El Mallorca abate con car¨¢cter a un Bar?a desfigurado
Diego Trist¨¢n decidi¨® otra vez con dos goles
Fiel a la tradici¨®n, el Bar?a acab¨® noviembre con una nueva derrota (la cuarta consecutiva), y hoy cerrar¨¢ los actos de celebraci¨®n del centenario con el mismo signo derrotista con que los abri¨® (victoria del Atl¨¦tico). Est¨¢ el equipo azulgrana como ido de la Liga, fuera de forma, no reacciona ante la adversidad y, sobre todo, no responde ya a las medidas de choque de Van Gaal (cambio de portero, suplencia de Sergi o reiterada sustituci¨®n de Guardiola). El t¨¦cnico no ha sabido darle al equipo un sistema de seguridad que le permita sobrevivir cuando las individualidades desfallecen. Ni dos goles, ambos de Kluivert, le alcanzaron ayer para evitar la derrota en Palma. El Mallorca ahond¨® en las miserias azulgrana. Diego Trist¨¢n, en dos ocasiones, y Stankovic firmaron el triunfo rojillo que cierra una semana gloriosa para el equipo de Fernando V¨¢zquez, ya que gan¨® al Espanyol, al Ajax y al Barcelona. Son Moix fue una tumba para los hombres de Van Gaal y Diego Trist¨¢n el enterrador, ya que resolvi¨® la contienda con un penalti que ¨¦l mismo fabric¨® frente a Frank de Boer.
MALLORCA 3
BARCELONA 2Mallorca: Leo Franco; Olaizola, Nadal, Ni?o, Miquel Soler; Lauren, Engonga, Francisco Soler (Serrizuela, m.70), Stankovic (Carreras, m. 77); Biagini (Ibagaza, m.63) y Diego Trist¨¢n. Barcelona: Hesp; Reiziger, D¨¦hu (Ronald de Boer, m.60), Frank de Boer, Zenden; Luis Enrique (Puyol, m.70), Guardiola (Simao, m.60), Cocu; Figo, Kluivert y Rivaldo. Goles: 0-1. M. 2: Figo lanza un c¨®rner y Kluivert cabecea en el primer palo. 1-1. M. 33: Centro de Stankovic que cabecea Diego Trist¨¢n en el segundo palo. 2-1. M. 38: Stankovic sorprende a la barrera del Bar?a con un lanzamiento directo de falta. 2-2. M.64: Kluivert controla perfectamente un pase largo de Luis Enrique y bate al portero. 3-2. M.83: Diego Trist¨¢n transforma un penalti de Frank de Boer. ?rbitro: L¨®pez Nieto, andaluz. Mostr¨® tarjeta amarilla a Frank de Boer y Guardiola, que no podr¨¢ jugar contra el Oviedo. Son Moix: Unos 22.000 espectadores, unos mil menos que el aforo del campo.
El equipo de Van Gaal se conform¨® muy pronto con el madrugador gol de Kluivert, a la salida de un c¨®rner, asido como est¨¢ el equipo azulgrana a las jugadas de estrategia. Batido Leo Franco, el sustituto del sancionado Burgos, el Bar?a se dio media vuelta y se encerr¨® en su cancha durante todo el primer tiempo. Rehuyendo de su condici¨®n de claro favorito del choque y en un discutible ejercicio de conservadurismo, el Barcelona retras¨® sus l¨ªneas, como queriendo vivir de renta. Figo y Kluivert se desconectaron de sus compa?eros del centro del campo; Rivaldo, que reaparec¨ªa, sigui¨® empe?ado en una suerte de autismo futbol¨ªstico que le aparta de forma incomprensible de las decisiones que se toman en el terreno de juego; y Guardiola se encontr¨® como un n¨¢ufrago en la zona ancha.
Con todos esos ingredientes, a nadie sorprendi¨® la firme decisi¨®n mallorquinista de coger el partido por la solapa y buscar con ah¨ªnco la porter¨ªa de Hesp. Todo ayud¨® para que los rojillos fueran marcando poco a poco las coordenadas del encuentro.
El Mallorca no es un prodigio de t¨¦cnica ni virtuosismo, pero lo que saben sus jugadores lo aplican con sapiencia, tal y c¨®mo pueden atestiguarlo muchos equipos, el ¨²ltimo de ellos, el m¨ªtico Ajax. Juega de memoria y tiene en la sociedad Stankovic-Diego Trist¨¢n su mejor argumento ofensivo. Entre ambos se bastaron para hacer un agujero inmenso en la defensa azulgrana y colocar el 2-1 en el marcador.
La forma en que qued¨® retratada la barrera azulgrana en el segundo gol fue brutal. Nadal, que sabe como nadie como se sit¨²a la zaga azulgrana en los libres directos, advirti¨® por donde el Bar?a intentar¨ªa contrarrestar la jugada, tap¨® la visi¨®n a Hesp y Stankovic remat¨® a la red.
El principal pecado del Barcelona en Son Moix fue la displicencia con la que se movi¨® durante muchos minutos. Su f¨²tbol carece de fluidez y elabora el juego con una lentitud exasperante. Da igual que haya niebla cerrada (como en Berl¨ªn) o que juegue en unas condiciones climatol¨®gicas ideales, como ayer en la capital balear. El Barcelona no tiene la suficiente confianza en sus medios y trasmite esa sensaci¨®n de forma inequ¨ªvoca. Sin embargo, y eso es indiscutible, tiene grandes jugadores en su plantilla. Uno de ellos, Kluivert, impuso su altura en el ¨¢rea para devolver la vida a su equipo a la hora de partido con una jugada en la que mostr¨® su gran capacidad de control del esf¨¦rico.
Parec¨ªa el Bar?a en condiciones de optar de nuevo a la victoria, aunque resultaba dif¨ªcil reconocer al equipo de Van Gaal despu¨¦s de los cambios que fue introduciendo. El t¨¦cnico retir¨® a Guardiola, Luis Enrique y D¨¦hu para dar entrada a Simao, Ronald de Boer y Puyol, en un intento de oxigenar a un grupo de apariencia fragil, sin pegada.
Pero con el gol del empate, los azulgrana volvieron a perder el sitio en la cancha. El Mallorca, que se hab¨ªa quedado sin Stankovic tras un choque con Frank de Boer, busc¨® con fe la victoria, y como no pod¨ªa de ser de otra manera, se encomend¨® a Diego Trist¨¢n, el gran protagonista. El ariete andaluz cogi¨® un bal¨®n en el ¨¢rea y se fue con tanta decision que a Frank de Boer no le qued¨® otro remedio que derribarlo, forzando un penalti que acab¨® decidiendo el partido.
El Bar?a se rindi¨® y acab¨® a merced de un rival que festej¨® su triunfo por todo lo alto, con Fernado V¨¢zquez a la cabeza. El t¨¦cnico gallego, que celebr¨® cada gol de su equipo con gran entusiamso, ha sabido reactivar a un equipo que tuvo un arranque descorazonador. El Bar?a, por contra, sigue tieso, como siempre ocurre en el mes de noviembre. Los refuerzos no le han servido para solucionar las disfunciones reincidentes del grupo desde la llegada de Van Gaal al Camp Nou hace ya tres temporadas. A la que las individualidades desfallecen, el grupo barcelonista se queda a merced del contrario, con independencia de su rango y caracter¨ªsticas.
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