Mujeres con c¨¢ncer piden apoyo psicol¨®gico

El apoyo psicol¨®gico por parte de las estructuras sanitarias y del entorno familiar y social es fundamental para hacer frente a una enfermedad tumoral, seg¨²n se desprende de la encuesta europea del programa Atenci¨®n a la mujer con c¨¢ncer (Caring about women and cancer), conocido como CAWAC, seg¨²n el acr¨®nimo en ingl¨¦s. En este informe, considerado como la mayor encuesta europea sobre la enfermedad cancerosa espec¨ªfica de la mujer, han participado 100.000 mujeres de 16 pa¨ªses (los 15 miembros de la Uni¨®n Europea m¨¢s Suiza).

Espa?a ha intervenido con casi el 10% de encuestadas (893). A todas se les facilit¨® un cuestionario elaborado por el comit¨¦ asesor del CAWAC y aprobado en cada pa¨ªs por sus respectivos comit¨¦s asesores nacionales. En el caso espa?ol, los coordinadores han sido Hern¨¢n Cort¨¦s-Funes, jefe de Oncolog¨ªa del hospital Doce de Octubre de Madrid, y Jos¨¦ D¨ªaz-Faes, cirujano de la cl¨ªnica San Francisco de Le¨®n. Solamente se han recogido en este documento los testimonios de pacientes con tumores espec¨ªficos de la mujer: mama, ovario, endometrio y cuello de ¨²tero.El informe revela que la mayor¨ªa de las espa?olas encuestadas considera que la familia y, en especial, la pareja han sido los apoyos m¨¢s importantes para superar la enfermedad. El 42% afirma que la etapa del tratamiento con quimioterapia fue la fase en la que m¨¢s ayuda necesit¨® seguida de otros momentos como el regreso a casa tras abandonar el hospital (40%), el tiempo de espera del diagn¨®stico (39%) y el periodo previo a la intervenci¨®n quir¨²rgica (39%).

La dificultad de hablar

M¨¢s de la mitad de las mujeres encuestadas (54%) declar¨® no haber recibido ning¨²n apoyo para sus familias y al 68% le hubiera gustado mucho contar con este tipo de ayuda. Muy pocas mujeres confesaron que el c¨¢ncer hubiese empeorado sus relaciones personales, aunque bastantes reconocieron que encontraban dificultades para hablar sobre su enfermedad con la familia y los amigos. Cuatro de cada diez, sobre todos las m¨¢s j¨®venes, admitieron que les costaba hablar de este asunto y tres de cada diez afirmaron que el c¨¢ncer hab¨ªa tenido efectos negativos en sus relaciones sexuales.

De los testimonios de las encuestadas se desprende que a ra¨ªz de la enfermedad, todas valoraban la vida mucho m¨¢s que antes y se preocupan mucho menos de los problemas peque?os. S¨®lo una cuarta parte de las participantes en este informe conoc¨ªa la existencia de grupos de ayuda (otros pacientes, organizaciones de apoyo, unidades hospitalarias) adonde recurrir dentro del hospital.

Tras el alta hospitalaria, las pacientes se mostraron cr¨ªticas con aspectos como la escasa disponibilidad de asistentes sociales y psic¨®logos, la dificultad para establecer contacto con otros pacientes y la falta de informaci¨®n relacionada con posibles reca¨ªdas. El 63% se mostraron satisfechas de la informaci¨®n recibida durante la estancia hospitalaria y el 82% demand¨® esa misma atenci¨®n en el seguimiento y control posteriores de la enfermedad.

Seg¨²n esta misma encuesta, las espa?olas menores de 50 a?os que sufren alg¨²n tipo de tumor maligno propio de la mujer, con conocimientos sobre el c¨¢ncer y con alto nivel cultural, son las que muestran m¨¢s inter¨¦s en participar en las decisiones terap¨¦uticas sobre su proceso.

El 44% de las pacientes espa?olas encuestadas admiti¨® saber poco o nada sobre el c¨¢ncer antes del diagn¨®stico. Contrariamente, se observa que el 64% hab¨ªan descubierto ellas mismas los s¨ªntomas de la enfermedad, aunque el 22% tard¨® m¨¢s de un mes en consultar al m¨¦dico y s¨®lo el 56% acudi¨® en la primera semana. En este informe se constata que el mayor impacto emocional lo sufren las mujeres de m¨¢s edad y con menor nivel cultural.

Cort¨¦s-Funes destac¨® que una conclusi¨®n que se infiere claramente de la encuesta espa?ola es que existe una relaci¨®n directa entre el nivel de educaci¨®n y la actitud positiva ante la enfermedad.

"La educaci¨®n sanitaria", dijo, "en la poblaci¨®n general es fundamental para llegar a diagn¨®sticos m¨¢s precoces y participar m¨¢s activamente en la recuperaci¨®n. Es un hecho constatado que cuando la paciente est¨¢ bien informada, acepta mejor la enfermedad, interviene m¨¢s activamente en el periodo de tratamiento e incluso tiene m¨¢s posibilidades de recuperarse".

Cort¨¦s-Funes advirti¨® de la necesidad social de descartar el c¨¢ncer como una sentencia de muerte, al tiempo que subray¨® que se trata de "una enfermedad cr¨®nica, como tantas otras, que requiere unos cuidados y controles y que puede tener reca¨ªdas". En este sentido se pronunci¨® ?ngeles Planchuelo, de la Asociaci¨®n Espa?ola contra el C¨¢ncer, al sostener que el t¨¦rmino c¨¢ncer tiene unas connotaciones terribles para la poblaci¨®n, de ah¨ª que se aplique en expresiones como "el terrorismo es el c¨¢ncer de la sociedad".

Mar¨ªa D¨ªe Trill, psicoonc¨®loga del hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid, se refiri¨® a "una actitud tan natural en el ser humano, cuando se siente amenazado, como es negarse a aceptar los hechos ante un diagn¨®stico de c¨¢ncer". Se trata, seg¨²n puntualiz¨®, de una reacci¨®n en principio comprensible "siempre que no suponga obst¨¢culos para sometere a las pruebas y tratamientos necesarios".

Cort¨¦s-Funes comunic¨® que no se han extra¨ªdo datos comparativos entre los diferentes pa¨ªses participantes, aunque se sospecha que no hay grandes diferencias.