltima hora, a disputarse la direcci¨®n. El liderazgo incuestionado de Carlos Garaikoetxea no ha impedido que la divisi¨®n aflore sin tapujos y que los llamados "renovadores", partidarios de una alianza con el PNV, hayan enmendado a la totalidad la ponencia oficial de organizaci¨®n interna.
La dimisi¨®n por sorpresa como secretario general de EA del consejero de Educaci¨®n y Cultura, Inaxio Oliveri, encendi¨® la alarma a principios de julio y sac¨® al exterior la intensidad de las tensiones hasta entonces soterradas. La ferocidad de las cr¨ªticas que, incluso por parte del propio Garaikoetxea, recayeron en Oliveri como impulsor de la concurrencia a las municipales en coalici¨®n con el PNV, que obtuvo dudosos resultados, precipitaron su retirada. Lejos de servir para aplacar la tensi¨®n, este gesto produjo un cierre de filas sin precedentes en el sector que respalda al ex secretario general y cuya fortaleza radica en Guip¨²zcoa, precisamente el territorio donde EA tiene una mayor implantaci¨®n social y en el que, como sucede en el Gobierno vasco, comparte el poder con el PNV en la Diputaci¨®n foral. Oliveri renunci¨® a liderar una corriente cr¨ªtica, pero ¨¦sta se ha organizado desde el verano: se autodenominan "renovadores" y est¨¢n encabezados por otro consejero del Ejecutivo aut¨®nomo, el titular de Urbanismo y Vivienda, Patxi Ormaz¨¢bal, la cabeza visible de EA en ?lava.Su primera batalla ha consistido en presentar una enmienda a la totalidad de la ponencia oficial de organizaci¨®n redactada por Rafael Larreina, vicesecretario general de EA y brazo derecho de Garaikoetxea. ?ste ha reaccionado con inusitada dureza contra los cr¨ªticos. Frente al modelo que propone la actual direcci¨®n, muy controlada por Garaikoetxea, los cr¨ªticos defienden una estructura m¨¢s descentralizada, en la que la ejecutiva nacional no concentre tantos poderes; entre ellos, la capacidad de nombrar a los principales cargos de las ejecutivas regionales que hoy d¨ªa disfrutan de autonom¨ªa. "La ponencia oficial es una involuci¨®n y se carga el esp¨ªritu de EA", afirman.
CiU a la vasca
Los cr¨ªticos no han sido tan radicales con la ponencia pol¨ªtica, el texto de mayor calado que se debatir¨¢ en el congreso. Pero aunque no la han impugnado en su totalidad, han presentado 160 enmiendas parciales en las que se asoman las diferencias de orientaci¨®n que mantienen las dos l¨ªneas. La principal propuesta de los renovadores consiste en proclamar que la alianza EA-PNV constituye "el eje prioritario sobre el que descansa el entramado institucional vasco". En su opini¨®n, este eje debe ser el impulsor de la renovaci¨®n de un nacionalismo m¨¢s adecuado a los tiempos de hoy. "Que sea integrador y realista, que tienda puentes y convenza por la fuerza de los hechos y no de las soflamas", se?alan.
Propugnan una f¨®rmula de colaboraci¨®n estable que est¨¢ inspirada en Converg¨¨ncia i Uni¨®. Parte del mantenimiento de la personalidad diferenciada de los dos partidos, aunque se identifiquen en su car¨¢cter nacionalista, y marca a la vez una clara diferencia con la radicalidad de HB, una formaci¨®n de la que, seg¨²n los cr¨ªticos, se ha hecho excesivo seguidismo desde el Acuerdo de Lizarra. Es ¨¦ste un modelo al que se ha resistido con fuerza el sector oficial, y particularmente Garaikoetxea. El presidente tuvo que aceptar este a?o el experimento de ir en coalici¨®n con el PNV, pero los malos resultados obtenidos han reforzado su criterio de volver a presentarse en solitario a las generales.
Lo cierto es que, trece a?os despu¨¦s de su nacimiento, a ra¨ªz de la escisi¨®n del PNV en 1986, EA se enfrenta a un futuro incierto, por su achicamiento electoral y por la competencia que representa para su nacionalismo radical, pero democr¨¢tico y pac¨ªfico, una EH sin violencia. EA alcanz¨® los 190.000 votos en las auton¨®micas de 1987 y lleg¨® a disputar al PNV la hegemon¨ªa nacionalista. A partir de entonces entr¨® en un lento declive por algunas apuestas err¨®neas y se ha estabilizado en torno a los 100.000 votos, la mayor¨ªa de ellos concentrados en Guip¨²zcoa. Garaikoetxea es su mayor capital pol¨ªtico y, al mismo tiempo, su punto d¨¦bil, por la excesiva dependencia que tiene el partido de su presidente.
En esta dif¨ªcil coyuntura se encuentran los 845 compromisarios de Eusko Alkartasuna que ma?ana se reunir¨¢n en el Pabell¨®n Anaitasuna de Pamplona. Durante el fin de semana deber¨¢n fijar la l¨ªnea de actuaci¨®n de los tres pr¨®ximos a?os y renovar los cargos de la ejecutiva y la asamblea nacionales. Aunque no se exprese con claridad, la disyuntiva de Eusko Alkartasuna se plantea entre establecer una suerte de Converg¨¨ncia i Uni¨® con el PNV y afirmar un nacionalismo cercano a los realidad social vasca, o en remarcar su personalidad individual y ahondar la apuesta de nacionalismo radical, siguiendo las pautas marcadas por el Acuerdo de Lizarra.
Un liderazgo m¨¢s d¨¦bil
Carlos Garaikoetxea sigue manteniendo el liderazgo en Eusko Alkartasuna. Las dos corrientes internas que se van a disputar el poder del partido le reservan la presidencia en el caso de que lleguen a presentar listas diferenciadas, lo que indica la fuerte dependencia que tiene EA de la persona que origin¨® su nacimiento y ha liderado su trayectoria.El afloramiento de las discrepancias con la presentaci¨®n en p¨²blico de los cr¨ªticos ha desplazado el que se supon¨ªa que iba a ser asunto estrella del congreso: la continuidad o no de Garaikoetxea como presidente. En ninguna de las m¨²ltiples entrevistas previas al congreso ha desvelado cual es su ¨²ltima intenci¨®n, pero sus seguidores no albergan ninguna duda de que continuar¨¢ al frente de EA. La pugna entre ambos sectores hace improbable su retirada, aunque ¨¦sta puede ser un resorte que utilice en el congreso.
La aparici¨®n de una corriente cr¨ªtica organizada ha desplazado netamente a Garaikoetxea hacia uno de los dos sectores, el oficial, y ha neutralizado el papel de ¨¢rbitro que hab¨ªa mantenido hasta ahora. Algunas declaraciones destempladas en v¨ªsperas de la cita congresua han puesto de manifiesto que su liderazgo se ha debilitado. Mientras, se han reforzado los barones de EA, varios cargos p¨²blicos que han apoyado p¨²blicamente la corriente renovadora, respondiendo al reto de su presidente, que les emplaz¨® a "dar la cara".
A mediod¨ªa de hoy finaliza el plazo de presentaci¨®n de candidaturas y ser¨¢ el momento en el que se conocer¨¢ si los dos sectores se han decidido por la batalla o han optado por un acuerdo previo. Los debates de las ponencias ir¨¢n describiendo la relaci¨®n de fuerzas de los dos sectores. Los cr¨ªticos aseguran que en Guip¨²zcoa representan el 70% de la afiliaci¨®n, el 60% en ?lava y el 30% en Vizcaya, mientras que admiten que en Navarra el sector oficial cuenta con una mayor¨ªa muy holgada.
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