La maestra "progre" que ha estudiado el libro de CiU

Sus valedores le atribuyen la capacidad de gesti¨®n, la rigidez y la tenacidad necesarias para reorientar el rumbo de una delegaci¨®n a la deriva del clientelismo y el compadreo. Las innegables dotes de Irene Rigau (Banyoles, 1951) para la cosa p¨²blica empezaron a ponerse de manifiesto en la esforzada organizaci¨®n de las primeras escuelas de verano para profesores en Girona, impulsadas por el denominado Moviment de Mestres per una Escola de Catalunya, del que fue una de las principales promotoras. Muchos definen a la Irene Rigau de aquellos a?os como "la t¨ªpica maestra progre". El grupo defend¨ªa unos planteamientos que se resum¨ªan as¨ª: escuela p¨²blica, catalana, de calidad y enraizada en el medio. A pesar de que su toma de conciencia pol¨ªtica se produjo en el movimiento de la izquierda socialista cat¨®lica, despu¨¦s de pasar por el escultismo, tom¨® pronto otros derroteros. Mientras algunos de los compa?eros de mani -Llibertat, amnistia i Estatut d"autonomia- ocupaban puestos en la Administraci¨®n local de la mano del Partit dels Socialistes de Catalunya, Rigau se fue aproximando, a trav¨¦s de sus relaciones con la Administraci¨®n de la Generalitat, hacia planteamientos conservadores m¨¢s pr¨®ximos a Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU).

Irene Rigau naci¨® en el seno de una familia culta y cat¨®lica instalada en la peque?a burgues¨ªa de Banyoles. Su padre, Antoni Maria Rigau, cronista de la villa, guarda en su prodigiosa memoria la vida y milagros de la ciudad del lago. Estudi¨® Irene Rigau en Girona la carrera de Magisterio y, posteriormente, obtuvo la licenciatura de Psicolog¨ªa en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona. Sus primeros destinos como maestra la llevaron a peque?os pueblos, como Brunyola, Argelaguer, Quart, Celr¨¤ y Salt, la mayor¨ªa con escuelas unitarias, en las que comulg¨® con el movimiento de renovaci¨®n pedag¨®gica basado en las ideas de la maestra Rosa Sensat.

Su relaci¨®n con la Administraci¨®n auton¨®mica se inicia en 1980, cuando es nombrada miembro del reinstaurado Consejo de Ense?anza. A los dos a?os, despu¨¦s de pasar por el cargo de inspectora de Ense?anza Primaria, ya se le encomienda la Delegaci¨®n de Ense?anza en Girona. Aunque sus detractores afirman que la nefasta pol¨ªtica de sus predecesores en el cargo ha hecho buena su regular gesti¨®n, lo cierto es que entre 1982 y 1986 Irene Rigau goz¨® de credibilidad entre el profesorado y mostr¨® gran habilidad para trampear entre los m¨¢s variados conflictos.

No escatim¨® esfuerzos a la hora de aplicar desde su cargo algunas ideas de sus a?os de mayor compromiso, lejos del servilismo y la improvisaci¨®n que caracterizan a los delegados territoriales. Se da la paradoja de que su esposo en aquel entonces, el socialista Joan Puigbert, del que se separar¨ªa unos a?os m¨¢s tarde, desempe?aba paralelamente el cargo de concejal de Ense?anza y Cultura en el Ayuntamiento de Girona. Voces maliciosas ironizaban entonces afirmando que los convergentes hab¨ªan nombrado a una delegada de ense?anza socialista. Tambi¨¦n ahora, en su nuevo cargo, Irene Rigau tendr¨¢ a un familiar trabajando en su misma ¨¢rea desde las filas socialistas. Su cu?ada, N¨²ria Carrera, es la responsable de Bienestar Social del Ayuntamiento de Barcelona. Entre los v¨ªnculos familiares de Rigau con los socialistas debe incluirse a un primo hermano, el diputado en el Congreso de los Diputados Llu¨ªs Maria de Puig.

Con el nombramiento de subdirectora general de Formaci¨®n Permanente del Profesorado, cargo que ocupa entre 1989 y 1993, Rigau entra de lleno en los cen¨¢culos pol¨ªticos del poder de la capital catalana. En 1990 contrae segundas nupcias con Salvador Carrera, actual senador por CiU, al que hab¨ªa conocido durante el periodo en que ¨¦ste fue presidente de la Diputaci¨®n de Girona. En aquella ¨¦poca, Rigau fija su residencia en Barcelona, aunque muchos fines de semana los pasa en la casa que el matrimonio, sin hijos, tiene en Ribes de Freser.

La nueva consejera de Bienestar Social crece pol¨ªticamente a la sombra de Josep Laporte, que fue consejero de Sanidad y de Ense?anza, y de Carme Laura Gil, la flamante consejera de Ense?anza. Los nombramientos de Rigau y de Gil vienen a cubrir la necesidad de incrementar el cupo de f¨¦minas en el Ejecutivo catal¨¢n, pero han causado malestar entre el denominado grupo oficial de mujeres del partido. Sectores cr¨ªticos de CDC ven en estos nombramientos, bastante al margen del engranaje convergente, y tambi¨¦n en el de otros consejeros que no aparec¨ªan en las quinielas, la voluntad de Jordi Pujol de afirmar su autoridad ante ciertas presiones. El nombramiento ha servido tambi¨¦n para que muchos puedan poner nombre a la mujer a la que el presidente Pujol dedic¨® m¨¢s de media hora de distendida charla en la ¨²ltima escuela de verano de la Joventud Nacionalista de Catalunya, la rama juvenil de CDC.

Sus colaboradores m¨¢s pr¨®ximis definen a la consejera de Bienestar Social como una excelente gestora, inteligente, competitiva y tenaz. "No deja cabos sueltos, sigue los asuntos hasta que quedan resueltos y sabe cu¨¢ndo debe optar por la seducci¨®n o por el combate para imponer sus criterios", aseguran. A pesar de que toda su trayectoria se ha desarrollado en el Departamento de Ense?anza, quienes la conocen m¨¢s a fondo le atribuyen una "sensibilidad social" y unas "fuertes convicciones" que la ayudar¨¢n en Bienestar Social.

Desde 1993, Rigau era secretaria del Consejo Interuniversitario de Catalu?a, el m¨¢ximo ¨®rgano de coordinaci¨®n del sistema universitario catal¨¢n, un cargo en el que, a base de trabajo y dedicaci¨®n, hab¨ªa llegado a hacerse insustituible. De ah¨ª que cuando el anterior comisionado, Joan Albaig¨¦s, present¨® su dimisi¨®n se convirtiera en una de las candidatas a ocupar la plaza, responsabilidad que finalmente recay¨® en Andreu Mas Colell. Los estudiantes ve¨ªan en Rigau una interlocutora a la que "era dif¨ªcil colarle un gol". Los reproches a su gesti¨®n vienen de su "vacilante" posici¨®n en la negociaci¨®n del distrito ¨²nico universitario con el ministerio. "Creo que carece de una perspectiva pol¨ªtica global, porque su perfil es m¨¢s t¨¦cnico que pol¨ªtico", asegura un miembro de la comunidad universitaria.

En Bienestar Social hay quien sugiere que este nombramiento supone el primer paso para que la gesti¨®n del departamento pase a depender de una direcci¨®n general. La idea de que el Gobierno de la Generalitat desea que Bienestar Social empiece a soltar lastre la corrobora el reciente traspaso de Adigsa, la empresa que construye viviendas sociales, al Departamento de Pol¨ªtica Territorial y Obras P¨²blicas. Dejando al margen la pol¨ªtica-ficci¨®n, lo que nadie duda es que con el nombramiento de Irene Rigau llegar¨¢ una bocanada de aire fresco y de nuevas formas a un departamento que empezaba a oler a rancio o, al decir de la oposici¨®n m¨¢s beligerante, a podrido.