La noche en que estuvo muerto
Diego Maradona dej¨® de ser inmortal para la prensa argentina la noche del pasado viernes, cuando las declaraciones del m¨¦dico de cabecera coincidieron con el olfato de los cronistas apostados a las puertas de la cl¨ªnica Cantegril de Punta del Este, que no cre¨ªan en la versi¨®n naif de los hechos ni en el cuento que hasta entonces contaba C¨®ppola. El doctor Alfredo Cahe, reci¨¦n llegado, pidi¨® "que Dios y la medicina nos ayuden" y las redacciones temblaron. En el diario Clar¨ªn se reunieron los jefes y decidieron que todas las secciones del peri¨®dico produjeran un suplemento especial dedicado a Maradona. La informaci¨®n que les llegaba era contradictoria. Seg¨²n Eduardo Van Der Kooy, el jefe de Pol¨ªtica, "nuestros enviados nos transmit¨ªan el pesimismo de los amigos y familiares y por otro ten¨ªamos las declaraciones de los m¨¦dicos que hablaban de una situaci¨®n delicada y cr¨ªtica pero con evoluci¨®n favorable".Un cronista del peri¨®dico dec¨ªa ayer que, "en un momento alguien pregunt¨®: ?pero entonces tenemos que escribir como si ya estuviera muerto?". Nadie quer¨ªa hacer la nota necrol¨®gica. El trabajo se demor¨®. Los art¨ªculos pedidos especialmente a personajes destacados de Argentina, como el que deb¨ªa escribir el m¨ªtico Roberto Fontanarrossa, escritor y autor de guiones para el grupo Les Luthiers, nunca llegaron a redactarse.
El rumor de la gravedad de su estado se difund¨ªa aun en contra de las nuevas declaraciones del doctor Cahe, en las que hablaba tambi¨¦n de "evoluci¨®n favorable". Los tel¨¦fonos se colapsaron. "Nos llamaban de las emisoras de radio de todo el pa¨ªs y tambi¨¦n mucha gente, lectores desesperados". Los telediarios nocturnos contribuyeron con sus titulares a desbordar la angustia. "Maradona delicado", "Maradona en estado cr¨ªtico". Las palabras parec¨ªan relamerse sobre el cuerpo caliente del enfermo.
Las guardias period¨ªsticas en La Naci¨®n se extendieron hasta las tres de la madrugada del s¨¢bado por si se hac¨ªa necesario parar las rotativas del peri¨®dico o lanzar sucesivas segundas y terceras ediciones. Ayer por la ma?ana, los titulares reflejaban en parte el alivio y el temor de que todo sucediera cuando ya no hab¨ªa tiempo para dar la noticia. "Maradona: un golpe al coraz¨®n", dec¨ªa Clar¨ªn. "Maradona estuvo m¨¢s grave de lo pensado", advert¨ªa La Naci¨®n. "Dios, dale otra mano", rogaba el deportivo Ol¨¦.
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