Trece autores re¨²nen su visi¨®n de lo er¨®tico y lo navide?o en un libro

"Nuestra cultura sigue cogi¨¦ndosela con papel de fumar. Por suerte, la literatura, sobre todo la er¨®tica, es uno de los pocos reductos abiertos a la transgresi¨®n", asegura Luis G. Berlanga en el pr¨®logo de Cuentos er¨®ticos de Navidad (Tusquets), en el que 13 autores dan su particular versi¨®n, entre la exaltaci¨®n y la depresi¨®n, de lo que representan estas fechas. En contra de los que creen que el g¨¦nero er¨®tico ha ca¨ªdo en picado, del libro se han vendido 6.000 copias.

La segunda edici¨®n de Cuentos er¨®ticos de Navidad, de 3.000 ejemplares, se ofrece con un forro que simula un regalo. Sin etiquetas er¨®ticas. Un portavoz de la editorial, una de las pocas que cuenta con una colecci¨®n dedicada a un g¨¦nero, con frecuencia olvidado por la cr¨ªtica, asegur¨® que se trat¨® de un trabajo de encargo. La ¨²nica condici¨®n que se les puso a todos los autores, all¨¢ por el mes de marzo pasado, fue la de juntar la Navidad y el erotismo.Para algunos de los 13 autores que han participado con un relato se trataba de la primera vez que debutaban en el g¨¦nero; otros, como los cubanos Mayra Montero y Abilio Est¨¦vez, comienzan su narraci¨®n recurriendo a las estrellas; Felipe Ben¨ªtez Reyes ha optado por la recreaci¨®n hist¨®rica; Ana Mar¨ªa Moix, por el antierotismo; Luis Antonio de Villena, por la fusi¨®n de los langostinos y la homosexualidad, y Manuel Talens, por la transgresi¨®n.

Textos por encargo

Para Talens, que reniega de los g¨¦neros literarios, la petici¨®n de su editorial para que escribiera un cuento navide?o en el que hubiera sexo no represent¨® ning¨²n problema. De hecho, Sola esta noche podr¨ªa ser tambi¨¦n un relato pol¨ªtico. El cuento, en el que se narra la iniciaci¨®n de un joven en el amor y en las ideas de la izquierda, estaba en la cabeza de su autor desde mucho antes de recibir la llamada de la editorial. "En la literatura todo se puede adaptar. Los libros de encargo son f¨¢cilmente reciclables siempre que haya materia para la escritura", asegur¨® Talens.

No fue el caso de Felipe Ben¨ªtez Reyes. El sabor, una variaci¨®n sobre un motivo hist¨®rico, le ha ofrecido la posibilidad de estrenarse en algo que sabe "con certeza" que no va a hacer en otra ocasi¨®n. La Navidad, a juicio de este autor, es un terreno abonado para "la profanaci¨®n, el sacrilegio y los disfraces". Su opini¨®n es que estas fiestas y el erotismo suelen ir unidos, pero nadie habla de ello.

La cubana Mayra Montero se considera una veterana del relato er¨®tico. Fue finalista del premio La sonrisa vertical con La ¨²ltima noche que pas¨¦ contigo, pero es de las que opinan que en la literatura no debe haber guetos. En Cuentos de Navidad ha recurrido a un relato l¨¦sbico -"me pareci¨® lo m¨¢s transgresor"-. La escritora, que acababa de participar en un taller literario sobre las religiones afrocubanas, qued¨® fascinada por un entom¨®logo que le habl¨® de un insecto conocido como palomilla dorso de diamante, al que inmediatamente incorpor¨® al cuento cambi¨¢ndole el sexo.

Tanto Ben¨ªtez, Talens y Montero no creen que se est¨¦ produciendo el resurgir de un g¨¦nero que vive, fundamentalmente, de las traducciones de los cl¨¢sicos. Al contrario. Los tres coinciden con Berlanga en que con "el erotismo ocurre como con el turr¨®n, que hay que saber dosificarlo para no pillar un empacho".