El Vaticano acusa a Israel de fomentar la divisi¨®n al autorizar una mezquita en Nazaret
La decisi¨®n del Gobierno de Israel de autorizar la construcci¨®n de una mezquita a pocos metros de la bas¨ªlica de la Anunciaci¨®n, en Nazaret, recibi¨® ayer duras cr¨ªticas del Vaticano, que, en un comunicado oficial, acusa a las autoridades de Tel Aviv de "sentar las bases de futuros enfrentamientos y tensiones" y "fomentar la divisi¨®n" entre las comunidades religiosas. La diplomacia de la Santa Sede, normalmente muy prudente a la hora de hacer declaraciones pol¨ªticas, ha pasado al contraataque en la enrarecida pol¨¦mica de la mezquita tras obtener el apoyo del Consejo Superior Isl¨¢mico de Jerusal¨¦n.
?ste se ha declarado contrario a la construcci¨®n de la mezquita. Las autoridades israel¨ªes consideraban hasta ahora como un ¨¦xito del arbitraje que han llevado a cabo entre la comunidad cristiana y la musulmana el haber logrado posponer la construcci¨®n efectiva del templo isl¨¢mico hasta despu¨¦s del 2000, para permitir la celebraci¨®n del Jubileo en la explanada.Sin embargo, la decisi¨®n israel¨ª, que ha provocado una dur¨ªsima respuesta de los cristianos, hab¨ªa sido considerada insuficiente por el Vaticano hasta el punto de poner en peligro la visita de Juan Pablo II a Tierra Santa. La reciente confirmaci¨®n de que el viaje del Papa se har¨¢ a finales de marzo parec¨ªa indicar que la Santa Sede hab¨ªa optado por olvidar la pol¨¦mica que se reaviva ahora con el comunicado difundido por el portavoz de la Santa Sede, Joaqu¨ªn Navarro-Valls, en el que se subraya "la gran responsabilidad que tiene la autoridad pol¨ªtica porque, lejos de favorecer la unidad, pone las bases para fomentar la divisi¨®n".
La respuesta no fue menos contundente. "Esta declaraci¨®n nos recuerda, lament¨¢ndolo mucho, a la vieja actitud de se?alar con el dedo acusador en la falsa direcci¨®n", replicaba ayer el Ministerio de Asuntos Exteriores israel¨ª en una nota oficial.
La declaraci¨®n del Vaticano, que se hace p¨²blica coincidiendo con el segundo d¨ªa de cierre de los templos cristianos en Israel en se?al de protesta por la construcci¨®n de la mezquita, juzga de enorme importancia la toma de posici¨®n del Consejo Superior de Jerusal¨¦n en contra del templo. Con ella, dice el texto, "el Consejo Superior de Jerusal¨¦n ha manifestado su solidaridad a la autoridad eclesi¨¢stica cristiana de Tierra Santa".
"Es una soluci¨®n inevitable de compromiso" en perfecta coherencia con "el mosaico de grupos ¨¦tnicos que forman la sociedad israel¨ª", manifest¨® ayer a este peri¨®dico Shlomo Ben Ami, ministro israel¨ª de Seguridad Interior. "Basamos la decisi¨®n en una decisi¨®n del Gobierno anterior, que ofreci¨® esta posibilidad. Y no hab¨ªa manera de dar marcha atr¨¢s". El ministro record¨® que en Israel "la voz del almu¨¦dano, las campanas de la iglesia y las oraciones del rabino suenan a la vez". "No se ha hecho con mala intenci¨®n, y espero que la protesta baje de tono y que las aguas vuelvan a su cauce".
Segundo d¨ªa de cierre
"Al¨¢ es grande", gritaron ayer millares de musulmanes en el coraz¨®n de la ciudad de Nazaret en el norte de Israel, mientras los dirigentes isl¨¢micos de la ciudad colocaban la primera piedra de la mezquita en honor del sant¨®n Chehabedd¨ªn, el sobrino de Saladino que arroj¨® a los cruzados cristianos de Jerusal¨¦n en el siglo XII. La ceremonia se llev¨® a t¨¦rmino a pesar de la airada protesta de los responsables cristianos, quienes por segundo d¨ªa consecutivo mantuvieron cerradas las puertas de todos sus templos de Tierra Santa (Israel y territorios aut¨®nomos palestinos) en protesta por la construcci¨®n de la mezquita."Con nuestra alma y con nuestra sangre, combatiremos por ti Chehabedd¨ªn", continuaron gritando millares de fieles musulmans, mientras desde lo alto del estrado levantado en un extremo de la plaza los oradores, dirigentes del movimiento isl¨¢mico local se dispon¨ªan a convertir la jornada en una fecha de exaltaci¨®n musulmana.
"Nuestra mezquita ser¨¢ la hermana de la Iglesia de la Anunciaci¨®n", asegur¨® Abu Ahmed, responsable del movimiento islamista local en un intento desesperado por tender la mano a la comunidad cristiana de la ciudad y restablecer el equilibrio roto en los dos ¨²ltimos a?os cuando las dos sociedades hegem¨®nicas de la poblaci¨®n iniciaron una aparentemente mezquina batalla por el control de un solar de poco menos de 2.000 metros cuadrados.
Los esfuerzos desesperados de los dirigentes islamistas locales por dar a la ceremonia de ayer un tono conciliador, e incluso ecum¨¦nico, quedaron destrozados por la incontinencia verbal de algunos destacados fieles de su propia comunidad, que propusieron "reconquistar la mezquita de Al Aqsa y Jerusal¨¦n".
La comunidad cristiana de Nazaret, unos 18.000 habitantes sobre un censo de 60.000, se encerr¨® ayer en sus casas, cumpliendo con exactitud y firmeza la consigna no oficial, que hab¨ªa venido recomendando no caer en el juego de las provocaciones. El propio obispo de la ciudad, Jacinto Marcuso, se enclaustr¨® en su residencia, manteni¨¦ndose estrat¨¦gicamente al margen de la pol¨¦mica.
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