SEGURIDAD CIUDADANA EN EUSKADI Seguros, pero no tanto
"En el Pa¨ªs Vasco se archivan m¨¢s diligencias previas (el 75% que en el resto de Espa?a (70%)"Avanzado el mes de noviembre de 1999, el Departamento de Interior del Gobierno Vasco expuso p¨²blicamente un Estudio sobre la criminalidad registrada en Euskadi, compar¨¢ndola con la que se produce en otros territorios y estados. En resumen, dec¨ªa que la Comunidad Aut¨®noma del Pa¨ªs
Vasco (CAPV) es uno de los espacios m¨¢s seguros que hay en Espa?a, con tasas de delincuencia inferiores a la media estatal y muy por debajo de la media de otros pa¨ªses europeos. Es un mensaje que repite las campa?as de imagen del anterior equipo del se?or Atutxa con dosis de autocomplacencia y publicidad, cuando en su ¨¦poca de consejero la criminalidad aument¨® un 20%.
Las argucias con los n¨²meros tienen estas cosas, sobre todo cuando se carece de indicadores fiables y contrastados, del tipo utilizado por los "observatorios de criminalidad" franceses, o los propuestos por especialistas como Diego Torrente o Stangeland. En fin, las comparaciones son odiosas, pero significativas si se hacen bien, con el objetivo de conocer la realidad, que es el punto de partida para adoptar decisiones verdaderamente efectivas.
La primera regla para comparar es que los elementos en cuesti¨®n tengan caracter¨ªsticas similares suficientes. As¨ª, en el ¨¢mbito internacional, no se confrontan las cifras globales de criminalidad, porque los estados tienen diferentes definiciones de delitos. Por ejemplo, al consumo de drogas ilegales, que aqu¨ª es una infracci¨®n administrativa, en otros pa¨ªses es un delito. Se recurre por eso a cotejar elementos comunes, como los homicidios, el robo de veh¨ªculos, los atracos o las violaciones, sistema que el estudio del Departamento de Interior no realiza. Aunque tambi¨¦n ser¨ªa curioso que se comparasen datos policiales, que son los utilizados por Interpol, cuando las polic¨ªas vascas, y la Ertzaintza en particular, no facilita los suyos desglosados.
En el mismo aspecto de "unidades de comparaci¨®n", la persistente confrontaci¨®n que hace el estudio, de la comunidad aut¨®noma con Barcelona, Madrid, Sevilla y Valencia, es un error. La distribuci¨®n territorial vasca no es asimilable a zonas con urbes como Barcelona o de turismo como Sevilla, ni siquera utilizando la idea de Eusko-Iria (la "ciudad vasca " de Bernardo Atxaga). Alguna vez tendremos la cordura de pensar que Bilbao no es m¨¢s que un barrio de Madrid (aunque sea mucho m¨¢s importante). Un trabajo serio, dentro de la modalidad elegida, nos lleva a equiparar Vizcaya con La Coru?a o Asturias, teniendo la primera 52,89 asuntos denunciados por cada 1.000 habitantes, 59,62 la gallega y 49,55 la asturiana. ?lava podemos confrontarla con La Rioja, 52,42 denuncias por 44,19 de tasa riojana. Y Guip¨²zcoa tiene dif¨ªcil comparaci¨®n (chistes aparte), siendo su tasa de 44,30 casos denunciados, inferior a la de territorios de poblaci¨®n parecida, como Badajoz (77,07) o Navarra (49,65). Como se ve, el resultado de esta comparaci¨®n es algo distinto a las diferencias con Madrid (95,86) o Sevilla (113,05), que tienen gran influencia, junto con otras provincias, en la media estatal (81,36).
Una segunda caracter¨ªstica de los informes debe ser la de tratar de confirmar sus resultados, verificar en lo posible sus conclusiones. Ello valida, o no, el sistema de mediaci¨®n utilizado, siempre con la santa intenci¨®n de mejorar las prestaciones del servicio en cuesti¨®n. Sirva otro ejemplo. La revista de la Ertzaintza, Harlax, en su ¨²ltimo n¨²mero, el 30, publica el Estudio sobre seguridad ciudadana y delincuencia en la CAPV durante 1997. Pues bien, en uno de sus apartados dice que, en base a la encuesta de victimizaci¨®n realizada entonces, habr¨ªa ese a?o 89.396 personas que denunciar¨ªan hechos supuestamente delictivos. Si compulsamos este dato con las cifras de la Memoria de la Fiscal¨ªa de tal a?o, vemos que la misma recoge 112.769 diligencias previas, equiparaci¨®n que tendr¨ªamos que corregir por las personas que denuncian varias veces, o por las diligencias en las que se encuentran m¨²ltiples denunciantes. En definitiva, es una desviaci¨®n significativa que debe llevar a la reflexi¨®n, y posiblemente a la mejora del soporte estad¨ªstico reflejado. Por ¨²ltimo, hagamos un esfuerzo y evolucionemos en la ciencia de la comparaci¨®n. Crucemos datos que tengan que ver entre s¨ª, para conseguir apreciar realidades m¨¢s profundas. Qu¨¦ duda cabe que en cuanto a la seguridad es importante la labor policial desarrollada, por ejemplo en el esclarecimiento de los hechos. En este sentido, la Memoria de la Fiscal¨ªa aporta una clasificaci¨®n interesante, pues se?ala las diligencias que se archivan por "desconocimiento del autor". Cuantas m¨¢s diligencias se archiven, peor, porque mayor es la impunidad delictiva. En el conjunto del Estado se archivaron por esta causa el 70,88% de las diligencias previas (de cada 100 denuncias, 71 no se investigan penalmente). La media de la CAPV es del 75,50%, con un 81,30 en ?lava (La Rioja, 42,10), 77,68 en Bizkaia (La Coru?a, 58,15; Asturias, 67,08) y 68,70% en Guip¨²zcoa (Badajoz, 47,64; Navarra, 72,97). Veamos un poco m¨¢s. Busquemos las tasas de diligencias que se persiguen en los juzgados por cada polic¨ªa, una medida evidente de eficacia. En el Estado hay 180.730 polic¨ªas, y en 1998 no se archivaron 788.310 diligencias, lo que da una tasa de 4,36 diligencias por cada polic¨ªa. En la CAPV, la ¨²ltima cifra oficial de polic¨ªas es de 14.658, lo que con 23.568 diligencias no archivadas, da una tasa de 1,61. Si cont¨¢semos s¨®lo con las polic¨ªas vascas, unos 10.000 agentes, la tasa ser¨ªa de 2,35.
Es el reflejo de una situaci¨®n que exige una mejora inmediata, a la que estamos compromentidos profesionalmente, y que nos hace decir que estamos seguros, pero no tanto.
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