Un extrarrestre en la nevera. Un aerolito destroza el tejado de una nave industrial en L"Alc¨²dia y despierta una enorme expectaci¨®n sobre su origen
XAVIER ESPA?A Mar¨ªa Jos¨¦, Juan, Jaume y Sisco no olvidar¨¢n jam¨¢s el sobresalto que les caus¨® la ca¨ªda de un gran pedazo de hielo que se col¨® en su lugar de trabajo por el tejado mientras trabajaban en un taller de fabricaci¨®n y reparaci¨®n de maquinaria, justo enfrente de la estaci¨®n de ferrocarril de L"Alc¨²dia.
Hac¨ªa poco m¨¢s de una hora que los cuatro empleados de una sociedad laboral limitada, que cuenta con una plantilla total de 12 trabajadores, hab¨ªan regresado de su cotidiano desayuno diario en el Bar Ronda. Eran aproximadamente las once y media de la ma?ana, por el aparato de radio sonaba m¨²sica a un elevado volumen y el trato con el hierro y el acero sumaba m¨¢s decibelios de los habituales, pero ello no fue ¨®bice para que los cuatro saltaran como un resorte y dirigieran la mirada hacia el techo al producirse "un estruendo muy fuerte".
Mar¨ªa Jos¨¦, que trabaja de administrativa, sali¨® del despacho y vio a apenas unos dos metros sobre su cabeza una piedra de hielo sobre una vigueta y un considerable boquete en el tejado de la nave. El aerolito, que debi¨® caer a varios kil¨®metros por segundo, atraves¨® cuatro uralitas superpuestas y se qued¨® enganchado en una vigueta. Medio en broma y medio en serio comentaron el caso del aerolito que el pasado lunes aboll¨® un veh¨ªculo aparcado en una calle de la localidad sevillana de Tocina.
Con la ayuda de una barra de hierro descolgaron el objeto extrarrestre y lo cazaron al vuelo para evitar que se fragmentara m¨¢s todav¨ªa. En su impacto perdi¨® una masa equivalente a la que los cuatro vecinos de L"Alc¨²dia guardaron celosamente en un congelador del taller. Era un trozo de hielo de forma piramidal, de unos 13 cent¨ªmetros de largo. Estaban convencidos de que no era una piedra de granizo porque ayer luc¨ªa el sol en la comarca de La Ribera y en el cielo no se divisaba ninguna nube. Era, eso s¨ª, una ma?ana fr¨ªa en la que el term¨®metro no superaba a esa hora los ocho grados cent¨ªgrados.
Mar¨ªa Jos¨¦ se person¨® en el Ayuntamiento y dio cuenta de lo sucedido a la Polic¨ªa Local y al alcalde, Francesc Signes. A partir de entonces el reci¨¦n llegado a la tierra recibi¨® un sinf¨ªn de visitas, el frigor¨ªfico se tuvo que abrir infinidad de veces para poder ser contemplado por las autoridades municipales y los medios de comunicaci¨®n que llegaron en romer¨ªa hasta L"Alc¨²dia. A mediod¨ªa fue observado por el ¨²nico experto capaz de descifrar a primera vista la identidad del visitante. El director del Centro Meteorol¨®gico de Valencia, Manuel Gonz¨¢lez, asever¨® que se trataba de un meteorito, es decir, de un residuo formado por part¨ªculas que muy probablemente procede de un cometa desintegrado o en periodo de desintegraci¨®n. Las part¨ªculas s¨®lidas que proceden del espacio sideral penetran a menudo en la atm¨®sfera de la tierra donde al calentarse se convierten en gases incandescentes y aparecen ante nuestros ojos como estrellas fugaces. El fen¨®meno luminoso recibe el nombre de meteoro, mientras que se denomina meteorito el cuerpo s¨®lido que lo produce.
El meteorito de L"Alc¨²dia podr¨ªa tener el tama?o de un edificio cuando viajaba en solitario por el espacio, pero se desintegr¨® en numerosos fragmentos tras su penetraci¨®n en la atm¨®sfera. Uno de ellos opt¨® por la comarca de La Ribera y m¨¢s concretamente por la empresa Met¨¤liques Viferma L"Alc¨²dia, SL, donde Mar¨ªa Jos¨¦, Jaume, Sisco y su marido Juan acuden a diario para ganarse el jornal.
Ahora el Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªficas pretende analizar su composici¨®n por si el hielo procedente del espacio contiene "g¨¦rmenes extrarrestres desconocidos". Mientras los expertos del CSIC no lleguen a L"Alc¨²dia la part¨ªcula desprendida de un cometa permanece en un congelador de propiedad municipal, bien envuelta en una bolsa y a la temperatura adecuada para su perfecta conservaci¨®n -15 grados bajo cero-.
El meteorito alter¨® el trabajo rutinario del taller y de la localidad durante varias horas, muchos de los 10.000 habitantes que residen en L"Alc¨²dia quisieron conocer de cerca al extrarrestre que los cuatro trabajadores guardaron celosamente en la nevera.
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