"Todo sistema de salud es v¨ªctima de sus ¨¦xitos"
"Todo progreso es precario, y la soluci¨®n a un problema nos sit¨²a ante otro nuevo". Esta cita, que es de Martin Luther King, la hizo suya Julio Frenk, director ejecutivo de Pol¨ªticas de Salud de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), durante la conferencia inaugural pronunciada recientemente en Sevilla, con motivo del VIII Congreso de la Sociedad Espa?ola de Salud P¨²blica y Administraci¨®n Sanitaria (SESPAS), una organizaci¨®n que re¨²ne a m¨¢s de 3.000 profesionales espa?oles de todo el espectro sanitario.Frenk trata de desgranar los grandes retos con los que tendr¨¢n que enfrentarse los sistemas sanitarios del mundo en el pr¨®ximo milenio. El envejecimiento de la poblaci¨®n en los pa¨ªses desarrollados y la exclusi¨®n permanente de miles de millones de personas del Tercer Mundo de la revoluci¨®n sanitaria habida hasta ahora son dos de las inc¨®gnitas que, seg¨²n el n¨²mero dos de la OMS, se les plantear¨¢n a los Estados.
Frenk, que titul¨® su conferencia Estrategias de salud para el siglo XXI, se adentr¨® en las pr¨®ximas d¨¦cadas y se?al¨® que "un sistema sanitario siempre es v¨ªctima de sus ¨¦xitos". Esto lo dijo al referirse a las dificultades que van a tener los pa¨ªses europeos para mantener el Estado de bienestar, en especial cuando tengan que abordar pol¨ªticas sociosanitarias relacionadas con la tercera edad.
"S¨ª, est¨¢ muy bien que haya aumentado la esperanza de vida", dijo, "pero los ancianos requieren unos cuidados para los que los Estados a¨²n no est¨¢n preparados".
En Espa?a, seg¨²n datos recientes de la OCDE, el gasto en servicios comunitarios relacionados con la salud es 20 veces menor que en los pa¨ªses del norte de Europa. Para ayudas familiares, el Estado espa?ol dedica s¨®lo un 1,2% de su presupuesto sanitario; la UE dedica, en cambio, un 4,5% de media a este apartado, y los pa¨ªses n¨®rdicos, m¨¢s del 14%.
Otros datos, en este caso referidos a 1994, indican que el gasto mundial en atenci¨®n sanitaria se elevaba en esa fecha a 2,33 billones de d¨®lares, aproximadamente el 9% del PIB mundial. Sin embargo, los pa¨ªses industrializados, que s¨®lo representan un 10% de las enfermedades que hay en el mundo, consumen el 90% de los recursos sanitarios. Y a¨²n hay m¨¢s, porque los pobres, que suman el 84% de la poblaci¨®n mundial, se gastan en salud hasta un 5,8% de sus ingresos, mientras los ricos s¨®lo un 2,6%.
Si esto es as¨ª, no es extra?o que Frenk, aun reconociendo los avances "espectaculares" habidos en el mundo en materia de salud en los ¨²ltimos 50 a?os, no quiera suprimir ni una de las propuestas que la OMS hace para el pr¨®ximo siglo, que, gen¨¦ricamente, resume en continuar mejorando el nivel general de salud de la poblaci¨®n mundial; corregir las desigualdades sociales; darle una respuesta m¨¢s adecuada a las expectativas leg¨ªtimas de la poblaci¨®n, facilit¨¢ndole el acceso a los servicios sanitarios y reduciendo los costes y las distancias a los centros de salud para los m¨¢s pobres. Frenk destaca un cuarto objetivo, que considera fundamental, y que resume as¨ª: "Es necesario que la carga financiera de la salud se distribuya equitativamente".
No es suficiente haber conseguido que casi todos los seres humanos, en los dos momentos m¨¢s cruciales de su vida, el nacimiento y la muerte, est¨¦n al cuidado de un m¨¦dico. Tampoco basta que la mayor¨ªa de los Estados hayan dise?ado ya un sistema sanitario p¨²blico. Seg¨²n Frenk, la gran revoluci¨®n sanitaria de este final de siglo se ha hecho con una enorme desigualdad. "Por eso, el futuro es muy incierto y complejo", anuncia.
Lo peor de los dos mundos le est¨¢ tocando a los pobres. Aquellos pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo tendr¨¢n que asumir una doble carga en lo que a la enfermedad se refiere: la intr¨ªnseca al subdesarrollo, protagonizada por las infecciones, y la correspondiente a las patolog¨ªas ligadas a la sociedad del bienestar -diabetes, alergias, patolog¨ªas cardiovasculares, envejecimiento, etc¨¦tera- y otras como las neuropsiqui¨¢tricas, que en el a?o 2020 ser¨¢n la causa principal de la p¨¦rdida de la salud en el mundo.
La globalizaci¨®n de la enfermedad y la interdependencia de los pa¨ªses ser¨¢n asimismo dos de los rasgos caracter¨ªsticos de los primeros a?os del pr¨®ximo siglo. "Ning¨²n pa¨ªs estar¨¢ seguro mientras haya enfermedades infecciosas en alg¨²n rinc¨®n del planeta", advierte Frenk. La OMS propone pol¨ªticas globales. Frenk cita al tabaquismo como ejemplo de ese desplazamiento de la enfermedad de unos pa¨ªses a otros:
"Estados Unidos suprime su consumo interior y lo potencia en otros pa¨ªses con gran desarrollo demogr¨¢fico, provocando y multiplicando los males que ellos han padecido hasta ahora". Asimismo critica los sistemas de salud europeos por no haber sido capaces todav¨ªa de llevar la asistencia sanitaria a todos sus ciudadanos por igual.
En su opini¨®n, ¨¦ste es el primer gran reto que tiene Occidente para el pr¨®ximo siglo: conseguir la equidad en la asistencia sanitaria.Y se?ala un segundo: aprender a distinguir entre lo que es gastar en salud, que se lleva hasta un 93% de los presupuestos sanitarios de los Estados, de aquello que ser¨ªa el camino correcto a seguir, que no es otro que el de producir salud, a la que s¨®lo se dedica un 7% de los recursos. "Reformar los par¨¢metros econ¨®micos para que los recursos se destinen a generar pol¨ªticas saludables de prevenci¨®n, en lugar de a curar el mal, es el objetivo", puntualiza este responsable de la OMS.
Frenk considera que los sistemas sanitarios europeos disponen de recursos suficiente, pero "creer que con m¨¢s dinero se consigue m¨¢s salud es un error", concluye.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.