Centrales bajo sospecha
Un estudio revela mayor incidencia del mieloma m¨²ltiple en el entorno de Zorita
El primer estudio sobre la situaci¨®n sanitaria en las proximidades de las siete centrales nucleares y nueve plantas de combustible nuclear —de las que s¨®lo siete son operativas— existentes en Espa?a ha sido realizado por un equipo del Centro Nacional de Epidemiolog¨ªa, dirigido por Gonzalo L¨®pezAbente, y dibuja un panorama m¨¢s tranquilizador en el caso de las centrales que en el de los dep¨®sitos de material radiactivo y las minas de uranio. "La preocupaci¨®n se ha centrado hasta ahora en las centrales, pero si hay una conclusi¨®n de este trabajo es que el riesgo es mayor en las act:ividades radiactivas en torno a las minas de uranio", destaca L¨®pez-Abente.
El informe abarca varios tipos de c¨¢nceres, que se ir¨¢n analizando en sendas publicaciones. La primera, aparecida en Cancer Epidmiology, Biomarkers & Prevention (volumen 8, p¨¢ginas 925-934), se refiere al impacto sobre las patolog¨ªas cancerosas de la sangre. Todos los datos sobre mortalidad en las zonas estudiadas fueron tomados entre 1975 y 1993.
Las radiaciones ionizantes se han relacionado con el desarrollo de muchos tipos de c¨¢nceres y se sabe que la leucemia es uno de los primeros que aparecen ante una exposici¨®n radiactiva. Por ello, los investigadores buscaron una mayor incidencia de esta patolog¨ªa en el entorno de las siete centrales estudiadas (Garo?a, en Burgos; Asc¨® y Vandell¨®s, en Tarragona; Cofrentes, en Valencia; Almaraz, en C¨¢ceres, adem¨¢s de Trillo y Zorita, en Guadalajara). All¨ª no lo encontraron, pero s¨ª hallaron un "riesgo significativo" de esta enfermedad, subraya L¨®pez-Abente, entre los pueblos situados en un radio de 30 kil¨®metros de las minas de And¨²jar, hoy clausuradas, y de la mina y planta de proceso de uranio en Ciudad Rodrigo (Salamanca), cuyo cierre est¨¢ previsto para dentro de dos a?os.
Comparado con localidades alejadas entre 50 y 100 kil¨®metros de estas instalaciones, el entorno vecinal inmediato de And¨²jar y Ciudad Rodrigo tuvo en el periodo estudiado un 30% y un 60% m¨¢s de riesgo, respectivamente, de padecer una leucemia. Es decir, en estas localidades hab¨ªa m¨¢s defunciones por leucemia que en las otras estudiadas como referencia.
La mina de And¨²jar fue clausurada en 1981 y tuvieron que pasar 15 a?os para que la Administraci¨®n reconociera como enfermedades profesionales las que padecieron 35 obreros de la f¨¢brica como consecuencia directa de su actividad con el uranio. Un informe realizado por los propios trabajadores achacaba a esta ocupaci¨®n otras 60 muertes m¨¢s, la mayor¨ªa por c¨¢ncer.
En estos momentos, adem¨¢s de la procesadora citada, hay otras dos plenamente operativas, una cerrada y cinco en proceso de desmantelamiento. El primer estudio epidemiol¨®gico espa?ol no ha encontrado en ninguna de ellas resultados significativos.
En el cementerio nuclear de El Cabril (C¨®rdoba) tampoco se comprob¨® riesgo, dado el entorno casi des¨¦rtico donde se ubica.
En cuanto a otro tipo de tumores hematol¨®gicos, s¨®lo en el entorno de una central nuclear, la de Zorita (Guadalajara), se observa un exceso de riesgo de mieloma m¨²ltiple. Los investigadores encontraron una mortalidad "mayor de la esperada" para este tumor, con una incidencia creciente a medida que se acercaban a la central. El riesgo es casi cuatro veces mayor que en las zonas de control. Es decir, se han detectado 19 muertes por esta patolog¨ªa en una zona donde, dada la incidencia local media de la enfermedad, no deber¨ªa haber m¨¢s de cinco. El exceso de riesgo relativo calculado por los expertos fue, pues, un 335%. La incidencia del mieloma m¨²ltiple no ha sido estudiada en el entorno de las centrales de Asc¨®, Cofrentes y Trillo, ya que el mal suele permanecer latente durante al menos 10 a?os y la vida de esas instalaciones a¨²n no ha superado ese plazo.
Dadas las limitaciones t¨¦cnicas de su trabajo, el equipo de epidemi¨®logos dirigido por L¨®pez Abente evita establecer cualquier relaci¨®n causa-efecto entre las instalaciones nucleares y los excesos de patolog¨ªas cancerosas detectados, como tampoco especula sobre el origen del aumento de mortalidad por mieloma m¨²ltiple en Zorita.
"Siendo [¨¦ste] un estudio ecol¨®gico y exploratorio, cualquier posible deducci¨®n que asocie la presencia de instalaciones nucleares con la mortalidad por c¨¢ncer en su entorno debe ser considerada como altamente especulativa", se lee en el informe.
No obstante, el equipo del Centro Nacional de Epidemiolog¨ªa aporta las siguientes consideraciones: "Guadalajara es una provincia con un riesgo de mortalidad por mieloma aproximado a la media espa?ola. Sin embargo, su patr¨®n de incidencia est¨¢ concentrado en un ¨¢rea del suroeste de la provincia, donde se sit¨²a la central". "No existe base para pensar en otros factores biol¨®gicos o gen¨¦ticos que expliquen esta distribuci¨®n geogr¨¢fica (de la enfermedad)", de la misma forma que no se han encontrado en la provincia, prosigue el informe, actividades industriales cuya relaci¨®n con el mieloma est¨¢ claramente demostrada.
"Hay que tener en cuenta que estos resultados son exploratorios. Lo que estamos viendo hay que confirmarlo. Nosotros constatamos unos datos de mortalidad, no el resultado de una medida de la exposici¨®n a la radiactividad. Por tanto no sabemos si esto es consecuencia de radiaci¨®n nuclear", insiste L¨®pez-Abente. Por esta ¨²ltima raz¨®n, los autores del informe subrayan la importancia de contar para pr¨®ximas investigaciones con datos dosim¨¦tricos que permitan comprobar el nivel de radiaci¨®n que soportan las localidades cercanas a una actividad nuclear.
De la misma forma aconsejan estudios m¨¢s espec¨ªficos en los entornos vecinales de Vandellos, Zorita y Garo?a, las centrales m¨¢s antiguas del territorio nacional. Y por ¨²ltimo -lamentan haber topado de nuevo con la piedra que obstaculiza en Espa?a cualquier informe epidemiol¨®gico exhaustivo: la ausencia de registros de c¨¢ncer. "Con la ¨²nica excepci¨®n de Tarragona, ninguna de las provincias estudiadas cuenta con un registro de c¨¢ncer, lo que posibilitar¨ªa comprobar la incidencia de esta enfermedad en cada ¨¢rea". L¨®pez-Abente lo recalca como una grave limitaci¨®n.
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