Investigaci¨®n y Tribunal de Cuentas: ceremonia de la confusi¨®n
(*)EL PA?S del 14 de noviembre de 1999 public¨® un art¨ªculo sobre la auditor¨ªa que realiz¨® el Tribunal de Cuentas al Fondo de Investigaci¨®n Sanitaria (FIS). Lamentablemente, la informaci¨®n publicada contiene afirmaciones que traducen un profundo y grave desconocimiento de los mecanismos propios de la evaluaci¨®n cient¨ªfica y que ponen en entredicho el proceso de mejora de la investigaci¨®n biom¨¦dica y sanitaria alcanzada en la ¨²ltima d¨¦cada. Las afirmaciones a las que nos referimos son las siguientes: "Investigadores becados participan en las comisiones que dan las ayudas" y "el FIS no ejerce control cient¨ªfico de la inversi¨®n realizada".El hecho de que los investigadores que reciben ayudas sean al mismo tiempo miembros de las comisiones de evaluaci¨®n es un fen¨®meno general en el ¨¢mbito cient¨ªfico biom¨¦dico internacional que resulta de la aplicaci¨®n del procedimiento de evaluaci¨®n por pares (peer review). Dicho procedimiento consiste en que la evaluaci¨®n de los proyectos de investigaci¨®n o de los resultados de ¨¦sta la realizan otros investigadores con un nivel de conocimiento y experiencia, como m¨ªnimo, similar al de los autores de los productos evaluados. Los evaluadores, a su vez, aceptan evaluar los proyectos o los art¨ªculos con total imparcialidad y deben rechazar hacerlo si existe conflicto de intereses. Como consecuencia de este procedimiento es un hecho generalizado que los investigadores que publican trabajos en las revistas cient¨ªficas m¨¢s prestigiosas sean al mismo tiempo evaluadores de trabajos de otros colegas remitidos a las mismas revistas. Este procedimiento fue adoptado en la anterior etapa del FIS y constituye uno de los hitos en el reciente periodo de progreso cient¨ªfico en el campo de las ciencias de la salud en Espa?a. En la pr¨¢ctica, cada proyecto era asignado a dos comisiones y en cada una de ellas era revisado por dos evaluadores. Los proyectos con discrepancias eran revisados en el Consejo Cient¨ªfico. A partir de cierto presupuesto, los proyectos eran tambi¨¦n evaluados por la Agencia Nacional de Evaluaci¨®n y Prospectiva (ANEP). Cabe citar que las 12 comisiones evaluadoras del FIS agrupaban a m¨¢s de 70 investigadores, los cuales lideraban o pertenec¨ªan a grupos de investigaci¨®n que inclu¨ªan a m¨¢s de 350 investigadores, todos ellos de reconocida experiencia. No debe, pues, extra?ar que un 5% o un 10% de los investigadores becados tuviera una participaci¨®n directa o indirecta en el proceso de evaluaci¨®n. El proceso de adopci¨®n de la revisi¨®n por pares por parte del FIS no ocurri¨® de manera aislada, sino en el contexto del establecimiento de procesos robustos de evaluaci¨®n cient¨ªfica por parte de la ANEP y del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia. Por lo tanto, y en total desacuerdo con las expresiones atribuidas al Tribunal de Cuentas en el art¨ªculo de EL PA?S, el FIS no s¨®lo no era un terreno abonado a la endogamia, sino todo lo contrario, ya que estableci¨® uno de los pocos sistemas de que disponemos los investigadores para mitigar y prevenir la endogamia. El FIS, en la etapa auditada, solicitaba a los investigadores miembros de las comisiones de evaluaci¨®n que mantuvieran confidencial su pertenencia a las mismas, as¨ª como que se abstuvieran de revisar cualquier proyecto con el que tuvieran relaci¨®n directa o indirecta capaz de comprometer su imparcialidad, debiendo adem¨¢s ausentarse f¨ªsicamente de las discusiones entre terceros cuando exist¨ªa conflicto de intereses. Sin embargo, no se puede privar a los investigadores que eval¨²an de la posibilidad de presentar nuevos proyectos.
Debemos, por tanto, diferenciar con claridad dos aspectos distintos: primero, que el mecanismo con el que el FIS en 1996 y en los a?os anteriores ha evaluado los proyectos de investigaci¨®n ha sido el mecanismo de revisi¨®n por pares con los mecanismos de control inherentes al mismo; y segundo, que como consecuencia de las limitaciones intr¨ªnsecas al peer review pueden haberse producido irregularidades como tambi¨¦n se producen en la evaluaci¨®n cient¨ªfica de cualquier otro pa¨ªs con mucha mayor tradici¨®n cient¨ªfica que el nuestro.
En el caso del FIS, la escasez de recursos humanos y la falta de experiencia y tradici¨®n en sus inicios sin duda facilitaron que los mecanismos de evaluaci¨®n no tuvieran toda la calidad que hubiera sido deseable. La auditor¨ªa del Tribunal de Cuentas al FIS y el debate que aqu¨ª reclamamos deber¨ªan servir para comprometer a los responsables de la investigaci¨®n a dar un salto cualitativo dotando a las agencias de financiaci¨®n y evaluaci¨®n cient¨ªfica, que en la actualidad disponen ya de notable experiencia, de los recursos humanos y materiales necesarios para alcanzar mayores cotas de calidad.
La segunda afirmaci¨®n vertida en el art¨ªculo de EL PA?S se refer¨ªa a la ausencia de control cient¨ªfico. Es evidente el notorio desconocimiento de los mecanismos de evaluaci¨®n cient¨ªfica modernos. El FIS solicitaba a los investigadores responsables de los proyectos una memoria anual y una memoria final. Las comisiones de evaluaci¨®n del FIS deb¨ªan revisar el progreso de los proyectos de acuerdo con las memorias anuales como requisito imprescindible para la percepci¨®n de las anualidades subsiguientes. Es verdad, sin embargo, que hasta 1996 no se hab¨ªa producido una evaluaci¨®n sistem¨¢tica de las memorias finales. No obstante, es preciso se?alar que, en la tradici¨®n cient¨ªfica, la evaluaci¨®n m¨¢s relevante es la que se refleja en la producci¨®n cient¨ªfica. El FIS promovi¨® diversas evaluaciones de la producci¨®n cient¨ªfica de las ayudas concedidas. As¨ª, durante el periodo 1990-1993, en comparaci¨®n con la del periodo 1986-1989, pudo comprobarse que "Espa?a hab¨ªa pasado del s¨¦ptimo al sexto puesto de la Uni¨®n Europea en cuanto a la producci¨®n cient¨ªfica biom¨¦dica y en ciencias de la salud" (v¨¦ase Medicina Cl¨ªnica 1997, 109: 481-496), con una tasa de crecimiento del 61%, la segunda m¨¢s alta en el mundo en dicho periodo. El FIS financi¨® adem¨¢s, como muestra su talante innovador, un proyecto titulado Evaluaci¨®n de la actividad del FIS como programa de I+D, el primer y hasta ahora ¨²nico ejercicio de esta naturaleza promovido por una agencia de I+D en Espa?a.
Finalmente, el art¨ªculo sobre la auditor¨ªa del Tribunal de Cuentas alude a incidentes tales como la justificaci¨®n de datos falsos en las memorias econ¨®micas, "que en algunos casos podr¨ªan incluso tener responsabilidades penales". Lamentablemente, es muy probable que situaciones de este tipo hayan ocurrido. Sin embargo, resulta de la m¨¢xima importancia destacar que el Sistema Nacional de Salud en Espa?a no ha acometido las reformas necesarias, en los hospitales y otros centros biom¨¦dicos, para permitir la adecuada gesti¨®n de las ayudas de investigaci¨®n recibidas por los investigadores de los centros sanitarios, motivo por el cual dichos centros han debido hacer frente a las dificultades de gesti¨®n econ¨®mica buscando soluciones de ¨ªndole diversa y no siempre adecuadas.
La gravedad de las afirmaciones atribuidas al informe del Tribunal de Cuentas no debe ser en ning¨²n caso minimizada; por el contrario, debe ser tomada como un acicate para un debate abierto capaz de reconocer las fortalezas y las debilidades del actual sistema de gesti¨®n de los fondos p¨²blicos y privados dedicados a la investigaci¨®n. Este debate debe servir para comprometer a las administraciones del Estado y de las comunidades aut¨®nomas con competencias en este ¨¢mbito a la implementaci¨®n urgente de reformas que permitan una ¨®ptima gesti¨®n de dichos fondos. En lo que se refiere a la evaluaci¨®n cient¨ªfica, debe ser la propia comunidad cient¨ªfica la que, sobre la base de los mecanismos de gesti¨®n y evaluaci¨®n propios de los sistemas de I+D, se comprometa a reforzar pautas de comportamiento ¨¦ticas que ofrezcan las mejores garant¨ªas posibles de que la originalidad cient¨ªfica, el rigor metodol¨®gico, la producci¨®n cient¨ªfica, la experiencia acreditada y la relevancia sanitaria y social prevalecer¨¢n sobre cualesquiera otros criterios. Al FIS como instituci¨®n y a sus responsables en la etapa mencionada debemos reconocerles el gran m¨¦rito de haber adoptado los mecanismos m¨¢s adecuados de evaluaci¨®n cient¨ªfica y de haber contribuido con ello, junto con otras agencias, al progreso de la ciencia biom¨¦dica y sobre la salud en Espa?a. Los responsables actuales del FIS siguen contando con el pleno apoyo de la comunidad cient¨ªfica para progresar hacia cuotas m¨¢s altas de calidad y excelencia en la gesti¨®n de los recursos p¨²blicos de investigaci¨®n biom¨¦dica y sobre la salud.
(*) Firman conjuntamente este art¨ªculo:
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.