La ciudad del conocimiento
Ciudad de la ciencia, ciudad del conocimiento, ciudad digital y otros t¨¦rminos similares han venido apareciendo ¨²ltimamente en los medios de comunicaci¨®n, tratando de representar el reto que se plantean actualmente las ciudades y los pa¨ªses para intentar liderar el proceso de generaci¨®n y difusi¨®n del conocimiento a escala global. Hace unos d¨ªas mi tocayo y amigo Miquel Barcel¨® (i Garcia) se refer¨ªa en estas mismas p¨¢ginas a la ciudad de la ciencia que intenta impulsar el Ayuntamiento de Barcelona.Aparte de suscribir la tesis subyacente en el citado art¨ªculo, se puede considerar la ciudad de la ciencia como una parte de un concepto m¨¢s amplio que se empieza a conocer como ciudad del conocimiento.
La nueva ciudad se organiza en funci¨®n del saber acumulado por las personas y las organizaciones, y constituye el entorno natural en el que se difunde y asimila la informaci¨®n que se incorpora a la propia cultura personal. El proceso de aprendizaje fundamental para el funcionamiento de la comunidad urbana resulta m¨¢s o menos favorecido en funci¨®n de la existencia de determinadas organizaciones que tienden a favorecer el flujo de informaci¨®n entre agentes. El conocimiento pasa a ser el factor de producci¨®n determinante de la riqueza de un territorio y de ah¨ª la importancia de un entorno que favorezca su generaci¨®n, difusi¨®n y asimilaci¨®n.
La ciudad del conocimiento aglutina de forma compleja e interactiva una pluralidad de elementos, como universidades y centros de I+D, organizaciones empresariales intensivas en personal cualificado, una potente oferta art¨ªstica y cultural, un sector productivo relacionado con las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y de las comunicaciones creciente y din¨¢mico, un rico tejido de servicios avanzados y centros tecnol¨®gicos relacionados con los sectores productivos, y -no menos importante- un avanzado sistema educativo y de formaci¨®n permanente. Este nuevo entorno urbano se configura como un organismo vivo que favorece el desarrollo del capital intelectual, factor esencial de la nueva ciudad y base de la riqueza material de un pa¨ªs.
Hoy en d¨ªa, ciudades como Cambridge en Europa , Nueva York, Boston y San Francisco en Am¨¦rica, y Singapur y Bangalore en Asia se est¨¢n orientando hacia este nuevo paradigma que representa la sociedad del conocimiento aplicado al entorno urbano. En estos casos, y en otros muchos, el cambio de la ciudad industrial a la ciudad del conocimiento se est¨¢ produciendo a partir de procesos plurales, no dirigistas, con funciones de liderazgo distribuidas y con un fuerte papel de la sociedad civil. Las sociedades industriales han comportado hist¨®ricamente un ejercicio del poder concentrado y jer¨¢rquico que ya no se corresponde con las necesidades econ¨®micas, sociales y pol¨ªticas de la nueva sociedad. Las recientes elecciones al Parlamento de Catalu?a representar¨ªan un episodio m¨¢s en este proceso de cambio imparable hacia la nueva sociedad.
En Catalu?a, ciudades como Sabadell, Matar¨®, Manresa y Viladecans, entre otras, han iniciado proyectos importantes en la l¨ªnea de la nueva ciudad del conocimiento, que requerir¨¢n el apoyo del sector privado y pol¨ªticas p¨²blicas hoy en d¨ªa inexistentes por parte del Gobierno de la Generalitat.
El caso de Barcelona presenta iniciativas importantes como el Parque Cient¨ªfico y Tecnol¨®gico de Pedralbes, impulsado por la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a (UPC) y por la Universidad de Barcelona (UB); sin embargo, el barrio del Poblenou, aut¨¦ntica joya de la corona, sigue sin concretarse en un proyecto ambicioso y viable que se convierta en s¨ªmbolo y locomotora de la ciudad del conocimiento y de la propia transformaci¨®n del pa¨ªs.
Las ciudades, y las personas, necesitan realizar un cambio cultural de los valores propios de la sociedad industrial a los de la sociedad del conocimiento. De la cultura del objeto f¨ªsico a la cultura de la informaci¨®n. De un urbanismo basado en el cemento a un modelo de ciudad capaz de evolucionar hacia la ciudad del conocimiento.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.