El carpintero de las arterias
De chico, all¨¢ por los a?os treinta, Ren¨¦ Favaloro se pasaba horas y horas en la carpinter¨ªa de su padre. Un viejo italiano, don Tavagnino, le ense?aba a tallar la madera. Sin saberlo le iba preparando las manos y los ojos para las sutilezas de la cirug¨ªa, que ser¨ªa a la vez su profesi¨®n y su forma de expresi¨®n art¨ªstica. Porque Favaloro pas¨® de la madera a la carne viva y palpitante con mucho ¨¦xito; este cardi¨®logo argentino invent¨® en 1967 el by-pass, la intervenci¨®n quir¨²rgica m¨¢s extendida en el mundo, y la que salva m¨¢s vidas."Las enfermedades cardiovasculares son la causa n¨²mero uno de muerte en nuestro tiempo", explica el doctor. Y sobre todo, la arteriosclerosis coronaria. A quienes la padecen se les obstruyen las arterias que dan riego al coraz¨®n, y como la sangre no llega como debiera, se producen infartos. La idea de Favaloro, que entonces estaba investigando en los Estados Unidos, consisti¨® en tomar "prestado" un vaso sangu¨ªneo en buen estado de otra zona del cuerpo, e implantarlo de manera que supliese las carencias de las arterias originarias, transportando toda la sangre precisa a su destino.
Ahora, poco m¨¢s de tres d¨¦cadas despu¨¦s, Favaloro hace balance de su descubrimiento, y de los avances que se han registrado desde entonces. "Hay trabajos enormes que han demostrado que el by-pass mejora la calidad y la cantidad de vida de los pacientes", se?ala el doctor. Y recuerda que la cirug¨ªa ha cambiado mucho desde entonces. "F¨ªjese, nosotros empezamos trabajando con las venas del pie. Hoy se utilizan arterias de varias zonas, porque se ha visto que la revascularizaci¨®n arterial es m¨¢s duradera".
Cuando Favaloro comenz¨® a ejercer su profesi¨®n ten¨ªa 26 a?os, y se estableci¨® en una lejan¨ªsima poblaci¨®n de La Pampa que se llama Jacinto Ar¨¢uz. "Esa fue la parte m¨¢s linda de mi vida, el tiempo que pas¨¦ como m¨¦dico rural", sonr¨ªe. "De una vieja casona hicimos una cl¨ªnica con sala de cirug¨ªa, con radiolog¨ªa, con todo". All¨ª atendi¨® partos, fracturas, cualquier cosa. Y se arm¨® de experiencia, en lo cient¨ªfico y en lo personal. "No se puede olvidar que los pacientes tienen un cuerpo y un alma", asegura el doctor. "Siempre hay que empezar por el interrogatorio, y luego auscultar, palpar... Yo jam¨¢s opero a nadie si no hablo primero con ¨¦l".
Y contin¨²a: "Pero adem¨¢s del cuerpo y el alma, el enfermo tiene un entorno social. Hay hechos que inciden directamente sobre la salud: si la gente no tiene un empleo, un sueldo justo, una casa con las m¨ªnimas condiciones sanitarias, dinero suficiente para comer y para educarse, es muy dif¨ªcil que est¨¦ sana". Invoca a una autoridad superior: "La directora general de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud dice que si queremos mejorar la salud del mundo tenemos que terminar con la pobreza".
Favaloro cuenta que fue en La Pampa donde adquiri¨® su conciencia social, la misma que le lleva a reclamar insistentemente que se arbitren planes para que todo el mundo tenga acceso a la mejor medicina posible. Y, claro, al by-pass. "No es una operaci¨®n cara. No tengo idea de por cu¨¢nto sale aqu¨ª en Espa?a. En Argentina, de promedio, est¨¢ cerca de los 15.000 d¨®lares (2.400.000 pesetas), incluyendo el diagn¨®stico, el ingreso, todo. Pero hay que organizar la sanidad de manera que toda la gente tenga acceso".
El doctor da ejemplo. En la fundaci¨®n que lleva su nombre, se?ala, "m¨¢s del 20% de nuestros pacientes son indigentes". Y sentencia: "Esto no puede ser cirug¨ªa para los ricos".
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