El Gobierno indio inicia las negociaciones en suelo afgano con los secuestradores del Airbus

El Gobierno indio, a trav¨¦s de una delegaci¨®n de 12 personas que lleg¨® ayer a Kandahar, al sur de Afganist¨¢n, ha iniciado negociaciones (mediante la radio de la torre de control) con los cinco secuestradores del Airbus 300 que, desde la ma?ana de Nochebuena mantienen retenidos a 160 ocupantes, cuatro de ellos espa?oles. "Estamos seguros de que lograremos el regreso [de los pasajeros] hacia sus pa¨ªses; somos optimistas en este punto", asegur¨® en Nueva Delhi el ministro indio de Asuntos Parlamentarios, Pramod Mahajan. Pero las informaciones procedentes de Kandahar no le apoyan.

Los piratas a¨¦reos comienzan a dar s¨ªntomas de cierto nerviosismo. Ayer se declararon dispuestos a iniciar la ejecuci¨®n selectiva de pasajeros para forzar una soluci¨®n negociada. Para los secuestradores, las condiciones se mantienen invariables: puesta en libertad de Masud Azhar, un extremista isl¨¢mico paquistan¨ª favorable a la independencia de Cachemira, y que se encuentra en una prisi¨®n india desde 1994.El Gobierno afgano de los talib¨¢n, que se juega en esta crisis gran parte de su deteriorada imagen internacional (acusados por Estados Unidos de apoyar el terrorismo isl¨¢mico), replicaron r¨¢pido. Si los secuestradores cumplen su amenaza, sus tropas tomar¨¢n de inmediato el avi¨®n por la fuerza, advirti¨® el ministro afgano de Exteriores, Abdul Wakil Muttawakil.

El Gobierno indio ha entrado en escena tras casi cuatro d¨ªas de pesadilla con una nutrida delegaci¨®n en Kandahar. Son los encargados de negociar con los piratas, pero se supone que su margen de maniobra (ceder, por ejemplo, en la petici¨®n sobre la liberaci¨®n de Azhar) es muy estrecho. En Nueva Delhi, el punto de destino del Airbus 300 de Indian Airlines, donde se concentran la mayor¨ªa de los familiares, se respira tensi¨®n. La mayor¨ªa de estas personas, desesperadas por la prolongaci¨®n del secuestro y la ausencia de avances significativos, iniciaron ayer una protesta en la que denunciaban la pasividad gubernamental y que degener¨® despu¨¦s en batalla campal con la polic¨ªa antidisturbios.

Las palabras optimistas pronunciadas por el ministro indio de Asuntos Parlamentarios parecen m¨¢s destinadas al consumo interno que un reflejo exacto de la realidad. Mahajan inform¨® ayer en Nueva Delhi de que el primer ministro indio, Atal Behari Vajpayee, estaba reunido con sus ministros de Interior y Exteriores, evaluando la crisis. La agencia oficial, que cita "altas fuentes oficiales", asegur¨® que Nueva Delhi descarta por completo una eventual implicaci¨®n de los talib¨¢n en el secuestro, pero no la de Pakist¨¢n, pa¨ªs que apoya a los independentistas cachemires. ?ste es uno de los temores esenciales, expresado en el primer d¨ªa de secuestro por un portavoz del Gobierno estadounidense: que el caso del Airbus derive en otro encontronazo entre indios y paquistan¨ªes, dos potencias regionales nucleares que comparten problemas fronterizos.

India ha despejado sus sospechas sobre los talib¨¢n, debido al modo en que ¨¦stos se han conducido en la crisis.

A pesar del inicio de las negociaciones, nada se sabe de su contenido, y si los piratas a¨¦reos est¨¢n dispuestos a explorar una salida del secuestro diferente a sus demandas pol¨ªticas. Ca¨ªda la noche sobre Kandahar, no hay otra soluci¨®n que la espera.