La Ertzaintza pide la colaboraci¨®n ciudadana para esclarecer el asesinato de Virginia Acebes. Los compa?eros de la joven asesinada, madres y colectivos de mujeres exigen medidas de seguridad
La alarma social ha saltado de nuevo. Cuando a¨²n no se han cumplido tres meses del asesinato de Laura Orue, la joven de 21 a?os de Zeberio, la desaparici¨®n de Virginia Acebes y el posterior hallazgo de su cad¨¢ver en una ladera del monte Artxanda, el lunes pasado, ha vuelto a estremecer a los ciudadanos vascos. "Hay que exigir mayor seguridad a las autoridades y detener a los culpables", coincid¨ªan ayer las voces de estudiantes, madres y asociaciones de mujeres.Mientras, la Ertzaintza ha solicitado la colaboraci¨®n ciudadana a trav¨¦s del n¨²mero de tel¨¦fono 94-4762500 para recabar datos del crimen. Las primeras investigaciones se centran en tratar de reconstruir la sucesi¨®n de hechos, desde las tres de la madrugada del domingo hasta las seis de la tarde del lunes, cuando se encontr¨® el cad¨¢ver apu?alado de la joven estudiante de 19 a?os en un talud del monte Artxanda.
A esa hora Virginia Acebes se despidi¨® de sus tres amigas en la boca del metro de Unamuno, en el Casco Viejo, y se dirigi¨® caminando a su casa, en el n¨²mero 16 de la calle Oller¨ªas. Un recorrido de diez minutos a paso ligero que fue interrumpido cuando "una o varias personas" la abordaron, la obligaron a penetrar en un coche y la trasladaron a Artxanda, seg¨²n las primeras hip¨®tesis policiales. En medios pr¨®ximos a la investigaci¨®n se indic¨® que en el caso hay una multitud de detalles que est¨¢n "absolutamente oscuros".
Los resultados de la autopsia, realizada ayer, ayudar¨¢ a despejar algunas de estas inc¨®gnitas. Entre ellas, si el crimen fue perpetrado por una o varias personas, habida cuenta la ligera constituci¨®n de la joven, y si se cometi¨® en otro lugar o en el veh¨ªculo de sus captores, como se especula en medios de la investigaci¨®n, o en el monte Artxanda. Y, en este caso, si el asesinato se produjo en el alto de Santo Domingo, donde se encontraron parte de sus ropas el domingo por la ma?ana, o en alg¨²n punto de la zona entre ese lugar y la ladera, a unos dos kil¨®metros, donde se localiz¨®, junto a la carretera Enekuri-Artxanda, el cuerpo semidesnudode la joven con heridas de navaja en cuello y t¨®rax. "Se hab¨ªan ensa?ado con ella", asegur¨® un ertzaina que vi¨® el cad¨¢ver. El primer examen del forense en el lugar dictamin¨® que la muerte se produjo al menos "unas 24 horas" antes de su hallazgo. Sin embargo, habr¨¢ que esperar al resultado de la autopsia para determinar la hora exacta.
Compa?eros de Virginia Acebes, estudiante de 2? curso de Ciencias Empresariales, exigieron ayer a las autoridades que adopten las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los j¨®venes y para que "actos como ¨¦ste no vuelvan a producirse". Cerca de un millar de compa?eros de la adolescente universitaria se concentr¨® en silencio a las dos de la tarde frente a la fachada de la facultad, en Sarriko, para expresar su rechazo al crimen. Los congregados respondieron a una convocatoria del consejo de estudiantes y de Fecem junior, empresa universitaria en la que la v¨ªctima realizaba pr¨¢cticas de la carrera.
El joven Joseba Tangido rompi¨® la espera leyendo un comunicado redactado por los estudiantes y la decana del centro, Aurora Alonso. En ¨¦l se dec¨ªa que ante el brutal asesinato de su "compa?era y amiga", todos los sectores de la UPV se un¨ªan al dolor de la familia y mostraban su indignaci¨®n por los continuados "ataques de esta naturaleza que se vienen produciendo en nuestra sociedad". Concluy¨® la lectura y diez minutos de silencio llenaron de emoci¨®n el momento. Entonces, un hombre de mediana edad alz¨® uno de los decenas de carteles, con dos fotos de Virginia, que el d¨ªa anterior se hab¨ªan colocado por la facultad de Sarriko y por distintos puntos de Bilbao, y lo mostr¨® en alto. De repente, los cientos de alientos se congelaron.
Las amigas y el hermano
Un prolongado aplauso rompi¨® el hielo y algunas chicas que hab¨ªan logrado contener las l¨¢grimas se abrazaron y estallaron, ocultando su rostro. Entre ellas, las tres amigas de la joven muerta, que la vieron por ¨²ltima vez en la entrada de la estaci¨®n del metro a las tres de la madrugada del domingo. Tambi¨¦n asisti¨®, compungido, el hermano de Virginia, Eduardo, de 17 a?os.
Junto a los estudiantes, representantes del Rectorado de la UPV y madres de familia. "Es indignante lo que ocurre. No vamos a poder dejar salir a nuestros hijos de casa. Todas las madres estamos asustadas. ?Qu¨¦ hacemos? Quiz¨¢ tengamos que copiar a Estados Unidos, donde los ni?os de siete a?os tienen armas", se lamentaba Pilar, madre de dos hijos.
Frente a la fachada de la Facultad, tambi¨¦n rechazaba el crimen la Asamblea de Mujeres. Algunas de sus representantes portaban una pancarta en la que se le¨ªa: "No m¨¢s ataques sin respuesta". La organizaci¨®n feminista ha convocado una "jornada de lucha" contra las agresiones sexuales para ma?ana. Por su parte, en un comunicado, la Asociaci¨®n Clara Campoamor exigi¨® a la Justicia que no deje en libertad a los violadores para que no se reproduzcan los delitos sexuales y "acabe la alarma social".
Las clases quedaron suspendidas en Ciencias Empresariales y para hoy se ha decretado d¨ªa de luto. Los funerales por Virginia Acebes se oficiar¨¢n a las 19.30 en la parroquia de la Encarnaci¨®n, en el barrio de Atxuri, donde resid¨ªa la joven asesinada.
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