El terrorismo corso coloca dos bombas contra edificios p¨²blicos y hiere a siete personas
En medio de la polvareda pol¨ªtica sobre las deficiencias de la actuaci¨®n estatal en C¨®rcega, el terrorismo corso hiri¨® ayer a siete personas en Ajaccio en dos atentados perpetrados contra otros tantos establecimientos p¨²blicos. Se trata de las acciones terroristas m¨¢s graves realizadas en la isla desde el asesinato, el 6 de febrero de 1998, del prefecto Claude Erignac. En contra de sus h¨¢bitos, los activistas hicieron estallar sus bombas a plena luz del d¨ªa y en el interior de los edificios p¨²blicos, un comportamiento sin precedentes en la tumultuosa y larga historia de la violencia en C¨®rcega.
Las bombas que estallaron a mediod¨ªa, con el intervalo de pocos minutos, en las oficinas de los Servicios Sociales (Ursaaf) y en la Direcci¨®n de Equipamientos (DDE) pudieron provocar una matanza. El comunicante an¨®nimo que advirti¨® previamente a los medios de comunicaci¨®n locales se limit¨® a indicar sin mayores precisiones que cuatro explosiones iban a producirse en otros tantos establecimientos p¨²blicos de Ajaccio. La primera bomba estall¨® en la planta baja de las oficinas de los Servicios Sociales cuando el desalojo a¨²n no hab¨ªa finalizado. Puede decirse que la descomposici¨®n del FLNC-Canal (Frente de Liberaci¨®n Nacional Corso) hist¨®rico ha abierto una carrera por el protagonismo violento entre las distintas facciones y grupos disgregados y que, como prueban el atentado de Erignac y las bombas de ayer, esta disputa tiene una deriva asesina cada vez m¨¢s acusada.
Mientras en Ajaccio los bomberos apagaban los incendios provocados por la bombas y los heridos eran conducidos al hospital, el Tribunal de lo Criminal Especial de Par¨ªs deliberaba sobre la sentencia contra Charles Santoni, un activista juzgado por el asesinato de un polic¨ªa el 16 de abril de 1996 en la misma capital corsa. El veredicto del jurado, 28 a?os de prisi¨®n, cay¨® implacable a ¨²ltima hora de la tarde.
Las condenas llovieron ayer tarde en cascada desde todos los puntos del abanico pol¨ªtico, sustituyendo moment¨¢neamente a la dura pol¨¦mica desatada a ra¨ªz de los recientes informes parlamentarios que dan cuenta de la calamitosa actuaci¨®n de la Administraci¨®n en la isla y presentan a un Estado franc¨¦s impotente ante el terrorismo, minado por las rencillas judiciales y policiales internas.
Despu¨¦s de haber escuchado a decenas de cargos policiales y magistrados, los diputados y senadores han llegado a la conclusi¨®n de que la situaci¨®n actual en C¨®rcega es, simplemente, "catastr¨®fica". A la guerra interna declarada en el seno de la magistratura y de la polic¨ªa se suma, de acuerdo con los informes, una deficiente preparaci¨®n de la fiscal¨ªa y un absentismo policial extraordinario. Las bombas de ayer se llevar¨¢n consigo buena parte de la polvareda pol¨ªtica, pero van a dejar al desnudo, m¨¢s descarnadamente si cabe, el problema de la impotencia del Estado franc¨¦s en C¨®rcega.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.