Irlanda cambia la Constituci¨®n para renunciar a su reclamaci¨®n hist¨®rica del Ulster
Como una pieza m¨¢s del gigantesco rompecabezas que se est¨¢ armando estos d¨ªas en el Ulster, Irlanda cumpli¨® ayer con su parte. En una breve ceremonia cargada de emoci¨®n, el Gobierno de Bertie Ahern retir¨® de la Constituci¨®n la reclamaci¨®n de los seis condados del Ulster que en 1921 quedaron separados del resto de la isla en el tratado anglo-irland¨¦s. Minutos antes, representantes de Londres y Dubl¨ªn hab¨ªan firmado varios acuerdos sobre la autodeterminaci¨®n del Ulster que abren la v¨ªa para un viaje de la reina a Irlanda el a?o pr¨®ximo, el primero de un soberano brit¨¢nico desde 1922.
"Todo irland¨¦s tiene derecho hoy a sentir un gran orgullo, porque hemos sido capaces de conseguir juntos una paz duradera en toda Irlanda", declar¨® solemnemente Ahern tras la ceremonia. "Cualquiera que sea la v¨ªa que elijan los norirlandeses, lo har¨¢n libremente".Su Gobierno acababa de modificar los dos art¨ªculos de la Constituci¨®n de 1937 que reclamaban la reunificaci¨®n de la isla. El tratado angloirland¨¦s de diciembre de 1921, ratificado en 1922, hab¨ªa consagrado la partici¨®n de la isla en dos: 26 condados del sur acced¨ªan a la autodeterminaci¨®n, y los seis del norte permanec¨ªan bajo dominaci¨®n brit¨¢nica. Los art¨ªculos 2 y 3 de la Constituci¨®n segu¨ªan reclam¨¢ndolos, pero el pueblo irland¨¦s vot¨® masivamente a favor de su reforma en el refer¨¦ndum sobre el Acuerdo de Stormont en mayo de 1998.
"Ahora podemos volvernos hacia un futuro rico en paz y prosperidad", declar¨® Ahern, que propuso fijar un d¨ªa especial de conmemoraci¨®n en honor a las 3.500 v¨ªctimas del conflicto.
El ministro irland¨¦s de Exteriores, David Andrews, y el ministro bit¨¢nico para Irlanda del Norte, Peter Mandelson, acababan de firmar varios tratados que transfiguran sus delicadas relaciones y sientan las bases de un nuevo mapa institucional entre las islas, todo ello contemplado en el acuerdo de paz firmado en Stormont en abril de 1998. Se trata de un nuevo Consejo Norte-Sur, que se pondr¨¢ en funcionamiento el 13 de diciembre en la simb¨®lica localidad de Omagh, donde en el verano de 1998 un grupo disidente del IRA sembr¨® el terror en un atentado que caus¨® 29 muertos. Aquel bombazo no s¨®lo mat¨®, sino que fortaleci¨® la convicci¨®n p¨²blica y del propio IRA de que hab¨ªa que aferrarse al proceso de paz.
En ese Consejo Norte-Sur, compuesto por ministros de Irlanda y del nuevo Gobierno del Ulster, Dubl¨ªn obtiene una in¨¦dita capacidad de supervisi¨®n sobre los asuntos de Belfast en materias de comercio, pesca, medidas sanitarias sobre la alimentaci¨®n y programas europeos. Ser¨¢, en palabras de Ahern, "un marco para una acci¨®n com¨²n y una cooperaci¨®n dirigida hacia la reconciliaci¨®n, el respeto mutuo y las relaciones de socios".
Nuevos organismos
Una conferencia intergubernamental entre Londres y Dubl¨ªn pemitir¨¢, paralelamente, abordar los temas que siguen bajo la autoridad brit¨¢nica, como la defensa o la pol¨ªtica exterior. Por ¨²ltimo, un Consejo de las Islas, que re¨²ne las administraciones de Irlanda, Ulster, Escocia, Inglaterra y Gales,
Todos los partidos de Irlanda del Norte acogieron con satisfacci¨®n, seg¨²n la agencia Efe, la firma del acuerdo firmado en Dubl¨ªn que representa, seg¨²n el portavoz del Partido Unionista del Ulster (UUP), Ken Maguinnis, la posibilidad de "tratar normalmente con nuestros vecinos, que ya no van a reclamar nuestro territorio". Igualmente optimista, pero por razones diametralmente opuestas, se manifest¨® Gerry Adams, l¨ªder del Sinn Fein, encantado del establecimiento de los ¨®rganos transfronterizos con competencias en las dos Irlandas. El mayor logro, seg¨²n Gerry Adams, es "la abolici¨®n de la ley para Irlanda del Norte", que impon¨ªa el gobierno directo desde Londres.
El primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, afirm¨® desde Londres que "la misi¨®n de paz que nos fijamos en el acuerdo de Viernes Santo tiene ahora una posibilidad de convertirse en realidad".
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