"Dios puso a la "beba" en mis manos"

La investigaci¨®n sobre la apropiaci¨®n ilegal de hijos de detenidas-desaparecidas que realiza la juez Mar¨ªa Servini de Cubr¨ªa y que ha culminado, de momento, con la detenci¨®n de seis suboficiales retirados de la Base Naval de Submarinos de Mar del Plata tiene su origen en el caso del tambi¨¦n ex suboficial Policarpo Luis V¨¢zquez. Este militar, encarcelado desde el mes de marzo pasado, est¨¢ acusado de haber sustra¨ªdo a la hija de un matrimonio desaparecido.En 1977, Rub¨¦n Santiago Bauer, ciudadano alem¨¢n, y su esposa, Susana Pegoraro, embarazada de cinco meses, fueron secuestrados. Nunca m¨¢s se supo de ellos. La mujer estuvo detenida en la base naval de Mar del Plata y de all¨ª fue trasladada al centro clandestino de detenci¨®n de la Escuela de Mec¨¢nica de la Armada (ESMA), donde aparentemente dio a luz. El suboficial V¨¢zquez se apropi¨®, presuntamente, del beb¨¦. Cuando declar¨® ante la juez Servini de Cubr¨ªa, el militar reconoci¨® que la ni?a le fue entregada por un hombre apodado El Turco, de quien no dio m¨¢s detalles, y calific¨® el hecho de la siguiente manera: "Fue un mandato divino porque Dios puso a la beba en mis manos y entonces pens¨¦ que me la deb¨ªa quedar y criarla".

El suboficial inscribi¨® a la ni?a como Evelyn Karina V¨¢zquez Ferr¨¢, que hoy tiene 22 a?os. Inocencia Pegoraro, madre de Susana Pegoraro, y presunta abuela gen¨¦tica de Evelyn, ha reclamado repetidas veces desde la agrupaci¨®n Abuelas de Plaza de Mayo que la joven se someta a los ex¨¢menes de ADN ordenados en su d¨ªa por la juez. En un primer momento acept¨®, pero despu¨¦s dio marcha atr¨¢s y, al ser mayor de edad, nadie puede obligarla a hacerse los an¨¢lisis. "No la conozco, no quiero verla, no quiero molestarla, s¨®lo le pido que se haga el an¨¢lisis de ADN y se ayude a recuperar su identidad", ha dicho Inocencia.

Seg¨²n han declarado testigos que han sobrevivido a la dictadura, los secuestradores de Susana Pegoraro le aseguraron en la ESMA que entregar¨ªan su hija a la abuela materna, lo que nunca ocurri¨®.