Se consuma el "ciprianazo" J. J. P?REZ BENLLOCH
El PSPV ha desarrollado estos d¨ªas pasados un tr¨¢mite electoral para confeccionar las listas de candidatos a los pr¨®ximos comicios generales. No diremos que se trataba de un parip¨¦ reglamentario porque, al fin y al cabo, un segmento respetable del partido ha participado y pugnado por las distintas opciones en juego. Pero cualquier observador, e incluso los mismos participantes, eran conscientes de que las cartas estaban echadas y los resultados predeterminados. Nada ni nadie pod¨ªa trastornar los planes de Cipri¨¤ Ciscar, el ciprianazo, en suma, al que estamos asistiendo desde hace dos largos a?os, como poco.Nos guste o no, cada partido administra su prestigio como le viene en gana y los socialistas valencianos saben que apenas son responsables del suyo desde que est¨¢n sometidos a tutela y pastoreados seg¨²n conveniencias ajenas, o en todo caso lejanas. Quiero decir que no son responsables apenas de sus deprimentes circunstancias, a las que se resignan por mor del supuesto ideario, por disciplina o impotencia. Resulta verdaderamente conmovedora tal capacidad de mortificaci¨®n, pero ese y no otro es el talante partidario, tan anacr¨®nico como poco atractivo para el vecindario como demuestra el encogimiento de la militancia.
Ahora bien, transigir con el mando y el mangoneo debiera tener sus topes para, cuanto menos, no proyectar una imagen de gregarismo ni hacer m¨¢s sangre de la necesaria. Y digo lo dicho porque el PSPV, a mi entender, acaba de aunar la docilidad con la crueldad a prop¨®sito del papel que se le ha endosado al ex presidente de la Generalitat Joan Lerma, convertido en comod¨ªn y recambio, para ser finalmente arrumbado. Cierto es que estaba en su mano desalentar la m¨¢s leve iniciativa para proponerlo como cabeza de la candidatura alicantina al congreso. No lo hizo porque acaso se sent¨ªa animoso para continuar otra legislatura -y las que le echaren- a la grupa de un esca?o de la C¨¢mara Baja. Hasta los m¨¢s veteranos y avisados cometen estas ingenuidades, avivadas por una codicia que no muere.
Sin embargo, la obnubilaci¨®n del ex molt honorable por prolongar su vida pol¨ªtica en el plano representativo no justifica la temeridad -?o habr¨¢ sido el c¨¢lculo vengativo?- de proponerlo para encabezar el elenco electoral alicantino sin las garant¨ªas debidas para que no se frustrase su postulaci¨®n. Frustraci¨®n o fracaso tanto m¨¢s irritante por basarse en prevenciones cantonalistas, alicantonistas, mejor dicho. A lo peor es que los mismos socialistas creen que Alicante est¨¢ en las ant¨ªpodas del cap i casal, como una barriada de Vallecas arrumbada en el Mediterr¨¢neo, tal como la ha tenido para s¨ª el viejo tronco local del PSOE heredero de las esencias centralistas del partido, digo -para los entendidos- de Miguel Signes y compa?¨ªa. Manda huevos que hasta el simpl¨®n de Federico Trillo, todo un cunero parachutado en la candidatura del PP, pueda aducir este argumento que los mismos socialistas ind¨ªgenas le propician.
Glosado como queda este varapalo fratricida a Joan Lerma, entiendo que todos los otros aspectos del corte y confecci¨®n de listas son secundarios. ?Qu¨¦ puede importar que Juana Serna, la ex presidenta de la gestora, lidere la candidatura de Alicante, o que Joan Ignasi Pla quede casi descolgado -Roma no paga, o paga mal a los traidores-, o que las gentes del ciscarismo se afanen los mejores puestos? Poco importa. No se est¨¢ pensando en ganar unas elecciones, sino en ahormar un partido, el PSPV para el caso, criatura del ciscarismo imperante, y basta con que los elegidos sean obsecuentes. Muero de curiosidad por ver c¨®mo abanderan y venden la campa?a los P¨¦rez Casado y Carmen Alborch, futuros diputados por Valencia, c¨®mplices a su pesar del golpe de mano que se ha consumado en el partido. El muy veterano Josep Bev¨ªa, despu¨¦s de tantos quinquenios de servicios parlamentarios, ha sido licenciado, supongo que con ¨ªntimo dolor, para exhibir alg¨²n signo de renovaci¨®n. Peque?os retoques al macizo de la familia que permanece.
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