El 'crack' de la discordia
Djalminha triunfa en el Deportivo tras estar a punto de abandonarlo
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El Deportivo se ha especializado en aportar al f¨²tbol europeo algunos de los mejores talentos brasile?os. Y no se limita s¨®lo a traer grandes estrellas. Arranques de morri?a al margen, Bebeto, Rivaldo y Mauro Silva -este ¨²ltimo todav¨ªa en el equipo- resultaron, adem¨¢s de excelentes futbolistas, profesionales intachables, discretos y humildes fuera del campo. Hasta que lleg¨® Djalminha y el Deportivo se encontr¨® con el arquetipo del brasile?o conflictivo, un artista indolente, de temperamento ¨¢crata, altivo, amigo de la farra y pendenciero. Por ese car¨¢cter, el Depor estuvo a punto de traspasarlo al Vasco de Gama. No lo hizo y ahora, tras su exhibici¨®n ante el Sevilla, Djalminha se ha rehabilitado.Hay algo, sin embargo, que diferencia a Djalma Feitosa D¨ªas, a punto de cumplir los 29 a?os, de otros astros brasile?os: no vivi¨® una infancia de penalidades porque su padre fue tambi¨¦n un destacado futbolista. Hasta su llegada al Deportivo, hab¨ªa hecho una breve incursi¨®n en el f¨²tbol japon¨¦s, pero sus a?os m¨¢s brillantes los vivi¨® en el Palmeiras, donde coincidi¨® con Rivaldo, Flavio Concei?ao y Luizao.El Deportivo quiso reconstruir ese equipo que ganaba los partidos con media docena de goles y en 1997 junt¨® en Riazor a los cuatro. El experimento se frustr¨® en pocas semanas, cuando el oro del Bar?a se llev¨® a Rivaldo. Djalminha carg¨® con la responsabilidad de erigirse en la estrella y nunca acab¨® de responder.
Con un extraordinario dominio de la pelota, impresionaban algunos de sus alardes, pero era un tipo que andaba a su aire, que descuidaba algunas tareas imprescindibles y que parec¨ªa reclamar un bal¨®n para ¨¦l solo. Dicho con una expresi¨®n que ha cobrado fortuna: Djalminha parec¨ªa un gran jugador de pelota, pero un p¨¦simo jugador de f¨²tbol. Prodigaba, adem¨¢s, los desplantes al entrenador, los enfrentamientos con la afici¨®n y los descarr¨ªos fuera del campo (en una ocasi¨®n, la polic¨ªa acudi¨® a reclamarle a un entrenamiento tras los incidentes que protagoniz¨® en una noche de farra junto a su paisano Edmundo, entonces del Fiorentina).
Este verano lleg¨® una oferta del Vasco de Gama. Djalminha se salv¨® del traspaso por la lesi¨®n de su amigo Fran -a quien el a?o pasado se llev¨® a Brasil de vacaciones-. Puede que ese episodio le hiciese recapacitar. Djalminha cambi¨® radicalmente de actitud y al fin parece haber comprendido que el talento de un futbolista sirve para poco si se empe?a en prescindir del equipo.
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