Gil admite haber pagado dinero negro para refutar las acusaciones contra ¨¦l
El ex presidente del Atl¨¦tico de Madrid, Jes¨²s Gil, admiti¨® ayer ante el juez Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n, de forma gen¨¦rica, haber aportado dinero negro al Atl¨¦tico de Madrid, para refutar las acusaciones de estafa, apropiaci¨®n indebida, falsedad y delito societario que pesan contra ¨¦l, seg¨²n informaron varios juristas presentes en la declaraci¨®n. Gil no habl¨® en ning¨²n momento de dinero negro, sino que se refiri¨® a "contratos adicionales complementarios" o "retribuciones complementarias" para justificar aportaciones econ¨®micas que no figuran en la contabilidad oficial. El juez aplaz¨® la vistilla sobre medidas cautelares que hab¨ªa pedido el fiscal hasta la semana pr¨®xima, despu¨¦s de que oiga a todos los querellados.
Gil lleg¨® a la Audiencia Nacional arropado por un centenar de sus seguidores que con silbatos y coreando consignas apoyaban a su presidente. Llevaba una gran bolsa que conten¨ªa m¨¢s de medio centenar de informes y documentos encuadernados para aportar al juzgado y demostrar sus afirmaciones de que las imputaciones contra ¨¦l son falsas. Gil se mostr¨® nervioso en su comparecencia ante el juez y reconoci¨® a los periodistas estar "conscientemente preocupado".El juez Garc¨ªa-Castell¨®n, que llevaba un collar¨ªn por una lesi¨®n en las cervicales, presidi¨® un interrogatorio de m¨¢s de cuatro horas de duraci¨®n, en el que, seg¨²n todas las fuentes, Gil rechaz¨® todas las imputaciones y defendi¨® la legalidad de la conversi¨®n del Atl¨¦tico en una sociedad an¨®nima deportiva. En sus explicaciones es donde Gil admiti¨® la existencia de contratos oficiales y otros "contratos adicionales complementarios", que no tuvieron reflejo en la contabilidad del club, sino en una contabilidad paralela que Gil realiz¨® sobre sus negocios con el Atl¨¦tico.
Seg¨²n los asistentes, Gil asumi¨® de forma gen¨¦rica que realiz¨® pagos en dinero negro entre 1987 y 1991, lo que supondr¨ªa un delito fiscal debido a la importancia de las sumas, pero que ya habr¨ªa prescrito.
Gil asegur¨® que el Consejo Superior de Deportes sab¨ªa de la situaci¨®n de la entidad y no hizo nada, y que si ¨¦l recurri¨® a esos pagos y esa contabilidad paralela fue porque el citado organismo le obligaba a no endeudar al club y financiar a su costa la compra de jugadores. As¨ª se hizo al contratar al que fue capit¨¢n del Atl¨¦tico Paulo Futre, del que explic¨® que ten¨ªa un contrato oficial y un contrato complementario.
Seguro de cauci¨®n
Jes¨²s Gil afirm¨® que el 97% de la sociedad del Atl¨¦tico de Madrid le pertenece e inform¨® que ha contratado un seguro de cauci¨®n por importe de 350 millones de pesetas para hacer frente a cualquier incidencia respecto a los socios minoritarios de la entidad. La querella de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n imputa a Gil haberse apropiado de 112 millones de pesetas de los peque?os accionistas de club, por lo que al contratar el seguro Gil se asegura que est¨¦n cubiertos los perjuicios que de su actuaci¨®n pudieran derivarse para terceras personas.
El ex presidente del Atl¨¦tico dijo que sobre todas las operaciones realizadas por el club a partir de 1992 habr¨ªa que preguntarle a su hijo, pues estaba encargado de la gesti¨®n, a pesar de que ¨¦l segu¨ªa siendo el presidente.
Entre los documentos aportados al juez figuran los reconocimientos de deuda del club, las actas de la asamblea donde se reconoci¨® la deuda, los ingresos en los bancos y las aportaciones al Consejo Superior de Deportes.
Jes¨²s Gil contest¨® a todas las preguntas del fiscal, Carlos Castresana, pero se neg¨® a responder a las preguntas de su ex abogado Jos¨¦ Luis Sierra, as¨ª como las que formul¨® el letrado Juan Carlos Riera Blanco, que representa a tres accionistas perjudicados. Gil aleg¨® para no responder a este ¨²ltimo que Sierra le hab¨ªa apuntado las preguntas.
Aunque a finales de semana o principios de la que viene el juez decidir¨¢ sobre la adopci¨®n de medidas cautelares contra Gil, ¨¦ste no ingresar¨¢ previsiblemente en prisi¨®n, sino que quedar¨¢ en libertad bajo fianza. Ni el fiscal, ni la acusaci¨®n solicitan su ingreso en prisi¨®n preventiva, y aunque as¨ª fuese, muy probablemente el juez no la acordar¨ªa, puesto que no existe riesgo de fuga, ni de que el delito se repita porque hay una intervenci¨®n judicial, ni a estas alturas, cuando ya se han registrado las oficinas del club, hay posibilidad de obstruir la investigaci¨®n judicial.
Gil, a la salida del juzgado, atac¨® al administrador Luis Manuel Rub¨ª, del que dijo que "est¨¢ teniendo un comportamiento de enemigo total de la entidad. No est¨¢ para defenderla".
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