Mendieta tira del Valencia

Si se pone a tirar, Mendieta tiene mucho empuje. Tanto como para derribar a un temible Rayo, que respondi¨® a su magn¨ªfica trayectoria, si bien pec¨® de conformismo en el ¨²ltimo tramo. Pero hasta entonces, cosa seria el Rayo. Se top¨®, sin embargo, con Mendieta, que ante el sinf¨ªn de bajas de su equipo, decidi¨®, bien arropado por Farin¨®s, tomar los mandos. E hizo un partido soberbio. Lleno de fuerza, de precisi¨®n e inteligencia, sabiendo qu¨¦ era lo m¨¢s conveniente para el Valencia en cada momento. Y adornando su trabajo con un gol de falta directa, una de sus especialidades. Ambos conjuntos se trabajaron mucho el partido, pero siempre fue m¨¢s ambicioso el Valencia, que suma as¨ª cinco victorias consecutivas en Mestalla. El choque, adem¨¢s, estuvo marcado por un final infame de la primera parte en el que la dureza camp¨® a sus anchas hasta que Albelda sali¨® del terreno de juego con una grave lesi¨®n: rotura de peron¨¦.El choque naci¨® hermoso y acab¨® embrutecido en su primera parte por la permisividad del ¨¢rbitro. Algunos ¨¢rbitros espa?oles tienden a eso: a no dejar ni que se les mire, que es pecado, pero si le rompen la pierna a otro, como sucedi¨® ayer, una amarillita basta. Los jugadores ve¨ªan que la dureza no era castigada hasta que Llorens, precisamente un valenciano especialmente motivado para la cita, lesion¨® a Albelda tras una entrada brutal. El p¨²blico se enfureci¨® con Llorens y Juande Ramos, muy listo, decidi¨® cambiarlo en el descanso.

La retirada de Albelda provoc¨® un desbarajuste t¨¢ctico en el Valencia, aunque, previamente, el equipo de C¨²per se hab¨ªa puesto a jugar bien al f¨²tbol, lo que suele hacer con poca frecuencia. En parte porque el Rayo, que defend¨ªa muy arriba y con s¨®lo tres defensas, lo permit¨ªa. En parte, porque hab¨ªa jugadores locales con ganas de recuperar su prestigio despu¨¦s del rid¨ªculo del mi¨¦rcoles en El Sadar: Mendieta, Farin¨®s y S¨¢nchez, fundamentalmente. No estaba el Piojo por sanci¨®n y quiz¨¢ por ello sus compa?eros exploraron nuevas v¨ªas de creaci¨®n. Hubo m¨¢s variedad. Se puso m¨¢s el bal¨®n al piso. Farin¨®s, en el redondel del campo, record¨® al de la pasada final de Copa: juicioso y atrevido a un tiempo. ?l fue quien abri¨® el choque con un robo de bal¨®n acompa?ado de un pase raso en profundidad que remat¨® de primeras S¨¢nchez a gol. Se vio al mejor S¨¢nchez de la temporada, el m¨¢s veloz e inteligente. Su in¨¦dito acompa?ante, ?scar, volvi¨® a decepcionar con su pasividad.

El Rayo, a su vez, le dio un buen uso al bal¨®n y s¨®lo la armon¨ªa defensiva del Valencia le imped¨ªa arrimarse a Palop, el elegido por C¨²per para seguir en la porter¨ªa despu¨¦s de la frustrante vuelta de Ca?izares ante Osasuna. El partido se tom¨® un respiro tras el descanso. Fase de descompresi¨®n. El Rayo se fue a por el empate, pero a medida que se descos¨ªa el encuentro, se le pon¨ªa m¨¢s favorable a Mendieta, que se puso a presionar, a robar y a pasar a espuertas, sin que nadie en el Rayo pudiera darle caza.

El Valencia volvi¨® a defenderse con mucho orden e incluso majestuosidad si uno reparaba en Djukic, que atraviesa un etapa estupenda. Y, sin embargo, bast¨® el corpach¨®n de Canabal para descubrir el talento de Luis Cembranos. Protegi¨® con el cuerpo el corpulento delantero y cedi¨® al media punta para que ¨¦ste colocara con habilidad el empate.

Mendieta y Farin¨®s volvieron a tirar de su equipo y C¨²per dio entrada a Vlaovic por el inadvertido ?scar. Y Vlaovic, pese a sus escasos partidos, evidenci¨® que es un delantero de pura cepa, y de ¨¦l parti¨® el segundo tanto del Valencia. Le inyect¨® varios gramos de profundidad a su equipo y eso fue suficiente para derrumbar al Rayo, que ya hab¨ªa dado s¨ªntomas de conformismo. Mendieta cerr¨® la faena con un preciso disparo de falta directa.