Del sue?o americano a la quiebra como medio de presi¨®n

El Hospital General de Catalunya (HGC) naci¨® en la segunda mitad de los a?os setenta como una iniciativa apoyada por pol¨ªticos y notables del mundo de Converg¨¨ncia. Fue fundado con la vocaci¨®n de acabar convirti¨¦ndose en un s¨ªmbolo de la medicina de alta calidad, ¨¦mulo del sue?o americano -eran los a?os de esplendor de la deslumbrante Cl¨ªnica Mayo- y quiso ser una alternativa elitista frente al modelo mastod¨®ntico y despersonalizado de los grandes hospitales de la Seguridad Social. Pero, a pocos a?os de su fundaci¨®n, el HGC era ya un tremendo esc¨¢ndalo cuyas secuelas salpicaban a gestores y promotores comprometidos en sucesivos encontronazos judiciales. Cuando las instalaciones hopitalarias se abrieron, en 1983, la sociedad promotora ten¨ªa unos 70.000 socios, personas que hab¨ªan aportado distintas cantidades -desde 25.000 a 750.000 pesetas- simplemente por asegurarse el derecho a ser atendidos en el futuro gran hospital. Pero el sue?o no se cumpli¨® y tras sucesivos e infructuosos intentos por conseguir un concierto con la Seguridad Social que garantizara su viabilidad, el hospital emprendi¨® una reforma de su marco jur¨ªdico. Los socios renunciaron al valor econ¨®mico de sus derechos mediante una operaci¨®n acorde¨®n y aprobaron la creaci¨®n de una sociedad an¨®nima para gestionar el hospital, cuyo capital pertenec¨ªa totalmente a la sociedad civil constituida por los socios, que llegaron a ser 76.000.

Cuando las cosas comenzaron a ir peor, los gestores de entonces incurrieron en arriesgadas operaciones para conseguir liquidez, como la de conceder derecho a asistencia gratuita vitalicia a quienes aportaran cantidades cercanas al mill¨®n de pesetas, lo que era a todas luces ruinoso.

Las deudas del HGC crecieron espectacularmente y en 1993 la empresa cambi¨® de gestores. Anton Ca?ellas dej¨® la presidencia y dio paso en el cargo al empresario socialista Pere Narbona, quien ese mismo a?o present¨® suspensi¨®n de pagos con unas deudas de 12.600 millones de pesetas. Tres a?os despu¨¦s, se levant¨® la suspensi¨®n gracias al convenio de quita -reducci¨®n- del 50% de la deuda y con el compromiso de satisfacer este pasivo en un periodo de 15 a?os.

Ahora, la pretensi¨®n de la empresa hospitalaria de que las administraciones le condonen la deuda choca con el resto del sector sanitario. Ayer, medios de este sector manifestaron que si la Generalitat cede a esta presi¨®n incurrir¨¢ en un agravio comparativo con el resto de hospitales. El conjunto de los hospitales catalanes, tanto los privados como los concertados, tienen unas deudas acumuladas con la Seguridad Social de 100.000 millones, que se satisface anualmente por medio de una moratoria pactada.