El milagro de Timor Oriental
La ex colonia portuguesa resurge de sus cenizas sin recurrir a la venganza tras las atrocidades indonesias
ENVIADO ESPECIALTres meses despu¨¦s de que fuera arrasado por el Ej¨¦rcito y las milicias indonesias, el nuevo Timor Oriental resurge literalmente de sus cenizas. La actividad ha regresado a sus calles y se han abierto mercados, restaurantes y algunos hoteles. Hasta el momento han sido contabilizados cerca de 300 muertos, alrededor de 130.000 deportados permanecen a¨²n en el ¨¢rea occidental de la isla y hay millares de desaparecidos. El dirigente timorense y premio Nobel de la Paz Jos¨¦ Ramos Horta considera que "la ausencia de represalias o enfrentamientos civiles, a la vista de las atrocidades perpetradas, constituyen un aut¨¦ntico milagro".
La ex colonia portuguesa (invadida por Indonesia en 1975 y anexionada al a?o siguiente) est¨¢ recuperando el aliento, despu¨¦s de la oleada de destrucci¨®n masiva y sistem¨¢tica que sigui¨® al refer¨¦ndum del 30 de agosto, por el que los timorenses decidieron abrir las puertas para su independencia.
Tras la barbarie (m¨¢s del 90% del territorio fue destruido por completo), la vida va normaliz¨¢ndose en la capital, Dili. El mercado central es un hervidero, se han abierto puestos callejeros, algunos restaurantes, un banco y cuatro hoteles. Todo se mueve a golpe de contenedor: mercanc¨ªas, oficinas y hoteles. El Olympia es un inmenso carguero, atracado junto al puerto, con cuatro plantas de contenedores con aire acondicionado a 165 d¨®lares norteamericanos (unas 26.500 pesetas) por cada peculiar habitaci¨®n. Lo mismo ocurre con las oficinas de la primera compa?¨ªa de alquiler de coches (australiana) instalada en Dili.
Los comercios tradicionales est¨¢n destruidos, no funciona el servicio de correos, el tel¨¦fono lo hace ¨²nicamente en Dili, y muchas familias a¨²n siguen sin techo, electricidad y agua. No obstante, el pulso vital va recobr¨¢ndose poco a poco. Dos empresas de construcci¨®n australianas han comenzado a trabajar en el territorio y se espera que en breve sean reanudados los vuelos comerciales con Darwin. Hasta ahora s¨®lo se puede entrar a trav¨¦s de los C-130 de Naciones Unidas o los aviones militares de la fuerza multinacional.
En el mercado o en los puestos callejeros se puede comprar de casi de todo, pero a un precio triple que antes, y en diferentes monedas. En la capital circulan actualmente la rupia indonesia, el d¨®lar australiano, el norteamericano y el escudo portugu¨¦s, fundamentalmente, aunque se puede cambiar dinero de cualquier billete europeo.
La Administraci¨®n transitoria de Naciones Unidas para Timor Oriental (Untaet), creada el 25 de octubre y dirigida por el brasile?o Sergio Vieira de Mello, ha promulgado sus primeros decretos para poner en marcha lo que ser¨¢ el futuro pa¨ªs independiente: Timor Lorosae (Timor del Sol naciente).
La Untaet ha confiscado todos los antiguos bienes indonesios y ha abolido la pena de muerte, pero mantiene el sistema judicial de Yakarta "siempre que no contradiga las normas internacionales sobre derechos humanos". Asimismo, administrar¨¢ todos los bienes y patrimonios privados hasta que sean determinados sus leg¨ªtimos propietarios. Los servicios de la ONU est¨¢n impulsado tambi¨¦n la formaci¨®n de comit¨¦s locales que se ocupen de la administraci¨®n b¨¢sica de las poblaciones, y ya han creado en Dili un servicio de guardias de tr¨¢fico, compuesto por 30 timorenses.
Por otro lado, la fuerza multinacional ya ha descubierto los cuerpos de m¨¢s de 300 v¨ªctimas de las matanzas perpetradas tras el refer¨¦ndum, y las propias autoridades indonesias han reconocido la muerte de m¨¢s de 500 personas entre los deportados a Timor Occidental, entre ellos 246 ni?os menores de cinco a?os. Los representantes de Naciones Unidas estiman que unos 130.000 timorenses permanecen a¨²n en los campos de refugiados del ¨¢rea indonesia de la isla, mientras 123.000 ya han regresado a sus hogares (un 65% a trav¨¦s de la ONU y un 35% por sus propios medios).
Especialistas de Naciones Unidas y de la fuerza multinacional est¨¢n convencidos de que la cifra de muertos es mucho mayor (fosas comunes a¨²n desconocidas y decenas de cad¨¢veres lanzados al mar) y desconocen al paradero de millares de desaparecidos sin rastro alguno.
La ONU cens¨® a 850.000 personas mayores de 17 a?os antes del refer¨¦ndum. Esa cifra se redujo a 665.908 timorenses en un recuento realizado el mes pasado, aunque faltan por incluir tres distritos y los deportados en el ¨¢rea occidental. Dichas fuentes temen que muchos de ellos hayan sido deportados a otras islas del archipi¨¦lago indonesio, sin posibilidad de control por parte de Naciones Unidas. Las autoridades australianas calculan que hay cerca de 80.000 personas desaparecidas.
Por su parte, el dirigente timorense y premio Nobel de la Paz Jos¨¦ Ramos-Horta asegur¨® a este peri¨®dico que se encuentra "razonablemente satisfecho" de la situaci¨®n en Timor "a la vista de todo lo sucedido". Y comenta ir¨®nico: "Las cr¨ªticas contra la lentitud de los trabajos de Untaet son muy injustas. Los portugueses estuvieron aqu¨ª casi 500 a?os, los indonesios 23 y quieren que ahora se resuelva todo en tres meses. Hay problemas como es l¨®gico, pero la situaci¨®n es un aut¨¦ntico milagro. No ha habido represalias, ni enfrentamientos civiles como en otros lugares. No se ha desatado una guerra civil como pod¨ªa pensarse y no tenemos noticias de ning¨²n linchamiento. La actividad comercial est¨¢ restableci¨¦ndose y, a finales de 2000, Dili estar¨¢ irreconocible".
Ramos-Horta considera que las evidencias obtenidas hasta ahora sobre las matanzas perpetradas por los indonesios y la destrucci¨®n planeada por su Ej¨¦rcito "son suficientes para que la ONU cree un tribunal internacional que juzgue a los responsables por delitos contra la humanidad". Sobre la futura pacificaci¨®n del territorio, el premio Nobel de la Paz es tajante: "Reconciliaci¨®n s¨ª, pero con justicia. Sin venganzas, pero sin impunidad. Los que cometieron estas atrocidades tienen que pagar por sus cr¨ªmenes".
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