REGALO DE NAVIDAD

Mel Millas, un oficial de polic¨ªa de Vancouver, de 34 a?os, tendr¨¢ que esperar seis a?os para gastarse los 680.000 d¨®lares (112 millones de pesetas) que se encontr¨® el pasado mes de abril en una mochila, despu¨¦s de que la juez dictaminase que puede quedarse con el dinero. El abogado de Millas le ha recomendado que espere hasta el 2005 porque, seg¨²n las leyes canadienses, hasta ese d¨ªa podr¨ªa aparecer el leg¨ªtimo propietario del dinero y reclamarlo. El pasado 16 de abril, Millas paseaba a su perro por un parque de la ciudad cuando el can olfate¨® algo inusual en un basurero. Millas encontr¨® una mochila en cuyo interior hab¨ªa 680.000 d¨®lares. Seg¨²n la declaraci¨®n del agente, inmediatamente llam¨® a sus compa?eros, que se hicieron cargo del dinero hasta que, este lunes, la juez Carol Baird-Ellan decidi¨® que, debido a que nadie ha demostrado ser el leg¨ªtimo poseedor, Millas se pod¨ªa quedar con el dinero. Ahora, el abogado de Millas quiere una decisi¨®n judicial que permita a su cliente disponer al menos de los intereses que generen los 680.000 d¨®lares. Antes de entregar el dinero a su nuevo propietario, la juez ha tenido que rechazar las reclamaciones de cuatro personas que aseguraban ser los leg¨ªtimos propietarios: un ciudadano israel¨ª que afirm¨® que se hab¨ªa olvidado del dinero y que despu¨¦s hab¨ªa volado hasta su patria, donde descubri¨® su descuido; una persona detenida en tres ocasiones por tener perturbadas sus facultades mentales; un tercero, Gerald McCauley, que declar¨® que aunque en realidad el dinero no era suyo, hab¨ªa sido designado "por fuerzas superiores" para hacerse con el contenido de la mochila, y finalmente un cuarto que ni siquiera se quiso identificar en una vista a puerta cerrada y que fue denominado como el se?or X durante todo el proceso. La polic¨ªa de Vancouver intent¨® investigar la procedencia del dinero para establecer si proced¨ªa de actividades ilegales, pero nunca pudo probarlo.- ,