Campe¨®n psicol¨®gico
Puesto que la Liga ha llegado a su ecuador es un buen momento para el inventario. El marcador avala al Deportivo, campe¨®n de invierno, y el juego bendice al Celta, aunque no hay equipo que haya optimizado mejor los recursos que el Zaragoza de Txetxu Rojo, un t¨¦cnico que merece el reconocimiento un¨¢nime por su capacidad para armar futbol¨ªsticamente a equipos de cualquier pelaje. Pero a la espera del Real Madrid, que cumple una tarea de rehabilitaci¨®n en Brasil entregado al sentido com¨²n de Del Bosque, el dominio psicol¨®gico del campeonato corresponde al Barcelona.Los resultados de la ¨²ltima jornada han reafirmado la autoestima de los azulgrana y, en contrapartida, resultan disuasorios para sus adversarios, aunque la situaci¨®n no permita aventurar ning¨²n desenlace. Hoy, en cualquier caso, hay una cierta sensaci¨®n de que el Deportivo ya ha exhibido su potencial y el Celta sus carencias, mientras el Bar?a es un equipo en franca progresi¨®n, una vez ha descontado noviembre, un mes en que tradicionalmente se da un descanso, para despu¨¦s remontar en enero y febrero.
El Barcelona va rebanando puntos al l¨ªder -de 10 a cuatro- con un equipo provisional y que a juicio del t¨¦cnico se ha desplegado en base a una mejora defensiva, curiosa conclusi¨®n si atendemos a su composici¨®n: las dudas en la porter¨ªa no se han despejado pese al buen momento de Arnau; el flanco derecho de la zaga est¨¢ cubierto por un futbolista descartado en la pretemporada (Puyol) y el izquierdo por un volante-extremo (Zenden) mientras que el ¨²nico lateral natural ejerce de central izquierdo (Reiziger).
M¨¢s que por los que juegan, los barcelonistas intimidan por los que todav¨ªa no act¨²an. La imagen del banquillo en Bala¨ªdos era especialmente ilustrativa. Van Gaal prescindi¨® de Hesp, Sergi, D¨¦hu, Guardiola, Frank de Boer, Ronald de Boer y Rivaldo, y adem¨¢s no pudo contar con Luis Enrique -lesionado- ni tampoco con Kluivert, sancionado.
Al Barcelona, consecuentemente, se le supone un capital futbol¨ªstico mucho mayor al que viene utilizando para ir cumplimentando jornadas. M¨¢s que de cualquier rival, el ¨¦xito azulgrana depende de s¨ª mismo y especialmente de combatir sus propias cuitas. En este sentido, no le conviene utilizar a Figo para combatir a Rivaldo. Las dificultades del equipo barcelonista estar¨¢n en funci¨®n de la capacidad de Van Gaal para resolver los asuntos internos, que hoy son de cierta trascendencia si atendemos a la actitud sobre todo de Rivaldo.
Hasta la fecha, Van Gaal no ha dado con un equipo a largo plazo, capaz de responder a las expectativas que despert¨® cuando fue fichado del Ajax, pero en cada ejercicio ha encontrado una salida a los conflictos. En el primer a?o sobrevivi¨® a la baja de Guardiola; en el segundo, super¨® un match ball en Valladolid; y ahora se enfenta al malestar de Rivaldo. Una nueva prueba de fuego. El equipo, mientras, queda para otro a?o.
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